Máynez. El Borracho. ¡Lotería!

Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial del partido Movimiento Ciudadano, vive momentos de gloria en el candente infierno de Dante. Es del dominio público su acentuada frivolidad. Fétido comportamiento personal. Continúo disfrute por el alcohol envasado. Mercenario proceder al amparo del poder. Inconsistencia ideológica. Agujerado paraguas de la “nueva política”. Acusaciones por encubrir denuncias de acoso sexual y violencia en el medio que fundó en Aguascalientes, franquicia de La Jornada. Y de lo que vaya acumulando en su fracasada campaña electoral.

La radiografía nítida de este zacatecano y de la podredumbre de la naranja —MC, pues— la publicó el reciente viernes 9, en Milenio Diario el periodista Carlos Puig, con el título “¡Quiero ser Roberto Palazuelos!”. Va textual la joya:

Tal vez estoy viejo. Tal vez es que simplemente no entiendo a las nuevas generaciones mexicanas. Tal vez me perdí de algo. Tal vez sea eso lo que atraerá miles y miles y millones de votos. Tal vez.

Después de muchos líos, silencios, traiciones, especulaciones, Movimiento Ciudadano eligió el año pasado a un joven regiomontano, gobernador (Samuel Alejandro García Sepúlveda), con una esposa guapa e influencer (Mariana Rodríguez Cantú) que hace cosas muy cool. La falta de experiencia política y la ambición de quererlo todo, dejar el puesto pero seguir teniéndolo, hizo que aquella decisión explotara por los aires.

—No hay problema —se dijeron a sí mismos en MC—, pongamos a su amigo y coordinador (Jorge Álvarez Máynez), a quien le dice compadre.

—¿Y cómo lo anunciamos?

—Pues que sea un anuncio muy cool. Pregúntenle a Roberto Palazuelos —dijo alguien—, es el más cool de todos, el que iba a ser nuestro candidato para Quintana Roo pero nos lo bajaron a la mala, que porque presumió de estar en una balacera con muertos; ya saben, la vieja política.

—¡Claro! —contestaron todos— Palazuelos es lo mejor: dinero, mujeres, el mar, el lujo. Sí, que él nos diga.

Quedó la presentación: en la casa del güerito gobernador que quiso ser candidato, con su esposa guapa e influencer, unos traguitos, cómo no, nos decimos salud varias veces y ahí contamos que él será y va a ganar, porque de la vieja política no queremos nada.

—No, pues está rebuena esa presentación —pensaron varios.

Y que arrancan las precampañas y la señora del PRIAN, de la vieja política, se va a Nueva York a lidiar con migrantes mexicanos y luego a Washington a ver congresistas. La candidata de Morena anda recorriendo el país, desenredando líos internos de Morena con las candidaturas, coordinando a quienes le están haciendo su plan de gobierno.

—¿Qué haremos? —pensaron en MC.

—No, pues algo nuevo.

—Órale. ¿Qué haría Palazuelos?

—Ya está: vamos al fut. Nos ponemos camisetas de los equipos a los que les vamos, invitamos a unos cuates, puros hombres, por favor, y que sean cool. Nos ponemos medio pedos y hacemos un video. Todos muy divertidos, ¿eh? Burlémonos del INE, ¿no? Y del pinche Manlio, es la vieja política.

—Va, va.

—¡Está buenísimo! —dicen todos—. Súbanlo.

—Oigan —pregunta alguien—, ¿ya está Palazuelos en la lista para el Congreso? Ese güey es un genio.

—Sí, sí.

—¿La ex presidenta del PRI?

—Listo

—¿Y al hijo del jefe?

—Sí, sí, también.

—¡Que se muera la vieja política! —gritan todos con acento regio y se echan unas chelas.

Hasta aquí el texto del maestro Carlos Puig, al que agrego —a manera de revelación divina—, que “el hijo del jefe” es el príncipe Dante Alfonso Delgado Morales, a quien su padre, el rey Dante Alfonso Delgado Rannauro, cacique nacional de MC, entronizó como candidato al Senado de la República por el estado de Veracruz.

Sin naranjas, sí hay paraíso.

Porque alguien tiene que escribirlo: Como se muestra al final de esta columna, el exgobernador Otto Granados pregunta en X: “¿Dios de bondad: de que contenedores sacaron a estos zánganos y vividores?”.

Pues si. En la mañana no hacen nada. Por la tarde se echan sus tragos. En la noche duermen. Añado.

Coda: Lorena Martínez Rodríguez, exdirectora del IEA, ofrece saco color naranja y tenis fosfos, para fiestas infantiles, halloween y carnavales de candidaturas fallidas en Movimiento Ciudadano.