Maltrato animal y sus múltiples formas.

Maltrato animal y sus múltiples formas.

“La grandeza de una nación y su desarrollo moral, pueden juzgarse por la forma en que trata a sus animales”.«Contribuir me hace sentir que soy útil al planeta.»

— Mahatma Gandhi

En 1862, Abraham Lincoln se encontró con Harriet Beecher Stowe y le dijo: “Así que usted es la pequeña mujer que escribió el libro que inició esta gran guerra”. Ella es la autora del libro La cabaña del Tío Tom. Un libro que trata sobre la esclavitud. Ella, durante muchos años de su vida, evitó toda lectura y alusión al tema de la esclavitud por considerarlo demasiado doloroso para indagar en él y por creer que la ilustración y la civilización crecientes sin duda la abolirían. Pero a partir de la ley de 1850, cuando oyó, con enorme sorpresa y consternación, a personas “cristianas y humanitarias” recomendar que, como obligación de buenos ciudadanos, se devolvieran a la esclavitud a los esclavos fugados, sólo pudo pensar: «Estos hombres no pueden saber en qué consiste la esclavitud; si lo supieran, esta cuestión no se prestaría a la discusión.» Y de allí le nació el deseo de realizar el libro.

En esta obra, la autora relata la esclavitud y todas las formas de abuso y maltrato que había para con los esclavos, también relata como un principio de la jurisprudencia de su época decía que una persona de extracción negra no podía testificar en un juicio contra un blanco, con lo que el sistema de la esclavitud, al negar al esclavo el derecho de testificar, convertía a cada amo individual en déspota irresponsable. También declara que “no hay nada que proteja la vida del esclavo excepto el carácter de su amo”. Cuestiona al decir: “Si las leyes de Nueva Inglaterra dispusieran que un amo puede de vez en cuando torturar a un esclavo hasta matarlo, ¿serían vistas con la misma compostura? No se puede escribir, ni relatar, ni concebir ninguna tragedia que iguale la terrible realidad de las escenas que transcurren cada día y a cada hora, bajo la sombra de las leyes americanas…

Quise destacar estos hechos, pues se vinculan precisamente con el escabroso tema de “la esclavitud y maltrato animal”, ya que los animales además de estar esclavizados por la especie humana, carecen de voz y de leyes que los protejan contra el carácter de sus “humanos” distan mucho de protegerlos. Así como los humanos de raza negra nacieron libres pero el humano de raza blanca se apropio de su vida, así la especie humana se ha adueñado de la vida de los animales y de sus hábitats, dejándolos a merced del “entender humano” mismo que con su proceder, ha logrado que aproximadamente 5.200 especies de animales se encuentren hoy en peligro de extinción en la actualidad.

El maltrato animal presente en la historia humana, se realiza todos los días debido a una visión antropocéntrica, lamentablemente tradicional, generalizada y normalizada donde los animales son considerados propiedad de los seres humanos y su tratamiento dependerá de la utilidad que tengan para las personas, lo que resulta en un trato indiferente o cruel hacia los animales, intentando frenar un poco esta postura, ha habido diversos intentos para protegerlos como los Derechos de los Animales, las Legislaciones de Protección Animal, el énfasis en el Bienestar Animal y el intento de llevar este tema hacia la conciencia Pública, aunque con poco éxito.

Hoy en día, las redes sociales y los medios de comunicación muestran cada vez más, diversas imágenes del sufrimiento de los animales, lo que han logrado sensibilizar a la población logrando la indignación pública y un consecuente mayor activismo en la creación de conciencia sobre el maltrato animal.

Pero ¿de que se habla cuando se habla de maltrato animal? Como cualquier conocimiento, las concepciones y por ende las definiciones, se han ido construyendo y variando con el tiempo. El concepto de maltrato animal ha evolucionado desde una visión tradicional de los animales como propiedad, hacia una mayor conciencia sobre sus derechos y su bienestar. A medida que las sociedades se han vuelto más sensibles a esta cuestión, se van viendo avances en las legislaciones y una creciente presión para mejorar el trato a los animales en diversas áreas.

