EL JUICIO DE AMPARO Y LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL

EL JUICIO DE AMPARO Y LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL

Todavía hay maestros que enseñan que es lícito desobeder las leyes injustas y sin embargo no pueden identificar un árbitro de la justicia.

Entre la prolija, engañosa, antidemocrática y casi casi instrumental para un golpe de estado, iniciativa de múltiples reformas a la Constitución y a leyes generales, el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, arremete con argumentos falaces y distorsionados contra la Suprema Corte de Justicia y ahora contra la suspensión en los juicios de Amparo.

La palabra del presidente es seductora, su aire entre bonachón e ingenuo, su papel de víctima y su simulación de mesías y redentor, convence a muchos pero también decepciona a otros. Su habilidad para la manipulación y su destreza para el chantaje van a la par con su cinismo y desvergüenza. Su machismo, su transfobia y su misoginia le han sido inocultables y sin embargo, los líderes de este tipo de movimientos se hacen disimulados con tal de poder optar por los beneficios de una posición política o de una prebenda.

Tras cinco larguísimos años el ejército y la delincuencia siguen en las calles, la violencia no ha sido controlada y donde se ha controlado es por la hegemonía de un grupo de las mafias delincuenciales, apostrófa del neoliberalismo peros sus políticas económicas son neoliberales, despotrica contra EE.UU. y se ha convertido en el más fiel sirviente de las acciones antiinmigrantes, ha hecho de nuestro país el muro que pregonó Trump, ha ejecutado al pie de la letra el apotegma romano “divide et impera” dividiendo y enfrentando a la sociedad mexicana, a sus propios empleados y seguidores y hasta el Ejército vs. la Marina, ha comprado a precios baratísimos el ánimo y la disposición de muchos mexicanos que por una limosna y ante la convicción de que el hambre es canija pero más es que la aguanta, AMLO ha extendido la dependencia asegurando la permanencia en la pobreza extrema del mayor número de mexicano en la historia para comprar y disponer de su voluntad y sus votos.

Ante este panorama desolador inexplicablemente, asumiendo una buena fe el presidente, vomita una propuesta de múltiples modificaciones constitucionales y legales, que deberían ser objeto de un análisis concienzudo que difícilmente se podría dar al cuarto para las doce de su mandato y en pleno período electoral.

A reserva de referirme a otros aspectos de la iniciativa, si la tolerancia del lector así lo permite, me referiré al instrumento de defensa de los derechos fundamentales y de la legalidad más importante, eficaz y accesible que el ciudadano tiene frente a la autoridad. Esto es importantísimo y debe recalcarse: EL JUICIO DE AMPARO ES UN MEDIO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CIUDADANO FRENTE A LAS ACCIONES ILEGALES DE LA AUTORIDAD.

¿A quién incomoda el juicio de amparo? A la autoridad venal. ¿A quién limita el juicio de amparo? A la autoridad arbitraria. ¿Quién ataca al juicio de amparo? La autoridad que no quiere sujetarse a los límites de la ley y pretende erigirse en la ley misma, por encima de las disposiciones constitucionales y por encima de los órganos jurisdiccionales de vigilancia y protección de la legalidad.

Frente a los críticos del Amparo, hay cientos de miles de mexicanos que en alguna circunstancia de apuro han logrado “el amparo y protección de la justicia federal” para no ser víctimas de las arbitrariedades de la autoridad. EL JUICIO DE AMPARO NO ES UNA FORMA DE ELUDIR EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY, por el contrario quien promueve un juicio de amparo se somete a la autoridad judicial federal, la que por supuesto ordenará el sujetarse a la jurisdicción de la autoridad de quien se queja, en tanto se resuelve el amparo.

El juicio de amparo es un instrumento que la humanidad ha ido perfeccionando para protección contra el autoritarismo, para garantizar el cumplimiento de la ley y el respeto no sólo de los derechos fundamentales, sino el cumplimiento de la plena legalidad. Los primeros atisbos del amparo se dieron con el “habeas corpus” la orden de exhibir a un detenido para verificar su integridad y hacerlo quedar a disposición de la autoridad jurisdiccional. El Justicia Mayor de Aragón creó un sistema legal de protección frente a las arbitrariedad con la facultad de amparar a las víctimas. Durante el virreinato se estableció un procedimiento de Amparo mediante el cual la Real Audiencia protegía, principalmente a los naturales de la ilegalidad de las autoridades, quedando bajo la protección del Rey, en tanto se resolvía la procedencia o no de la actuación de la autoridad. En el México independiente se perfeccionó el juicio de amparo estableciendo dos etapas una primera importantísima, la suspensión, en que el juez constitucional suspende los efectos del acto reclamado para que prima facie se analice la legalidad del acto de que se queja y se suspenda si tiene visos de inconstitucionalidad, para evitar que se realicen actos que resulten de imposible o muy difícil reparación. En la segunda etapa se analiza y resuelve de fondo si el acto reclamado es o no inconstitucional.

Cuando la autoridad (el presidente) se queja de un “abuso del amparo”, habría que señalarse que no se puede abusar de la justicia y no puede haber uso abusivo del derecho cuando se le solicita a la propia autoridad jurisdiccional.

La Suprema Corte es la garantía para el ciudadano de que la legalidad se respete, de limitar el ejercicio abusivo de la autoridad, de poner límites a la arbitrariedad, de expulsar de la cancha del derecho mexicano, a las leyes inconstitucionales, de asegurar que los tratados internacionales en materia de derechos humanos se apliquen y en general asegurar para los mexicanos el reconocimiento y protección de sus derechos fundamentales y de la legalidad en toda la extensión de la palabra.

No hay inversión que reditúe más que la defensa del Juicio de Amparo y de la Suprema Corte.

jemartinj@aim.com facebook jemartinj X @jemartinj

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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