PAN y Morena no pelaron al obispo de Aguascalientes
El 14 de enero, durante la celebración de la Eucaristía de Peregrinación del Presbiterio de la Diócesis de Aguascalientes y del Seminario Diocesano, el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, exhortó a los fieles —y a los no muy fieles—, a no hablar mal del prójimo; destacó que la murmuración destruye la vida social y enferma el corazón porque “todos somos iguales y toca nuestra humanidad”; “aprendamos de la humildad”, recomendó.
Las palabras del enviado de Dios entraron por los oídos del dirigente de Morena Aguascalientes y salieron por los oídos del líder nacional del PAN, el 30 del mes reciente, al enfrascarse en un embate donde salieron a relucir los trapitos sucios que suelen mostrar los pecados mortales de la política, sin considerar que para tener boca grande del león hay que tener cola chica del ratón.
La refriega partidaria—como si fueran esos cárteles que todos los días dejan muertos y heridos tirados en las calles de Aguascalientes por sus disputas antagónicas para conservar sus respectivos territorios—, la inició el 29 del mes reciente el presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en la entidad, Gilberto Gutiérrez Lara, quien denunció que a lo largo de su administración, Teresa Jiménez ha tejido una red de nepotismo en el Gobierno del Estado de Aguascalientes, al otorgarles empleo con sueldos estratosféricos, a familiares directos en distintos cargos en el servicio público y de representación proporcional.
En rueda de prensa, el dirigente agregó que ¨en hechos de nepotismo, que deberían ser sancionados como actos de corrupción, logró colocar a su esposo Luis Alberto Villarreal como el Comandante Supremo de la Corrupción de la Legión Extranjera, quien es el responsable de colocar en los puestos clave a personas de Guanajuato y Puebla principalmente, como el Secretario de Seguridad y próximo Fiscal, Manuel Alonso García”.
Durante la homilía, Gutiérrez Lara mostró una lona donde aparecen las fotografías y los nombres de los beneficiados del “Cártel de la familia imperial del PAN”. El ejercicio de investigación está incompleto. Le falta rigor. Le sobran generalidades. Carece de datos precisos. Dista mucho, por su hechura y puntualidad, de aquel documento: Mapa del nepotismo en el municipio de Aguascalientes. presidido por el priista Gabriel Arellano Espinosa, que presentó el diputado Jaime Gallo Camacho en 15 laminillas durante la sesión de la Diputación Permanente celebrada en el salón Aquiles Elourdy del Congreso del Estado el 11 de abril de 2008.
La respuesta del humillado panismo llegó tan feroz como veloz, según la declaración Morena: Fiel a su naturaleza perversa, Tere Jiménez, la gobernadora de Aguascalientes, utilizando todo el aparato del Estado, ordenó a la Vice Fiscalía de Delitos Sexuales citar al presidente estatal de Morena Gil Gutiérrez, por supuestos delitos sexuales.
Agentes ministeriales armados, se presentaron en la sede del instituto político para citar al dirigente morenista, a unas horas de la «conferencia semanera» de haber denunciado las redes de corrupción y nepotismo del gobierno panista. Pero,¿qué fue lo que le molestó a la gobernadora de Aguascalientes?
Rápido. Furioso. Enardecido. El presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, sacó el alma. La vida. El corazón. Para defender a su muchacha, a la “gran candidata del PAN a la Presidencia de la República en el 2030”, María Teresa Jiménez Esquivel.
Arropado por el lábaro azul, desde la planta alta de la casa de los Rincón Gallardo —hoy Palacio de Gobierno—, Romero Herrera amenazó con tirarse al vació porque “defenderá a muerte” a la gobernadora de Aguascalientes de los ataques del presidente de Morena Aguascalientes; afortunadamente, los trabajadores de Protección Civil llegaron a tiempo para impedir que el descocado sujeto cumpliera su cometido en histriónico lance.
El fallido Niño Héroe del panismo se fue de Aguascalientes sin desmentir las acusaciones de la existencia del “Cártel de la familia imperial del PAN” en la tierra de la Feria Nacional de San Baco (Enrique Rodríguez Varela, dixit).
Porque alguien tiene que escribirlo: Mi querida madre cumplirá el jueves 13 de febrero 20 años de haber fallecido. Está al lado del Dios para seguir cuidando a toda su descendencia. Te amo Ma’.
Al día siguiente, recordaremos a mi hermano Gustavo Adolfo, que murió aquel domingo de triste memoria, de hace 15 años. Se te extraña querido compadre.
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