El factor MC
Lo atractivo de las campañas y procesos electorales es que todo puede pasar. El poder del marketing político, en suma con los atributos y cualidades de una persona, puede lograr cosas extraordinarias. Ahí está Barack Obama como uno de los mejores ejemplos.
En la carrera rumbo al 2024, hasta hace unos meses en la oposición había un vacío que nadie esperaba llenar, como lo ha hecho Xóchitl Gálvez, virtual candidata del Frente Amplio por México. Pero hoy, hoy la historia es otra y Movimiento Ciudadano, el partido que dirige Dante Delgado, ha captado el foco de la atención.
Algunos sondeos y mediciones sobre la renovación presidencial, dan a Movimiento Ciudadano un aproximado de diez por ciento de la intención de voto entre los mexicanos. En 2021, por ejemplo, la intención de voto de MC fue de siete por ciento, lo cual coloca su base entre esas dos cifras.
Ahora bien, entre las cartas más fuertes, Claudia por el lado del oficialismo y Xóchitl por el lado de la oposición, la distancia parece haberse acortado en las últimas semanas. Por ello, la suma de votos de MC era muy importante para el bloque opositor y para las aspiraciones presidenciales de la hidalguense.
Sin embargo, esa posibilidad ha quedado enterrada desde la dirigencia nacional del partido naranja. Y es que en una carta, por demás provocadora, Dante Delgado arremetió contra los partidos de la coalición a los que incluso tildó de impresentables.
Pero más allá de los duros calificativos, el mensaje de MC es claro: su apuesta es a crecer de manera aislada y a consolidar su identidad hacia afuera. En lo personal creo que es la mejor, aunque, repito, la dureza del mensaje era innecesaria.
Lo cierto es que Movimiento Ciudadano se ha consolidado como una alternativa político-ideológica distinta a los partidos tradicionales y ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos procesos electorales, al grado de tener amplia presencia en por lo menos 37 distritos electorales y en 8 entidades del país (Jalisco, Nuevo León, Estado de México, Nayarit, Chihuahua, Campeche, Colima y Nuevo León).
Pero además, en su agenda comulgan ideas que claramente son distintas a los planteamientos de los partidos tradicionales: diversidad sexual, regulación de algunas drogas como la marihuana y el regreso de las Fuerzas Armadas a sus cuarteles. Por ello, una alianza con el bloque de partidos opositores (PAN, PRI y PRD) simplemente los desdibujaría frente al electorado.
Si bien los escenarios de un triunfo en la elección presidencial son francamente complicados, con un candidato como el actual gobernador de Nuevo León, Samuel García o el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Jr, el partido naranja podría alcanzar un porcentaje importante de la votación nacional, acrecentando sus posiciones en el Congreso rumbo al próximo sexenio.
El factor MC, aunque muchos lo dudan, será trascendental en la contienda por la renovación presidencial, porque si bien la justa electoral se caracterizará por su polarización (quienes están a favor de la 4T y quienes están en contra), será interesante ver cómo responde el electorado frente a una tercera opción, que restará votos a uno de los dos proyectos. La pregunta es ¿de qué tamaño será el boquete para uno u otro bando?.
