SOBRE EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ
Desde hace años tenía mis dudas sobre la validez del Premio Nobel de la Paz, porque consideraba que en mucho se otorgaba por cuestiones políticas y no por la valoración objetiva y meritoria de los galardonados. Cuestionaba el otorgamiento de algunos, pero aún así, le daba el derecho de la duda. Ahora, con el otorgamiento a Corina Machado no creo más en él, con lo que lo borraré de mi interés.
El Comité Nobel se ha puesto del lado de quienes defiende intereses políticos ni buscan la paz Enel mundo. Se han inclinado hacia los intereses del imperio, del nefasto Donald Trump. Corina Machado no representa a un personaje que, “mantiene viva la llama de la democracia en medio de una oscuridad creciente”, como se señala en la proclama que soportó la decisión. Ella no es la luz y la oscuridad creciente Maduro.
Quien puede creerle cuando con motivo del anuncio, mencionara según el cínico de Trump que, “la persona que realmente ganó el Premio Nobel me llamó hoy y dijo: ‘Estoy aceptando esto en tu honor, porque realmente te lo merecías’”. Y no dudo que se lo haya dicho la venezolana. Por algo el nonagenario Premio Nobel de la Paz 1980. argentino, Adolfo Pérez Esquivel le manifestó en una carta enviada que:
Me sorprende cómo te aferras a los Estados Unidos: debes saber que no tiene aliados, ni amigos, solo tiene intereses. Las dictaduras impuestas en América Latina fueron instrumentadas por sus intereses de dominación y destruyeron la vida y la organización social, cultural y política de los pueblos que luchan por su libertad y autodeterminación. Los pueblos resistimos y luchamos por el derecho a ser libres y soberanos y no colonia de los Estados Unidos.


Corina Machado ha aceptado la intervención norteamericana a su país, en una postura claramente entreguista. Si no, porqué entonces no ha dicho nada de la bravata del presidente norteamericano, que ha hecho público su autorización para que la CIA actúe al interior de Venezuela y que no tolera más a Nicolás Maduro.
El problema es que no es la primera vez que el Comité Nobel que actúa a partir de intereses políticos internacionales. El Premio se instauró en 1901 y a lo largo de ese tiempo ha habido cuestionables asignaciones. Sólo pongo tres ejemplos, pero hay más: 1. El presidente norteamericano, Woodrow Wilson, fue galardonado con el Nobel de la Paz en 1919. Un personaje siniestro, apoyador del Ku Kus Klan. 2. En 1978, el primer ministro israelí Menajen Begin y el presidente egipcio Anwar el-Sadat recibieron el Premio Nobel de la Paz, por la firma de los acuerdos de Camp David, que no incluyó a Palestina y si promovió situaciones adversas a ésta. 3. Barak Obama lo recibió en 2009, presuntamente por no registrar ninguna guerra en sus dos periodos presidenciales.
La gota que derramó el vaso fue el otorgamiento a Corina Machado. El Comité Nobel ha rebajado el Premio y sobre todo lo ha politizado. Cavó su tumba.

