PRESIÓN O NEGOCIACIÓN
El martes próximo, cuatro de marzo, que cumple el plazo para negociar con el gobierno norteamericano y evitar la imposición de aranceles, que evidentemente afectarían a ambas naciones, no solo empresas sino para los ciudadanos. Fue un mes que se fue rápido y que hasta ahora no ha podido contener las bravatas de Donald Trump.
A diferencia de lo anunciado por Canadá para reaccionar ante las medidas norteamericanas, conforme la tercera ley de Newton, destaca la actitud de cabeza fría y proactiva de parte del gobierno mexicano, lo que lamentablemente no garantiza la correspondencia del vecino país. Al contrario, Trumppersiste en amenazar y presionar, sin el menor respeto a países, gobiernos y soberanías.
No fue un mes de ayuno sobre lo hablado y concertado en aquella llamada telefónica entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump. Por nuestra parte muchas cosas se hicieron, incluso desde el mismo día de la conversación, como fue el despliegue militar hacia la frontera norte, para evitar el paso de droga a Estados Unidos y de armas de allá para acá. Hasta ahora no conozco ninguna acción del gobierno norteamericano para contener el contrabando de armas, que van a dar a los grupos delictivos mexicanos.
El gobierno mexicano ha fomentado el diálogo entre iguales con los norteamericanos. Incluso en estos días hay dos misiones en Washington, una de seguridad y otra económica. Hay la disposición de mantener les mesas de diálogo, sin que se vea un aporte de las autoridades trumpistas, pero si en mantenimiento de las acciones de presión.
Tampoco podemos desvincular la entrega de 29 personas identificadas con el crimen organizado y el narcotráfico, que el gobierno de Estados Unidos, habían estado solicitando desde hace años su extradición, que por cierto, no corresponde a elementos menores sino del más alto rango delincuencial.
Sobran entonces las manifestaciones y rasgos mexicanos, para llegar a un acuerdo e incluso otra prorroga o de plano liquidar la amenaza de aranceles que a nadie benefician. México trabaja bajo el espíritu de la cooperación y no de la supeditación. Trumppiensa lo contrario y así declara y actúa.
No creo ni le tengo confianza al gobierno norteamericano, solo les interesan lo que es beneficiay ganar, ganar. Si eso implica sobajar, lo hacen sin empacho ni moral. Todo tiene que venir del otro, pues para ellos, ya les han dado mucho y se lo deben. Hay que ver la actitud asumida con Ucrania, a cuño presidente, Trump ya se le olvidó que hace pocos días le llamó dictador.
Espero equivocarme y que se imponga nuestra Presidenta, pero no creo tanta belleza de parte de Trump. Éste no cree en responsabilidades compartidas ni en colaboraciones de ambos lados, todo es jalar para mi rancho, váyale como le vaya al interlocutor. Habrá que ver que inventa ahora el presidente norteamericano, para mantener su postura terca y de exigencias desmedidas, cuando él no proporciona nada, por lo menos hasta ahora así se ha evidenciado.
Está bien que México esté buscando la aplicación de políticas que suplan importaciones, pero también debiera ver para otros lados.
