La encrucijada de la Rectoría y la “Orden de Silencio”
En una semana marcada por la opacidad y los rumores de corrupción, la UAA se encuentra a horas de que la Junta de Gobierno anuncie al próximo rector/a. Mientras el proceso debería ser ejemplar, esta redacción ha recibido múltiples denuncias sobre un intento descarado de manipulación de la opinión pública.
¿El método? Exigir a los propios trabajadores de la UAA que publiquen mensajes en sus redes sociales a favor de la «Autonomía Universitaria». Un burdo intento de coacción digital.
Uno de estos ejemplos burdos y claro de esta estrategia es el comunicado emitido por Extensión Universitaria UAA.
El Comunicado: Cortina de Humo y Desvío de Atención
El texto institucional condena, legítimamente, la violencia y los ataques contra la rectora y la comunidad. Pero este acto ético se usa como una cortina de humo para desviar el foco del verdadero problema:
La Autonomía NO Es un Cheque en Blanco
- La violencia es la forma; el conflicto interno sobre la transparencia es el fondo.
Autonomía vs. Rendición de Cuentas: La institución pide respeto a su Autonomía, pero omite que esta libertad constitucional conlleva una obligación INHERENTE de rendir cuentas ante la sociedad que la financia. La rendición no es solo para la comunidad universitaria; es con toda la ciudadanía al tratarse de dinero público.
La Opacidad de Siempre: Afirmar que los procesos se han manejado con «total transparencia» no se sostiene. Si la transparencia fuera real, no habría necesidad de emitir un comunicado de crisis. Una autonomía que opera en opacidad es un riesgo directo para la credibilidad institucional.
Análisis Scott: El Grito de los Dominados
Desde la óptica de James C. Scott («Los dominados y el arte de la resistencia: discursos ocultos»), el comunicado no es un rechazo a la violencia, sino un esfuerzo estratégico de la élite por controlar el Discurso Público (la versión oficial) ante el Discurso Oculto (la crítica real).
Reafirmar la Jerarquía: La administración usa el comunicado para exigir deferencia, afirmar su legitimidad y reforzar la idea de que sus procesos son intachables.
Con este comunicado buscan CRIMINALIZAR EL DISENSO (discurso que es contrario al principio de Universidad): Al condenar la «violencia» y la «información falsa,» la élite intenta desacreditar y excluir moralmente a las voces críticas, tachándolas de agentes externos o ilegítimos. Están intentando re-etiquetar la crítica como agresión, para seguir escondiéndose y evitar la responsabilidad moral y civil.
Siguiendo a Scott: La administración está reaccionando a la filtración de ese Discurso Oculto (rumores, chismes, críticas) que ha escalado y ha roto el consenso público. La necesidad de emitir este texto es la prueba de que su guion oficial está fallando.
¡La burocracia de la UAA NO PUEDE CALLAR LA CONCIENCIA! Podrán tratar de controlar los perfiles y las redes sociales de sus trabajadores, pero no pueden silenciar la conciencia de la comunidad.
La invitación a los medios para rechazar la información «tergiversada» es la maniobra final para intentar imponer la versión institucional y silenciar la disidencia que sí representa el malestar universitario.
¡Basta de Falsos Argumentos!: Para que la Autonomía Universitaria sea robusta, debe basarse en la transparencia irrestricta y la rendición de cuentas real.
En la UAA deberían dejar de intentar gestionar la narrativa y, en su lugar, priorizar la resolución del conflicto mediante la demostración empírica y proactiva de su legalidad y transparencia, cosa que han omitido sistemáticamente.
¡No se escondan en falsos argumentos!
