ASUSTAR CON EL METATE DEL MUERTO

Las últimas semanas he leído en la mayoría de los medios impresos. Nacionales y locales, versiones catastróficas de lo que sucederá en México con el nuevo escenario político, sobre todo a partir de la mayoría calificada en las Cámaras federales y después, en la aprobación esta semana de la reforma al Poder Judicial en la de Diputados, pasos que la oposición no pudo contener no obstante todo lo realizado, lo cual demuestra su real apoyo de los mexicanos.

De vuelta a lo primero manifestado. Varias afirmaciones pintan un presunto escenario desolador para el país, que correspondería al gobierno de Claudia Sheinbaum. Lo más leve es decir que se mantendrá el autoritarismo; que se instaurará una monarquía (dixit Krauze); que llegaremos a una dictadura al estilo Maduro; que dejamos atrás la democracia de a de veras (a quién se le ocurre decir tal falacia); y en este sentido que la disyuntiva hoy es democracia o autoritarismo; que se ha dado paso a la destrucción de las instituciones, y así otras más del mismo estilo.

Ahora resulta que todo lo del pasado, sobre todo en el periodo neoliberal (de los últimos cuarenta años), era correcto y bueno, de tal manera que la derecha y el conservadurismo lo añora. ¡Allá ellos! Por qué creen entonces que el pasado dos de junio, la mayoría de los mexicanos que votaron (casi 36 millones) se volcaron para rechazar un proyecto de Nación que les era lesivo e irrespetuoso para su aspiración de tener una vida digna. No acaban de entender que la gente se cansa, que no acepta que los beneficios sean para unos cuantos y no para la mayoría.

Y conste que en lo personal no soy un individuo que acepte todo lo del gobierno actual, lo apoyo de manera crítica y soy de la postura de que más allá del humanismo que pregona, debiera radicalizar algunas políticas (que no lo hará por sus propias concepciones), por ejemplo, grabar al gran capital, a partir de una reforma fiscal. Es parte de lo que el MCM llama rebasar por la izquierda.

Pero volver atrás, jamás. Si tengo memoria, como para acordarme de los males del pasado, cuando este país fue gobernado por el PRIAN, donde solo predominaba los intereses de grupo, de la oligarquía financiera que estaba apoderada el país, cuando solo ellos contaban, no la mayoría de los mexicanos.

Por eso, quién puede creerles a los dichos de la derecha, a quienes aquí en Aguascalientes criminalizan a las mujeres que deciden sobre su propio cuerpo, bajo falsas argumentaciones de crear políticas públicas de defensa de la vida. No, por ahí no voy ni quiero ir, aunque todos los días acicateen en los medios impresos locales sobre un presunto escenario catastrófico en el país, que será para ellos, no para la mayoría.

Creo que si vendrá un cambio de régimen y que bueno. Esos supongo que serán los primeros pasos del nuevo gobierno, en tanto se requiere continuidad pero con cambio, como el que corresponde a la reforma al Poder Judicial.