¿CUÁL DEBE SER EL PAPEL DE MORENA?
Estamos en el año siete del inicio de la 4T como gobierno federal. Ha dado pasos para la consolidación de un proyecto de transformación, que sin despegarse de un régimen capitalista, se ha deslindado declarativamente del neoliberalismo y más se ha inclinado al modelo keynesiano; ha encabezan transformado muchas de las instituciones, algunas con su desaparición; construyendo un régimen distinto a los anteriores del PRIAN, bajo el eje ideológico de lo que le llaman “el liberalismo mexicano”, donde el principio fundamental es “por el bien de todos, primero los pobres”.
En pocos años ascendieron hasta la cúspide, ganando las elecciones presidenciales en 2018 y refrendándolas en 2024. Ahora gobiernan solos o con aliados, 24 entidades y encabezan la mayoría de los Congresos estatales. La transformación del Poder Judicial a partir de la elección de sus integrantes, les permitirá que preventivamente no ocurra lo que se conoce como “lawfare”, como se aplicó en Latinoamérica por la derecha continental, en el caso de Lula da Silva, Cristina Fernández o Rafael Correa, solo por señalar tres casos.
López Obrador después de la crisis interna del PRD y su derechización, pudo construir en poco tiempo un partido-movimiento de enorme efectividad (Morena), que en mucho se debió a su política del trabajo a ras de piso, en territorio, con el contacto con la gente, pero sobre todo, sin la laxitud política que lo caracteriza en nuestros días.
Este último elemento señalado, se ha convertido en un factor negativo para una expectativa promisoria, de tal manera que, Morena se puede estar convirtiendo en el punto débil de la 4T y de su propia permanencia como gobierno, por varias razones que hay que señalar.
1. El problema no es si la Presidenta de la República acepta o no participar en la marcha convocada para el seis de diciembre próximo en apoyo de su gobierno y que convoca sobre todo Morena. El punto es el papel de este partido, que hasta ahora va a la cola de la Ejecutiva federal. Ha dejado atrás su papel originario de estar en la calle. Vive y actúa al amparo de lo que se dice y dicta desde Palacio Nacional.
2. Cuando la 4T se convirtió en gobierno, su instrumento político-electoral, dígase Morena, abandonó las calles, con los cual, pierde el pulso de lo que pasa en el país. Ahora todo lo ven desde arriba y así definen qué hacer y cómo conducirse. Además, se confunde con una presunta campaña de afiliación exitosa, que los puede llevar a cumplir su meta de diez millones de miembros, pero no cumplir los retos que tienen como partido.
3. Lo anterior va ligado a su divorcio con el movimiento social y de masas, lo cual no pueden sustituir con los efectos positivos, incluso electorales, gracias a los programas sociales. Eso se lo deben a la gestión gubernamental, no a su trabajo político con la gente. Aquí si, no siguen un planteamiento surgido desde el gobierno, En el sentido de que, en el trabajo político, “debe haber más territorio y menos escritorio”.
4. Morena tiene el peligro de convertirse en partido de Estado, que fue un lastre característico del viejo sistema político mexicano, donde el eje era el presidencialismo escenario prevaleciente en el periodo priista, situación que no sería sana para el nuevo régimen ni para lo que se pretende formalmente en el proyecto de la 4T.
El problema es que los morenistas viven obnubilados.

