Puñaladas traperas del alcalde, regidor@s y síndic@s
Aquella tarde del miércoles 13 de octubre de 2021, el Ayuntamiento de Aguascalientes 2021-2024 asumió el encargo obtenido en las urnas, llevando a cuestas el arma de acero.
El alcalde Leonardo Montañez Castro, siete regidor@s del PAN, 3 de Morena, 2 del PRI, 2 de MC, y 2 síndicos del PAN, protestaron guardar y hacer guardar la decencia impoluta. La honradez acrisolada. La transparencia auténtica. La efectividad medible. Los resultados tangibles. Y la rentable ecuanimidad. Para dar cumplimiento al artículo 115 constitucional. Pero no ha sido así.
Sesenta días después, La ciudad de tu vida empezó a cuartearse al presentar el alcalde Montañez Castro, en la Ley de Ingresos 2022, una modificación al Impuesto Sobre Adquisición de Bienes Inmuebles (ISABI), aprobada por los integrantes del Cabildo el jueves 11, para subirlo de 2 a 3%, argumentando que con el recurso adicional obtenido se tendrían servicios públicos relucientes. La seguridad pública sería de primer mundo. Las obras rechinando de nuevas. Y el agua potable llegaría a los hogares como si fuera las Cataratas del Niágara.
El lance se dio cuando Aguascalientes ocupaba los primeros lugares en el país en cuanto a ocupación hospitalaria especializada por la Covid-19 y destacaba por el tercer lugar nacional de atención hospitalaria en camas generales, con el 41.78%.
Dos años después, el ofrecimiento no se cumplió. Las palabras viajaron gratis. Los hechos jamás compraron boletos. El ISABI se ajustó. Y de acuerdo a la ENSU-INEGI (3er trimestre de 2023) el 75.5% de la población de 18 años y más de Aguascalientes identificó baches y avenidas como la gran bronca de su ciudad; además, el 98.9% señaló diversos problemas, entre ellos, el suministro de agua potable (77.4%), el alumbrado insuficiente (41.4%) y la delincuencia muy organizada (46.5%).
La segunda puñalada trapera de los regidor@s y síndic@s capitalinos a la población de Aguascalientes, la propinaron el pasado 30 de octubre al aprobar por unanimidad la propuesta del alcalde Montañez Castro, para incluir en la Ley de Ingresos 2024, el impuesto del 1.2 por ciento sobre el valor comercial de los bienes que las personas hereden o donen a sus familiares en línea recta de primer grado; el nuevo gravamen es un cambio radical en comparación con la tasa 0 por ciento de este 2023.
La decisión de los representantes (im)populares generó alarma entre la población. El presidente del Colegio de Notarios Públicos de Aguascalientes, Xavier González Fisher, destacó que esta nueva política fiscal afectará considerablemente a quienes quieran transferir propiedades a sus familiares cercanos. Otto Granados (@Otto2025), sin matiz alguno, escribió en su muro de X: “Además de incompetentes, ahora salen con una pésima ocurrencia. ¿Para pagar parques fotovoltaicos inservibles, concesiones de luminarias, déficit en la operación del agua? @LeoMontanezC”.
Tercera puñalada trapera. Sin importar el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inválido el cobro del Impuesto de Servicio Integral de Iluminación Municipal (SIIM), el alcalde Montañez Castro, con la venia de sus regidor@s y síndic@s, lo incluyó en la Ley de Ingresos 2024.
El Pleno de la SCJN argumentó que este tipo de impuestos son inconstitucionales y exhortó al Congreso del Estado de Aguascalientes para que a futuro se abstenga de aprobar normativas con similares inconsistencias constitucionales.
Casi el 50% de los entrevistados para la ENSU-INEGI (3er trimestre de 2023) respondieron que el sistema de alumbrado público es insuficiente y deficiente; sin embargo, el cobro del DAP, SIIM, o como se llame, es muy suficiente y extremadamente eficiente en el recibo bimestral de la CFE, mientras las señora de las tinieblas reina en las calles de Aguascalientes.
Después de leer esta sangrienta historia. ¿Usted votaría por la reelección del alcalde, regidor@s y síndic@s de Aguascalientes, que no escuchan, no entienden y no atienden?
Porque alguien tiene que escribirlo: La senadora panista Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial perdedora en 2012, va de un lado para otro en triste peregrinar. Lo mismo viene a Aguascalientes con la gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel, que acompaña a la precandidata del FAM (PAN-PRI-PRD), Xochitl Gálvez Ruiz, sin importarle los fétidos olores del tricolor.
En noviembre de 2013 acusó que «el PAN es igual de corrupto que el PRI», en una disertación publicada en su blog y en su página de Facebook, que tituló La hora de reconstruir el PAN, afirmó que “los priistas no cambiaron: son los mismos. Tenemos que reconocer que nosotros sí cambiamos: dejamos de ser el partido de la ética y la seriedad y comenzamos a emular al partido de siempre, ese que jamás cambiará».
El exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, después de 41 años de militancia renunció al PAN, porque consideró como “una vergüenza infinita terminar fundidos con el PRI más corrupto”.
Y apenas la semana reciente, la honesta conciencia de la precandidata presidencia del FAM, Xochitl Gálvez Ruiz, aceptó que “hay muy malos priistas con los que yo no trabajaría como (Manuel) Bartlett o como Alito (Alejandro Moreno Cárdenas), o como el ahora exgobernador de Hidalgo, (Omar) Fayad.
Pues sí, Marko Cortés Mendoza, y Alejandro Alito Moreno Cárdenas están hechos con el mismo barro, el inmundo barro del desprestigio.
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