La universidad proyecta sombras

La universidad proyecta sombras

La «Benemérita» Universidad Autonoma de Aguascalientes (universidad pública) se privatiza y se blinda contra la sociedad que la sustenta y la mantiene. 

A 52 años de que la comunidad aguascalentense se movilizará para apoyar la transformación del Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología en una universidad, participando entusiasta y solidariamente en un marathón radiofónico (XEBI) en la exedra de la plaza principal, donde se recibieron  aportaciones monetarias y alcancías de algunas familias, al igual que donaciones de utensilios domésticos de parte de comerciantes y empresarios, para concretar este proyecto educativo. Empatía y solidaridad cívica, pura.

En estos 52 años la universidad ha crecido notablemente: en territorio, en edificios, en estudiantes y maestros, en carreras, maestrías y doctorados, en personal directivo y administrativo, en equipos necesarios para la docencia y la investigación, etc. Para hacer posible todo esto, nuestra casa de estudios se sostiene con aportaciones de la federación y del estado (impuestos que pagamos), así como con recursos propios provenientes de las colegiaturas, el pago de exámenes, la expedición de títulos, las fotocopias, la venta de productos de la Posta, de los souvenirs y de la aportación de recursos del Patronato universitario. 

Si usted quiere ingresar al campus universitario por cualquiera de sus accesos, debe pasar por una serie de requisitos y medidas de seguridad cuasi trumpianas; si es estudiante, profesor o empleado debe contar con una visa (credencial) y su ID (número de identificación personal) para poder acceder sin ser retenido; si no es ninguna de estas tres personas, será retenido, interrogado a dónde va, cuál es el motivo de su visita, con quién va, y si le creen le asignarán un vigilante que lo acompañará hasta que culmine su visita y abandone el campus. 

Ejemplares medidas de seguridad que le hacen a los estafadores y malversadores de fondos, lo que el viento a Juárez. O sea, desconfianza para los ciudadanos comunes y corrientes, y manga ancha para los pillos de cuello blanco y corbata que no proyectan luz, sino opacidad. Mientras la comunidad no se quite el vendaje de los ojos y siga siendo complaciente y omisa con las autoridades en turno, la noche de las burocracias seguirá cumpliendo lustros sin que pase nada.

Enrique Rodríguez Varela

Sociólogo, académico, pensador libre.

Enrique Rodríguez Varela

Sociólogo, académico, pensador libre.

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