Episodio IV El Brebaje del Mal
En tanto los servidores de la Nación instrumentaban las estrategias del Carnal Ángel y la científica Marvel Girl, el Brebaje del Mal fue servido ceremonialmente dentro de aquella antigua copa de vidrio que a modo de Santo Grial, adornaba el púlpito de las mañaneras y que siglos antes había sido fundida bajo mil 500 grados centígrados, y vendida al Palacio de Moctezuma por dos extraviados mercaderes fenicios. El Profesor X, bebió el Brebaje del Mal con un largo sorbo y su acostumbrada paciencia republicana y bajo los efectos de aquella peligrosa bebida se propuso iniciar su homilía de San Lunes antes del lanzamiento inicial en el juego del desafuero.
Estimulado artificialmente, el Profesor X enviaría las señales al Bullpen. Allá en el rincón del toril, sus apreciados lanzadores de relevo calentaban el brazo ejecutor con pichadas para sus 9 entradas reglamentarias y ensayaban las rectas de cuatro costuras, bolas rápidas, cambios de velocidad, y el casi extinto Screwball que había encumbrado al Gordo Valenzuela, afamado hijo de Etchohuaquila, Sonora.
Detrás del plato, agazapado y cubriendo su papel de receptor, la Bestia, con dos estruendosos golpes de su mano izquierda sobre el guante que cubría su diestra, confirmaba la señal del lanzamiento del Profesor X como primer lanzador y abridor del juego del desafuero: ¡bola lenta!, mandó señal la Bestia, ¡bola lenta!, golpeó nuevamente su guante masticando el maloliente tabaco que brujos de Catemaco le habían surtido aquella tarde a todo el equipo. El Profesor X obedeció y lanzó, y la Bestia creyendo que su engaño surtiría el efecto deseado, adelantó su muñeca izquierda hacia el plato y robó aquella bola de humo lanzada lentamente y con épico odio a una aparente velocidad de mil 400 mdp.
Desde la Tribuna, el CEO del FAO intercambió señales de bateo con la alegre y risueña Señora X, el guiño consistía en aguantar el engañoso lanzamiento para desenmascarar aquella vil mentira. Sabía que no tenía que precipitarse, aguantar el bateo consistía en evidenciar la bola de humo que lanzaba entre sus nudillos el Profesor X. Sus ojos tenían que mirar fijamente al lanzador, retarlo y exhibir la perversidad de su vil engaño.
El bate quedó sobre el hombro de la Señora X, jamás cruzó sobre aquel plato cuyas esquinas habían sido previamente borradas para crear a la mala un círculo vicioso encaminado a poncharla con tres lanzamientos. La velocidad y trayectoria de esa bola de humo fue un engaño más que viajo tan lentamente los 18,4 metros entre la lomita y el plato, que desanimó a los dos siguientes lanzadores. El juego del desafuero exhibió la novatez del surdo emergente A. Robles, quien erró su débil recta de contratos turbios con dedos separados o Splitter, mientras el ambidiestro V.H. Romo, con su tráfico de influencias y su imperfecta recta descendente o Sinker, regaló la primera base a la heroína del momento.
En la histórica primera entrada del memorable juego del desafuero 2023 de Pancho Villa, la Señora X avanzó alegre hasta la primera base con la danza de la pluma para satisfacción del pueblo Mixteco y de sus creativos y legítimos patrocinadores de High Tech Services y Omei. El árbitro del juego, umpire por sus siglas en inglés, apenado agachó el rostro y sin remedio decretó ¡base por bolas!, evidenciando la falsedad de la bola de humo y los torpes lanzamientos que cayeron fuera del guante de la Bestia tan lejanos del plato redondo del engaño.
En la tribuna de los apostadores profesionales nadie podía comprender cómo el Profesor X, siendo profundo conocedor del deporte ciencia del beisbol Olmeca, erraba la estrategia del gran juego del desafuero 2023. Los ridículos lanzamientos no tuvieron la velocidad ni la trayectoria requerida para alcanzar la victoria. El juego presagiaba un rotundo fracaso. Nada que ver con los hermosos lanzamientos en el juego del desafuero al inicio del siglo XXI cuando el Profesor X derrotó al villano FoX. La evidencia parecía incuestionable, aquel Brebaje del Mal atacaba sin tregua la memoria del Profesor X y mostraba graves signos de un avanzado Alzheimer que pronto podía llevarle a la tumba.
Continuará, lo prometo…. davidperezcalleja@gmail.com