LAS LECTURAS QUE DEJA EL RANCHO IZAGUIRRE

El caso Teuchitlán, en el rancho Izaguirre en Jalisco, no es un caso aislado ni sencillo. Muchas aristas que se desprenden de su seno, demuestran lo complicado del mismo, así como de un problema no circunscrito a esa entidad, independientemente de la actitud y responsabilidad del gobierno estatal, sino por lo que representa en el país.
Evidencia además una expresión insuficientemente combatida hacia el crimen organizado, con quienes no satisfacen las acciones para descabezarlo y minar sus fuentes financieras o como dice el gobierno federal, atacando las causas para evitar que más jóvenes se les sumen.
Señalo lo anterior, pues es claro que el problema de los desaparecidos ha ido creciendo en todo el país. No es cuestión de ahora ni siquiera del sexenio actual ydel anterior. Tampoco podemos concluir que el lugar señalado haya sido de adiestramiento y exterminio, sobre todo cuando hay no han concluido las pesquisas, por cierto, dejadas por meses por la fiscalía jaliciense de cuño del Movimiento Ciudadano.
Pero lo que si es criticable, es que no se haya hecho todo lo necesario para evitarlo y/o prevenirlo. Es importante lo anunciado el pasado miércoles por parte del fiscal Gerz Manero o el envío de propuestas legislativas y de política a seguir el jueves 20 de marzo. ¿Pero por qué hasta ahora? ya que la cloaca de Teuchitlán se abrió.
En lo personal estoy convencido que no habrá verdades históricas, al estilo de los desaparecidos de Ayotzinapa y que se hablará con la verdad, sin ocultarhechos, lo que no quiere decir que se haya realizado lo suficiente y necesario, de tal manera que este problema no creció solo ni de manera espontánea.
Por lo mismo, nadie puede minimizar todo lo que representa los hechos expresados en el rancho Izagurre, en Teuchitlán, Jalisco. Otra cosa es la intención de torcer y magnificar la versión surgida del colectivo de buscadores en dicha entidad, lo que ha dado pie a montajes de campañas mediáticas contra el gobierno federal, tratando de construir una percepción no congruente con la realidad.
El gobierno en sus tres niveles, deben reconocer que el surgimiento y actuación de los colectivos de buscadores, tiene que ver con la insuficiente atención y despliegue de acciones, que den respuesta a los familiares de los desaparecidos. Es una respuesta ante la ineficiencia e insensibilidad de las autoridades.
Al respecto, lo que no se vale es que haya partidos (PRI y PAN) que politicen el caso, porque lo desvirtúan y pervierten. Y con ello se aleja el tratamiento correcto y adecuado, más aún la verdad y la justicia. Pero sobre todo atizan el fuego de quienes en posturas radicales, que le apuestan al intervencionismo norteamericano, en su presunta lucha contra carteles caracterizados (por ellos) como terroristas, fuera de su territorio, aunque ello implique lesionar con nuestra soberanía.
Esta es otra arista que hay que atender. Y sobre todo, no dejar que este problema se convierta en algo cotidiano y “normal”. Lo peor es que nos deshumanicemos.