Y hablo de sociedades porque no es lo mismo un país que otro, la abolición del maltrato animal varía dependiendo de los criterios y estándares utilizados para medir el progreso en ese ámbito. Los países más avanzados tienen leyes y

regulaciones sólidas además de contar con organizaciones gubernamentales o no, dedicadas a la protección animal, así como contar con programas de concientización pública. Suiza se destaca en este tema por su enfoque progresista; Reino Unido además de leyes y regulaciones, cuenta con organizaciones mundialmente reconocidas; Austria posee un enfoque serio en la aplicación de sus leyes de protección animal; Nueva Zelanda ha implementado leyes para el bienestar animal y tiene un fuerte sistema de regulación para garantizar el trato adecuado de los animales y Alemania es considerada un país líder en Europa en este ámbito.

Del otro lado de la moneda es difícil señalar específicamente cuáles son los países más atrasados en abolir el maltrato animal, en general estos países enfrentan desafíos significativos en términos de bienestar animal debido a la falta de recursos, educación, y conciencia pública sobre el tema, lo que conlleva a mayor maltrato animal y a la ausencia de leyes y regulaciones efectivas para proteger a los animales. En general son países con economías en desarrollo y sistemas políticos inestables. Las condiciones de vida de los animales en estos lugares son precarias debido a la falta de infraestructura y recursos para garantizar su protección adecuada como es el caso de México y en específico de Aguascalientes. Al calce, México ocupa el primer lugar en maltrato animal a nivel Latinoamérica y el tercero a nivel mundial.

En estas sociedades atrasadas, habrá entonces fenómenos de maltrato claros, por ejemplo se sabe que el lenguaje y sociedad van intrínsecamente ligados. Lamentablemente, las palabras y expresiones especistas son una extensión de la discriminación hacia los animales en nuestra cultura.

Expresiones como “Te tratan peor que a un animal “, “La abandonaron como si fuera un animal”, “Lo encerraron como a un animal” o “La maltrataban como a un animal” son claros ejemplos de cómo el lenguaje está plagado de especismo y avala el maltrato hacia los animales como algo “intrínseco y natural”, pero un león enjaulado no es un león, sino un león enjaulado y quien lo enjauló fue precisamente la crueldad humana.

Desde los primeros días de la evolución humana, la cooperación y el cuidado mutuo han sido importantes para la supervivencia de las comunidades humanas. La capacidad de sentir empatía y compasión hacia los demás es parte de lo que nos hace humanos y ha sido fundamental para el desarrollo de sociedades colaborativas y civilizadas. A lo largo de la historia, diferentes culturas y religiones han promovido la compasión como un valor central. Sin embargo, en algunas civilizaciones algunos integrantes menos fuertes o menos hábiles, cuando no morían, poco a poco eran marginados o sometidos y así empezaron a emerger las grandes diferencias sociales y el abuso hacia los más vulnerables. El maltrato ejercido hacia los animales por parte de algunos elementos de la especie “más evolucionada”, simplemente por diversión o por afanes de lucro o de poder, sin considerar el daño a un ser que —más allá de su capacidad cerebral o física— queda a merced de su ambición, es precisamente el meollo y el origen del abuso y el maltrato para con los vulnerables ya sean infantes, ancianos, mujeres, países, o animales.

Cientos de miles de especies han sido definitivamente extinguidas a causa de la caza indiscriminada, y vastísimas extensiones de selvas fueron desertizadas por la tala industrial o los abusos a que da lugar la especulación del terreno. Las fuertes desigualdades sociales y políticas, las cruentas guerras, el terror, la violencia hacia lo diferente del modelo hegemónico en un sistema patriarcal incluyendo el maltrato animal entre otras cosas, y obedecen a algo más que al equilibrio que le es propio a la naturaleza. Tal cantidad de desolación sólo puede ser explicada por aquello que le otorga un sentido: la crueldad, la perversidad y el sadismo.

