Las aves palmípedas del Campestre
En esta vida, y en la otra, todo sucede por una razón.
El miércoles pasado, en el texto La rebelión del Campestre, concluí que la rebelión. El exterminio de los caciques. La inconformidad colectiva. Se venían gestando desde el 2012, con la irrupción clandestina de Los Ganzos, dispuestos a lavar la ropa fuera de casa al difundir la descomposición del club en diversas columnas políticas, como la del finado amigo y periodista, Matías Lozano Díaz de León.
Pues bien, Vale al Paraíso, de excelente memoria y prehispánicos archivos, recuerda la vieja placenta de la asonada de Los Ganzos, que se hace publica 12 años más tarde con el pulcro Informe del Comité de Auditoría presentado a la Asamblea anual del Campestre de Aguascalientes, el 7 de este mes: Después de varias revisiones, actualizaciones y análisis del Comité y del Auditor Interno, fueron aprobados por el Consejo, en el presente mes, tres manuales de relevancia para el control de la gestión, comportamiento y uso de recursos del Club.
Por su relevancia, dado los tejes y manejes, cito dos: I. Manuales de adquisiciones de productos y servicios, y de proveedores. II. Debido a la falta de una regulación respecto de colaboradores y directivos del Club sobre su relación con terceros, y las propias que corresponden a sus funciones, se formuló un Manual de Integridad, que contempla entre otros temas un código de ética, políticas anticorrupción y políticas de no conflicto de interés, en materia de comportamiento de proveedores, colaboradores, consejeros y socios, así como regular los casos en que procede la aceptación de presentes, atención y viajes por parte de socios, proveedores, clubes y asociaciones.
A propósito de las observaciones y recomendaciones del Comité de Auditoría, retomo el viejo texto, jamás desmentido, Conflicto de interés en el Campestre (La Jornada Aguascalientes, 29/04/2015). Corre video:
De acuerdo con el escrito de Los Ganzos “el costo de las obras en el Hoyo 19 fue de 4 millones de pesos y Mario Romo Muñoz (+), alias La Bola, presidente del Club, presenta una cuenta de 6 millones de pesos”. Mi garganta profunda, por el contrario, afirma que la construcción se elevó a “8 millones de pesos” y el concurso para asignarla fue “un verdadero cochinero para entregársela a Nicandro Valdepeña Campos”.
Otro asociado escribe que los contratos otorgados en el Campestre son para los preferidos “amigos Nicandro Valdepeña Campos y Fernando de León Romo, este último, actual consejero (cancha de futbol 7 y alrededores)”; el primero está “involucrado en flagrante conflicto de interés con Romo Muñoz y otros directivos.
Valdepeña Campos “construyó la casa del actual tesorero del Club, Rubén Morfín Hernández” (presidente del Consejo Directivo a partir de febrero de este año), señalan algunos dedos flamígeros, pero además destacan que “en 2006 este ingeniero edificó la mansión del presidente Romo Muñoz en el Fraccionamiento Los Vergeles”.
Durante la administración de La Bola Romo Muñoz se incubó la violencia generada por algunos socios en el restaurante del Hoyo 19 y en el campo de golf. El 15 de junio de 2015, el columnista Lozano Díaz de León se refiere a una carta que Rodrigo Reynoso Muro, encargado del Hoyo 19, le escribe a Gustavo López Lamas, gerente del Club, para enterarle que el alcoholizado Jorge Gómez González, entonces presidente de Canacintra Aguascalientes, le propinó “un fuerte golpe en el rostro, mismo que me daño el pómulo y el ojo, y con el mismo golpe casi pierdo el conocimiento, y no quedando a gusto con el golpe que me propinó, hizo también lo mismo con dos de los guardias”.
Además, el periodista informa que Eduardo Barba le sacó un revolver y “encañonó” a Walter Romo, por un incidente en el estacionamiento de los carritos de golf, el viernes 5 de este mes.
El Cosca Gómez González fue suspendido de sus derechos dos años. Eduardo Barba salió expulsado de por vida del Club, platica el columnista.
Hasta aquí la columna publicada aquel 25 de abril de 2015.
El antiguo texto cobra vigencia por las puntuales observaciones y recomendaciones del Comité de Auditoría, pero además, por un correo que circuló después de la asamblea que eligió a Rodrigo Boby Castañeda Romo como presidente la organización, para recordar que Valdepeña Campos “estaba vinculado a Oscar López Velarde Vega, entonces titular de la Secretaría de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial durante la administración del gobernador Carlos Lozano de la Torre, porque le construyó al entonces funcionario un estacionamiento público en la avenida Colosio, junto al edificio médico Okabe, donde algún día estuvo la finca familiar”,
Tras breve repaso histórico, el remitente pregunta: “¿Continuará el constructor Valdepeña Campos con los trafique de poder al interior del club, considerando el lazo consanguíneo que lo une a Arnoldo Valdepeña López Velarde, tercer vocal del nuevo Consejo Directivo del Club Campestre de Aguascalientes?”. Ya se verá.
Porque alguien tiene que escribirlo: Mientras el titular la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, el nefasto poblano Manuel Alonso García, anda de paseo en Estados Unidos, donde visita las oficinas del FBI, la ciudad de Aguascalientes vivió momentos de terror, horror y fuego, con el narco incendio de 13 vehículos en diversos puntos de la capital, el pasado sábado.
El Gigante de México sigue haciendo historia, pero historia negra.
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