LA CONSULTA COMO ACCIÓN AGITATIVA
En lo personal tengo muchas dudas sobre los alcances que al final se logren de los resultados dados en la consulta pública programada para el próximo primero de agosto. El marco legal planteado en el artículo 35 Constitucional; la determinación de la Corte para definir una pregunta que dice todo y no dice nada, además de la participación retardataria y obstaculizadora del INE, arguyendo falta de recursos y autolimitando su participación en el despliegue adecuado para lograr una masiva participación ciudadana. Todo esto limita las cosas y adelantan los posibles escenarios que se pudiesen presentar.
El asunto no queda ahí pues aún presentándose el escenario de alcanzar los más de 37 millones de participantes y una mayoría manifestándose por el SI, de tal manera que se convirtiera en vinculatorio el resultado, está de tal manera presentada la pregunta, que tendrían que pasarse otros obstáculos más (legales sobre todo), para garantizar que los destinatarios sean realmente los expresidentes, como lo queremos y planteamos aquellos que estamos por el SI.
Con estos escenarios tampoco ayuda la actitud del presidente de la república que sigue insistiendo que él ve las cosas hacia adelante y en todo caso votaría por el no, pues sin desconsiderar la realización de la consulta como ejercicio democrático, prefiere el perdón. Millones de mexicanos no estamos de acuerdo con ello, pues hablando en otros términos, eso alienta a la impunidad, la cual se aplicaría a los expresidentes.
Hay otro elemento negativo que también hay que considerar, pues sin duda incidirá en la participación y en los resultados. Me refiero al poco tiempo que se tiene para poder acelerar la promoción de la participación, no queda ni un mes siquiera para la actividad de promoción. El INE por su parte, apenas el quince de julio iniciaría la actividad de promoción de la participación, además de que ha dictado absurdamente una veda electoral, que ha empezado a circular en todas las oficinas públicas.
Es decir, se hace todo para que la jornada falle. Eso sin contar la actitud de la derecha y el conservadurismo, que han desplegado toda una campaña sobre todo en las redes sociales, no para promover el NO, sino para hacerle un vacío a la consulta para que ésta fracase. Sus razones no son defender a sus expresidentes. Sino esperando un revés al presidente de la república.
Con este escenario nada halagüeño, es con el que tenemos que actuar, de tal manera que se convierte en un enorme reto que el movimiento progresista y de izquierda que estamos por el SI, debemos movilizarnos, multiplicando acciones y sumando fuerzas y contingentes. Debemos considerar que hasta el momento hay una insuficiente difusión, los medios masivos de comunicación se han cerrado a la Consulta, asumiendo con su mutismo una postura acorde con lo que quiere la derecha.
Será un corto periodo de lucha y agitación, con ese carácter debemos de participar, contrarrestando la insuficiente difusión, volver a la calle y entrar en contacto con la gente, convocarla a que se sumen, integren más personas a este esfuerzo y acudamos masivamente a las urnas que se instalarán en todo el país, desbordar éstas para exigir al INE que considere a todos los participantes.
En mucho hemos perdido la costumbre de asumir estas formas de lucha, las cuales debemos rescatar, adicionándole formas innovadoras de propaganda y agitación que, nos lleven a cumplir con el objetivo trazado, que es impulsar el enjuiciamiento a los expresidentes mexicanos, responsables del saqueo del país, la corrupción y la impunidad, entre otras faltas.
Sin duda también es el momento para aprovechar toda la potencialidad que nos proporcionan las redes sociales, tal como muchos ya empezaron a actuar ahí, multiplicando iniciativas, haciendo virales llamados al votar por el SI, además de dando la lucha política e ideológica contra la derecha.
Cada día hay que hacer algo, lo más nimio si se quiere, pero hacerlo, en lo individual aunque preferentemente debiera ser una acción colectiva, de esta manera podemos empujar más y más fuerte, con mayor efectividad en los resultados. Tener firmes los objetivos aunque sepamos las adversidades que se han presentado y se seguirán poniendo enfrente.
Con los resultados que se obtengan el primero de agosto, mediremos el tamaño de la fuerza que hayamos alcanzado y de acuerdo a lo que se haya logrado, se desprenderán las acciones que siguen, de tal manera que en la Consulta no concluye todo, pues correspondería sólo a una etapa de lucha de mayor envergadura.
Estoy convencido que el resultado será mayoritario para el SI, otra cosa es si alcanzará el grado de vinculatorio, lo que si no se podrá evitar para aquellos que le apuestan al fracaso de la Consulta, es el señalamiento de la clase de personajes que encabezaron este país en el pasado reciente y que si requieren ser juzgados, tarde o temprano. Una parte significativa de mexicanos los habrá juzgado y emitido una opinión a través de su voto.
La parte política entonces no está en duda, la consideración de la gente al respecto tampoco, quedaría la parte jurídica que así como está. No da garantía de justicia y si en cambio, protege al de arriba, situación que trazaría un camino necesario por recorrer y luchar para que las cosas cambien para bien y beneficio de todos.
Por lo pronto lo que queda es promover la participación en la Consulta del primero de agosto y llamar a votar por el SI.
