La gobernadora rumbo a la Presidencia de la República
Cuentan los diversos capítulos del programa «Curiosidades de la historia» de National Geographic que corría el año 1503 cuando en Francia nació el astrólogo y médico Michel Nostradamus, para algunos un clarividente, para otros un agorero, que ocasionó innumerables interpretaciones sobre el devenir del mundo y la humanidad.
En 1555, en Lyon, se publicó Las profecías del señor Nostradamus, que estaba compuesta de 353 cuartetas —poemas de cuatro versos—, escritos con términos enigmáticos que pretendían anunciar los sucesos del futuro próximo en Francia y en toda Europa. El éxito del libro fue espectacular y dio a su autor, un médico provenzal conocido ya por sus almanaques, una fama internacional, sobre todo, después de que en 1559 se produjera un acontecimiento trágico que Nostradamus supuestamente había pronosticado en 1555: la muerte del rey Enrique II.
Gracias al estilo enigmático utilizado por Nostradamus en sus Centurias, estas pudieron aplicarse a episodios dramáticos ocurridos decenios o hasta siglos más tarde; una profecía para cada gran crisis de la historia.
Algunos ejemplos citados por National Geographic son: 1610, el asesinato de Enrique IV de Francia. 1792, la abolición de la monarquía francesa. La Revolución francesa iniciada en 1789 dio lugar a muchas asociaciones con las cuartetas de famoso astrólogo. 1804, la coronación de Napoleón Bonaparte.
Vale el antecedente de este adivino por antonomasia porque los habitantes del planeta Tierra jamás imaginaron que en Aguascalientes, México, aparecería el sucesor de Michel Nostradamus después de la elección presidencial de 2023-2024.
Entrada la noche del domingo 2 de junio el PAN Aguascalientes hervía de alegría al haberle propinado una severa derrota a Morena en los comicios para elegir senadores, diputados federales y locales, alcaldes; más sin embargo, en el caso de presidenta de la República la pírrica diferencia a favor de Xóchitl fue de 2.3% del total de votos y en Tabasco pierde el registro estatal al obtener la limosna de 1.78% de los sufragios en la elección por la gubernatura y 2.21% en la contienda de diputados locales.
Con el paso de los días, como el agua corrió bajo el puente, la alegría azul se transformó en imparable euforia, al ser Aguascalientes la única entidad donde la candidata presidencial del PAN se alzó con la victoria; los dirigentes azules, de corta estatura de miras, en lugar de condolerse por el desastre partidista nacional, echaron las campanas a vuelo, iluminaron el firmamento con juegos pirotécnicos y ordenaron a sus panegiristas darle vuelo informativo.
La decisión fue irracional. Imagínese usted que se quema la casa y muere la familia, pero el único sobreviviente llora de emoción porque el tendedero de la ropa recién lavada se había salvado del siniestro.
El miércoles 19 de junio el desequilibrio emocional llegó a su clímax con la aparición del sucesor de Nostradamus, el maestro Enrique de la Torre de la Paz (alias Kike), secretario de Comunicación y Vocería estatal, quien profetizó urbi et orbi que “en las próximas elecciones presidenciales la gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel será una de las cartas fuertes del Partido Acción Nacional”.
“No tengo duda que hoy por hoy la gobernadora al estar posicionada como la mejor gobernadora del país, puede ser una carta importante para dentro de algunos años, pero pues faltan 6 años; todavía no entra la primera y nueva presidenta de México”, enfatizó en nombre y por inspiración de Dios.
Aceptemos sin conceder el valor de la profecía para imaginarnos la conformación del potente gabinete presidencial de Jiménez Esquivel que, por supuesto, impactaría positivamente en el desarrollo de Aguascalientes, el progreso de sus habitantes y la beatificación de El Gigante de México.
Revisemos algunos ejemplos de los próceres que harían de México, El Gigante del Mundo Mundial, partir de 2030:
Florentino Reyes Berlié —mejor conocido como Florerito, porque en la mañana no hace nada en la Secretaría General de Gobierno y en la tarde descansa en su casa—, en la Secretaría de Gobernación; Lorena Martínez Rodríguez en la SEP; Luis Enrique García López —artífice de la pestilente Caja Negra del Congreso del Estado—, en la Secretaría de la Contraloría; el múltiple solicitante de licencias como regidor en el cabildo capitalino, Alfredo Martín Cervantes García en la SHCP; el ineficiente Manuel Alonso García, constructor del dinamitado Blindaje Aguascalientes, en seguridad nacional.
Un caso especial es Esaú Garza de la Vega, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, donde se ha destacado porque, acuerdo a los datos reportados por la Secretaría de Economía del gobierno federal, en los primeros tres meses de este año, en Aguascalientes la Inversión Extranjera Directa (IED) fue negativa en 89.58 millones de dólares, y durante el mismo período de 2023 se retiraron 213.27 millones de dólares, por la narcoviolencia y el clima inseguridad pública incendia la entidad; Garza de la Vega despacharía en la Secretaría de Economía.
Leonardo Montañez Castro se haría cargo de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, para desempeñar las funciones de gerente de la presidenta, como lo viene haciendo en Aguascalientes, pero de la gobernadora.
Enrique de la Torre de la Paz, previa obtención del grado de doctor en Ciencia Ocultas por la Universidad de Catemaco —cuna de magos, curanderos y adivinos—, despacharía en la dirección general de Comunicación, Vocería, Clarividencias y Profecías presidenciales.
Y bueno, la mosca en la oreja sería Luis Alberto Villarreal García, el marido incomodo de la gobernadora Jiménez Esquivel, que desde el balcón central del Palacio Nacional exclamaría orgulloso: “Todo este reino es mío”.
Antes de llegar al 2030 el Gigante de México deberá levantar su tiradero, o mejor dicho, el desastre ocasionado por falta de políticas públicas eficaces y rentables para Aguascalientes, empezando por la seguridad pública.
Porque alguien tiene que escribirlo: Hasta la próxima.
marigra1954@gmail.com