Solo por poner algunos ejemplos, es sabido que en Roma (siglo VIII ac a siglo V dc.), se disfrutaba de la escenificación de matanzas de animales “salvajes” incluyendo leones, tigres, elefantes, osos amén de los esclavos gladiadores; se estima que fueron miles los sacrificados para entretenimiento público, pues formaba parte de la cultura de la época (hoy 1500 años después, se siguen matando toros por las mismas razones).

En otro contexto, los primeros datos documentados acerca de la crueldad y la violencia hacia los animales provenían de anécdotas del mundo rural francés escritas por viajeros, curas o informes de prefectos. De esta forma se dieron a conocer los juegos con los que la gente de campo pasaba su tiempo libre: tirar flechas a una rata viva previamente clavada a una

tabla, matar a pedradas a un gallo en una prueba de destreza o desgarrar a un ganso en un concurso náutico. Sin mencionar, por supuesto, que en actos de brujería se quemaban vivos sapos, serpientes y ratas, o que en la medicina popular era común abrir una gallina viva o sacar el corazón de un cuervo para curar la meningitis. Antes de 1848 ya existían las peleas de gallos en el norte y los juegos taurinos en el sur (aunque no todavía en la versión española). Se sabe que, en 1781, en plena Ciudad Luz, los domingos y lunes existía el concurrido espectáculo de perros furiosos que atacaban a toros, lobos, osos, mulas y cerdos salvajes hasta matarlos. En ocasiones especiales hasta tigres y leones eran lanzados a la muerte. Se dice que este espectáculo, tolerado por la policía, era organizado por los carniceros como un divertimiento, al margen de sus actividades normales de sacrificio de los animales domésticos.

Hoy en día el déficit de empatía se manifiesta en múltiples formas de crueldad y “explotación institucionalizada de los animales no humanos”, así como en el hecho de no conceder más valor a nuestro entorno que el meramente instrumental.

Con estos datos podemos entonces enlistar algunas de muchas formas crueldad, perversión o sadismo humano traducido en maltrato animal tales como:

Experimentación en Animales: La experimentación en animales, especialmente en el campo de la investigación médica y científica, ha llevado a situaciones de sufrimiento extremo para los animales. Esto ha incluido pruebas de productos químicos, medicamentos y procedimientos invasivos que causan dolor y sufrimiento innecesarios.

Caza Furtiva y Tráfico de Especies: La caza furtiva de animales en peligro de extinción, como los rinocerontes y los elefantes, para obtener sus cuernos o marfil, el pangolín por sus poderes curativos, así como el tráfico ilegal de especies silvestres como mascotas exóticas o su encierro en zoológicos, ha tenido un impacto devastador en la biodiversidad y ha causado sufrimiento a los animales. Al calce, los animales no humanos solo cazan cuando tienen hambre y atacan cuando se sienten en peligro, nunca cazan por deporte o por aburrimiento, ni mucho menos se deleitan con el sufrimiento de sus presas o de sus contrincantes.

Mataderos y Cría Intensiva: En la industria alimentaria, los mataderos y las granjas de cría intensiva han sido objeto de críticas debido a las condiciones inhumanas en las que se mantienen y matan a los animales destinados al consumo humano. Estos animales sufren toda su vida en espacios confinados siendo sometidos a miles de prácticas crueles.

Peleas de Animales: Las peleas de animales, como las peleas de gallos y las peleas de perros, son actos crueles en los que los animales son forzados a luchar entre sí hasta la muerte quedando con muchas de las veces con lesiones graves, todo en beneficio del entretenimiento humano y afán de lucro.

Caza Deportiva y Trofeos de Caza: La caza deportiva, en la que se cazan animales por diversión y se exhiben trofeos como cuernos o cabezas, ha sido ampliamente criticada por causar sufrimiento y poner en peligro la supervivencia de especies. Tristemente la obsoleta Ley de protección de vida silvestre de México, avala estas prácticas.

