EL SALVAMENTO PARA LOS RICOS

EL SALVAMENTO PARA LOS RICOS

El mes pasado el Fondo Monetario Internacional distribuyó entre sus miembros 650 mil millones de dólares, como expresión de los llamados Derechos Especiales de Giro (DEG), en lo que consideró una proveeduría de liquidez adicional al sistema económico global, sobre todo por la situación de contracción económica a nivel mundial, en gran medida producto de los efectos de la pandemia.

Conforme lo señaló la directora del organismo, Kristalina Georgieva, con la medida se pretende apoyar a la política económica de los países miembros o profundizar la lucha contra la crisis, a partir de este suplemento a las reservas externas de los integrantes del FMI. Hasta aquí podíamos concluir en lo resaltable de la medida, pero ya viendo las particularidades, entonces encontramos la verdadera fisonomía del organismo, la misma que le hemos conocido de siempre, en su óptica capitalista neoliberal.

La realidad es que la medida beneficia fundamentalmente a los grandes países, en tanto el criterio para el reparto es definir el monto a partir del porcentaje de aportaciones que da cada miembro del FMI, lo que evidentemente perjudica a los países pobres. Con esta base, los grandes países, que son los menos, se llevarán el 58 por ciento del recurso; los países emergentes (entre los que se encuentra México), se llevarán el 38.8 por ciento y los pobres, que más requieren recursos, apenas recibirán el 3.2 por ciento.

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Es lo mismo que en el ámbito farmacéutico está sucediendo con las vacunas y las patentes de las mismas. Las grandes potencias las acaparan y distribuyen a cuentagotas a las naciones pobres, sin importarles que suceda en estos países. El acuerdo al respecto impulsado por México en la Organización de las Naciones Unidas quedó solo en pieza retórica, pero en los hechos ni se liberaron las patentes para entregarlas a la sociedad del mundo ni se ha permitido el manejo justo y equitativo en el control de la pandemia.

[bctt tweet=»Es pues un Fobaproa mundial, lo cual es cuestionable y criticable sin duda.» username=»»]

Con otra lógica y fin, más ligada al beneficio del mundo en su conjunto, se hubiese decidido actuar al revés, para apoyar más a los países pobres y menos a los ricos, correspondería más a una cuestión de justicia. En cambio, el Fondo Monetario Internacional ha propuesto que los países más poderosos y los emergentes, podrían prestarles a su vez (si así lo disponen) a los pobres, lo que entonces nos lleva a la conclusión que prefirieron salvar a los ricos y más poderosos, a diferencia de los que necesitan más. Es pues un Fobaproa mundial, lo cual es cuestionable y criticable sin duda. Por ese camino, el resultado será que los ricos seguirán siendo ricos y los pobres se hundirán más en la miseria, menos aún saldrán del hoyo que los condujo la pandemia.

Si bien ha dejado una dura lección la pandemia, es el ahondamiento del horizonte que separa a los ricos de los pobres y que éstos, han sorteado mayores obstáculos para subsistir, de tal manera que no sólo es la desatención y la muerte, sino también la precarización.

Como parte de la DEG, a nuestro país le tocó como nación emergente, recibir doce mil millones de dólares, los cuales, según se ha anunciado por parte del Presidente de la República, se destinarían al pago de la deuda, sobre todo los leoninos intereses que nos tienen sujetados a los organismos internacionales, es decir, de alguna u otra manera, vuelve a la bolsa de la cual provino, sin que se vaya a ver reflejada en el desarrollo del país.

Al principio hubo dudas de la decisión, incluso se especuló que pudiera hacerse como se proponía, lo cual se confirmó después de conocerse la opinión del Banco de México, que por cierto, en el caso de nuestro país, es independiente del gobierno federal.

Por lo menos para la izquierda no es bien vista esta decisión adoptada por el gobierno federal. Desde el principio se había planteado una estrategia más agresiva con respecto al manejo de la deuda, incluso manejando la posibilidad de la moratoria. Pero también se ha venido divergiendo con respecto a la política económica, pues salvo el impulso keynesiano sobre todo en el manejo de los programas sociales, no hay diferencias sustantivas con respecto a las administraciones anteriores.

Para nosotros no se debe impulsar la independencia del Banco de México, tampoco puede prevalecer el manejo macroeconómico, desdeñando la microeconomía. Estamos por una reforma fiscal que grave al gran capital, cuestión que no se ha hecho ni creemos se hará, de tal manera que sigue sin tocarse a la oligarquía financiera. De esta manera, aun con la inyección asistencial y el incremento al salario mínimo (por cierto exigido por los miembros del T-MEC: Estados Unidos y Canadá), no se puede hablar salvo en lo retórico, de reparto equitativo de riqueza. Al contrario, sigue registrándose incremento en la pobreza, en mucho por la contracción económica producto de la pandemia.

Y con esta consideración, lo más factible era utilizar el recurso proveniente del Fondo Monetario Internacional para seguir combatiendo la pobreza en nuestro país, sentar las bases para un mayor dinamismo en la actividad económica, generación de empleo, reactivación del mercado interno y el consumo, cuestión que no se puede llevar a cabo con lo que hasta ahora son los programas sociales implementados por el actual gobierno.

La propuesta para utilizar los recursos en nuestra recuperación, está dada en un hecho incontrovertible. En 2020 México decreció 8.4% en el PIB y se espera (a decir del Presidente de la República) que este año haya una recuperación de cinco puntos, es decir, todavía por debajo de lo que se perdió el año pasado. De tal manera que, recursos para dinamizar la maquinaria económica se requiere.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

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