TOXICOMANIA, EL PODCAST DE TODOS LOS TIEMPOS
En nuestros tiempos las nuevas generaciones hemos venido pagando un coste por las decisiones del pasado que se siguen repitiendo una y otra vez. Uno de estos fenómenos se encuentra en la prohibición del uso lúdico de la marihuana.
Un hecho histórico en el país ocurrió en el año de 1940 cuando se aprobó el uso de algunos estupefacientes como los fue la cannabis y esta dio paso a la dosificación de la substancia a “enfermos” que padecían la adicción. El gestor creativo de esta idea que sólo estuvo vigente durante 6 meses continuos fue el Dr. Leopoldo Salazar Viniegra quien dio como resultado una solución a un problema inexistente en sus tiempos: el tráfico mundial de drogas.
En este podcast nos encontramos ante una epopeya narrativa con la voz de Luis Gerardo Méndez, quien ha apostado por proyectos creativos como este operados desde la plataforma de Spotify y que están al alcance inclusive de quien no tiene membresía. El guion aunque con datos muy poco técnicos, es presumiblemente, parte de la historia recreada de esa época, retrata la picardía de la Chata – una distribuidora de substancias ilícitas- y toda la parafernalia que se encuentra alrededor de ella y del fenómeno de consumo.
A ciencia cierta, en el año 2021 se fraguó en el Congreso de la Unión la iniciativa de regulación de cultivo y consumo de la marihuana, sin embargo, debido a que es año electoral la reforma se quedó en la congeladora para trasladarse hasta el fin del mismo año. La intentona de crear un marco legal regulatorio es una forma de atacar el multifactorial problema de la violencia en el país. Sin embargo, la conservadora forma de verlo frente a casos exitosos en otras partes del mundo aleja a esta tierra azteca de una promesa incumplida como lo es la voluntad de consumir – al menos- una hierba para uso recreativo.
El problema persiste y la “locura” de un hombre que persuadió al General Lázaro Cárdenas da cuenta de lo que sí es posible hacer y una narrativa del pasado nos confronta con la realidad. Una realidad que no acaba con este proceso narrativo, lo que se pone en relieve la capacidad del mexicano promedio para ser adicto o solo ser parte de la estadística del consumo. Vale la pena explorar el fenómeno y la óptica de regulación para una mejor convivencia sin falsos moralismos.
Ignacio González Cervantes
