Marx. Conciencia de clase y fetichismo

Marx. Conciencia de clase y fetichismo

Marx creó la teoría del fetichismo en sus análisis de la superstición religiosa y en la crítica de las creencias de los economistas clásicos a partir de la noción de fetiche en la antropología y etnología, donde se refiere a un objeto sagrado que según sus adoradores tiene poder sobrenatural. (Chraki, Fahd Boundi «Valor y dinero en Marx». Revista de Economía Institucional. ISSN 2346-2450).

Marx tomó prestado el concepto de «fetichismo» de The Cult of Fetish Gods (1760) de Charles de Brosses, quien propuso una teoría materialista del origen de la religión. La discusión filosófica del fetichismo estuvo presente en filósofos como Kant, Hegel, (Wikipedia: «Term Crossing: Zizek and Fetishism». www.vanderbilt.edu. Palmquist, Stephen R. Comprehensive Commentary on Kant’s Religion Within the Bounds of Bare Reason. John Wiley & Sons. ISBN 978-1-118-61931-5)

En las Tesis sobre Feuerbach, Marx afirmó que “el defecto fundamental de todo materialismo anterior –incluido el de Feuerbach—es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica” [tesis 1] … “arranca de la autoenajenación religiosa, del desdoblamiento del mundo en un mundo religioso, imaginario, y otro real … después de descubrir en la familia terrenal el secreto de la sagrada familia, hay que criticar teóricamente y revolucionar prácticamente aquélla” [tesis 4] … “diluye la esencia religiosa en la esencia humana. Pero la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es el conjunto de las relaciones sociales” [tesis 6] …

La primera mención de Marx del fetichismo apareció en 1842, en su respuesta al artículo en un periódico de Karl Heinrich Hermes, que defendía el Estado prusiano por motivos religiosos. Hermes estuvo de acuerdo con Hegel al considerar el fetichismo como la forma más cruda de religión. Marx rechazó ese argumento y la definición de religión de Hermes como aquello que eleva al hombre «por encima de los apetitos sensuales». En cambio, Marx dijo [Tesis sobre Feuerbach] que el fetichismo es «la religión de los apetitos sensuales», y que la fantasía de los apetitos engaña al adorador del fetiche haciéndole creer que un objeto inanimado cederá su carácter natural para satisfacer los deseos del adorador. Por lo tanto, el apetito crudo del adorador del fetiche aplasta el fetiche cuando deja de ser útil. («Fetishism – Overview – Commodity Fetish». science.jrank.org)

Fredric Jameson (1934-2024) en “En el Postmodernismo, o la lógica cultural del capitalismo tardío” (1991), “vinculó la cosificación de la información y el conocimiento con la distinción postmoderna entre conocimiento auténtico (experiencia) y conocimiento falsificado (experiencia vicaria), que generalmente es adquirido a través de los medios de comunicación masiva”.

Wolfgang Fritz Haug (1936) en “Crítica de la estética de la mercancía: apariencia, sexualidad y publicidad en la sociedad capitalista” (1986), critica «la estética de la mercancía», y advierte “cómo las necesidades y los deseos humanos se manipulan y remodelan para obtener beneficios comerciales”.

Ensayos acerca del fetichismo desde la perspectiva de los sistemas jurídicos afirman que la reificación de las formas jurídicas distorsiona las relaciones sociales (Evgeny Pashukanis (La teoría general del derecho y el marxismo, 1924). Karl Renner, Franz Leopold Neumann, China Miéville, Marc Linder y Duncan Kennedy (The Role of Law in Economic Theory: Essays on the Fetishism of Commodities, 1985)

Por su parte, Walter Benjamin en “El capitalismo como religión” (1921), señaló que “es discutible si la gente trata o no al capitalismo como religión”, ya que, de manera similar como la religión, “el capitalismo esencialmente sirve para satisfacer las mismas preocupaciones, angustias e inquietudes que antes respondía la llamada religión». Así, la religión del capitalismo se manifiesta en cuatro principios:

(i) «El capitalismo es religión puramente de culto, quizás la más extrema que jamás haya existido».

(ii) «La permanencia del culto».

(iii) «El capitalismo es probablemente la primera instancia de un culto que crea culpa, no expiación».

(iv) «Dios debe estar oculto de él, y puede ser abordado sólo cuando la culpa está en su cenit».

La burguesía “ha ahogado el éxtasis del fervor religioso … en las heladas aguas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio. Ha sustituido las numerosas libertades … por la única y desalmada libertad de comercio … en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, directa, descarada y brutal” (Manifiesto Comunista, p. 35, C. Marx, F. Engels, Obras Escogidas, Ediciones de Cultura Popular, sin fecha de publicación).

En crítica a esas tesis, Helena Sheehan (Profesora Emérita de la Universidad de Dublín) dijo que “la analogía entre el fetichismo de la mercancía y la religión es errónea, porque la gente no adora el dinero y las mercancías en el sentido espiritual, atribuyéndoles poderes sobrenaturales. Las creencias sobre las relaciones de valor inherentes al fetichismo de la mercancía no son creencias religiosas … (gazeta.gt https://www.gazeta.gt ›)

Jorge Varona Rodríguez

Ex Presidente del Colegio de Ciencias Políticas y Administración Pública de Aguascalientes

Jorge Varona Rodríguez

Ex Presidente del Colegio de Ciencias Políticas y Administración Pública de Aguascalientes

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