La riqueza en pocas manos, principal efecto negativo del neoliberalismo.
Casi todos los análisis del mundo respecto a la aplicación del modelo neoliberal, señalan que su principal efecto negativo es la exagerada concentración del ingreso en pocas manos.
Los datos existentes varían según las fuentes, pero todos coinciden en reconocer esa terrible realidad, y en que, en eso, ésta un problema muy serio. Señalan, en términos generales, que el 10% de la población más rica concentra entre el 50 y el 75% de la riqueza global, y que el 1% más rico posee casi la mitad de la riqueza mundial (45.6% en 2021), mientras que el 50% más pobre apenas recibe un 8%.
Aunque la concentración y la centralización del capital son tendencias propias y normales en el capitalismo, en este medio siglo de la aplicación más intensiva del capitalismo sin regulación, la concentración vino a agudizarse fuera de lo normal.
“La concentración de riqueza en la era digital: El 0,001% más rico ya triplica el patrimonio de la mitad del planeta”. El nuevo informe anual del World Inequality Lab revela cómo, la digitalización y la tecnología amplifican en todo el mundo a la brecha de la riqueza. La concentración del ingreso sigue una tendencia al alza entre los más privilegiados.
World Inequality Lab expone que el 0,001% más rico posee una proporción de patrimonio que triplica la suma de los bienes de los 2 mil 800 millones de adultos más desfavorecidos. La publicación, que se presentó este miércoles 10 de diciembre, se basa en datos de alcance mundial, y actualiza el estado de la desigualdad en más de 170 países. Las cifras actuales marcan una diferencia significativa respecto a décadas previas, y reflejan que la distribución de la riqueza se encuentra bajo presión constante. El documento, de casi 200 páginas, es “una visión exhaustiva sobre la evolución de la desigualdad”, según Brisa Bujakiewicz.
Esa desproporción de la distribución de la riqueza es brutal, y sus consecuencias sociales son aún peores. En temas como: salud, alimentación, vivienda y condiciones generales de vida, se reflejan claramente las desproporciones señaladas, las cuales generan una terrible descomposición social que puede terminar en estallidos sociales.
En un mundo en el que, teóricamente debería haber desaparecido el hambre, gracias a los avances en la producción de alimentos lograda por equipos tecnológicos y científicos, resulta que por el contrario, aumenta la pobreza y con ello, continúa profundizándose la hambruna a escala mundial.
Ni siquiera al propio modelo capitalista le favorece el que la clase más rica concentre tanto dinero, pues eso afecta el funcionamiento normal del sistema, ya que disminuye los niveles potenciales de consumo, lo que desacelera al ritmo del comercio mundial y la recuperación de utilidades en las inversiones. Los ricos, por ser más ricos, no van a tener mayor consumo en (la proporción de su riqueza)en alimentos, ni en gastos personales.
Por ello, el capitalismo promueve tanto, y con apremio, más cantidad de créditos bancarios. Eso, aparte de garantizar a corto plazo que se conserven ciertos niveles de consumo popular de mercancías, mantiene a la gente con grandes deudas, y de ese modo, sometida y alineada, siendo la “oportunidad de créditos” una de las nuevas formas que utiliza el capitalismo para evitar que la gente piense y que se rebele en contra del sistema, sobre todo en esta etapa de más aguda concentración del ingreso.
Un estudio reciente señala que, la gran mayoría de la población no protesta, ni se manifiesta por el terrible yugo al que son sometidos por el pago de créditos personales, como son las deudas por educación universitaria, las hipotecarias de más de 30 años, las tarjetas bancarias, y la larga lista de rentas por aplicaciones de plataformas (TV de paga, Netflix, Uber….). La normalización poblacional bajo el yugo de las deudas es ya un fenómeno mundial. Todas esas deudas someten e idiotizan.
Otra información reciente del periodista Ruben Luengas nos alerta también acerca de los efectos que provoca la concentración de la riqueza orientada ahora al manejo de un tema estratégico: la información y comunicación colectiva, prensa y medios electrónicos y ahora redes sociales, para (influir y orientar) también nuestra forma de pensar y actuar (alienación) “Todos debemos preocuparnos por la consolidación de grandes multimillonarios que controlan casi todos los principales medios de comunicación.»*
*»Ningún otro período de la historia ha presenciado una apropiación tan rápida y abrumadora de nuestros medios de comunicación por parte de la clase multimillonaria, un hecho que plantea serias dudas sobre la libertad de expresión y la diversidad de opiniones. Hoy en día, los siete individuos más ricos del mundo son grandes magnates de los medios, lo que les otorga un control extraordinario sobre nuestros medios y el espacio público, permitiéndoles definir sus agendas y suprimir las formas de expresión que no aprueban. Esto incluye críticas contra ellos y sus propiedades, el sistema económico en el que vivimos y las acciones de los gobiernos de Estados Unidos e Israel.» (Redacción Entre Noticias 6/dic/2025).
La alienación o enajenación es la forma en la que el capitalismo subordina al trabajador y lo convierte en mercancía. Es la forma en la que se impone y domina tu forma de pensar para realizar su pensamiento crítico y creativo. Terminas subordinado totalmente a los intereses del capital. (Para profundizar en el tema ver: Para leer al Pato Donald Libro de Ariel Dorfman y Armand Mattelart).
Así las cosas. Son las nuevas formas de dominación y de sometimiento que en la etapa “cibernética y digital” mundial, desarrolla el capitalismo financiero internacional, responsable de los altos niveles de concentración del ingreso.
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