Abandono y Maltrato Doméstico: El abandono y el maltrato de animales domésticos, como perros y gatos, son actos crueles que afectan a millones de animales en todo el mundo. Esto incluye la negligencia en la provisión de cuidados básicos, el abandono en la calle y el abuso físico.

Entretenimiento con Animales: Este apartado incluye corridas de toros, rodeos, circos, zoológicos, charreadas, becerradas, carreras parejeras, carreras de caballos, de galgos, acuarios, pajaritos de la suerte, shows de animales amaestrados, carruseles con ponis, o incluso partir en dos a un pollo vivo para demostrar que contrincante es el más diestro y fuerte, como sucede hoy en día en algunas festividades religiosas en Nochistlán. Cabe destacar las condiciones precarias de manutención de los animales y la utilización de los métodos de entrenamiento crueles son temas han que dejado mucha tinta para el debate.

Cría de perros y gatos de raza: Gran parte de la sociedad invita a adoptar perros en vez de comprar. Este pensamiento surgió después de revelarse el negocio de la cruel crianza de perros donde las hembras reproductoras viven en condiciones deplorables y su salud es llevada a límites extremos. La mayoría de los criaderos son insalubres y los canes carecen de

atenciones básicas como veterinarios, comida, agua y lugares donde desechar sus necesidades. Los cachorros son muy propensos a enfermedades y al ser separados de sus madres a temprana edad, sufren miedo, inseguridad y numerosos problemas de comportamiento.

Irresponsable acumulación de animales: Esto sucede cuando los animales humanos no pueden satisfacer las necesidades de atención básicas de cuidados incluyendo suficiente espacio e instalaciones para su sano desarrollo. Algunas personas muestran un comportamiento similar al síndrome de Diógenes, pero en relación a los animales.

Humanizar a los animales: Los animales actúan muy diferente al hombre. Ellos no se basan en la emotividad para realizar sus funciones y actividades y no realizan profundos análisis de las situaciones. Se basan en su instinto, en sus sentidos, en los estímulos inmediatos y en su memoria para actuar. Todo acto propio de humanos puede repercutir negativamente en su comportamiento. Que viva como humano hace que tiendan a la obesidad, a la agresividad o a la extrema timidez e inseguridad. No logra desarrollar sus capacidades y puede resultar herido o intoxicado ante la insistencia de sus propietarios por peinarlo, colocarle accesorios, llevarlo en bolsos, vestirlo con prendas ajustadas y hasta perfumarlo y maquillarlo. En este apartado se incluyen los videos donde se ridiculizan y/o disfrazan a los animales para divertimiento humano, tanto producirlos como consumirlos.

Venta de mascotas: Los animales son vidas no objetos comercializables lo que incluye encerrar aves, peces, reptiles, y diversos mamíferos en jaulas o peceras diminutas. Esto incluye las prácticas de pintar a los animales para hacerlos más atractivos. Hay que ser conscientes que muchos animales en venta son crías (muchas veces sin siquiera haber sido destetados en el caso de mamíferos) que requieren de la presencia de su madre para desarrollarse adecuadamente.

Ritos, santería, superstición: Para algunas personas, la Semana Santa recuerda la Pasión de Cristo. Para otras, son vacaciones, y para quienes creen en la santería, es el momento clave para hacer rituales en los que se sacrifican animales. También suceden diversos ritos en tiempos de día de muertos o amarres amorosos con colibríes vivos para el día de San Valentín. Incluso ahora se reproducen mariposas para ser liberadas y adornar bodas o quince años. Estas prácticas están prohibidas, pero, a pesar de la legislación local, no hay personas procesadas y condenadas por ese delito.

La industria de las pieles: Las granjas peleteras crían estos animales en condiciones controladas y luego los matan para obtener sus pieles, se estima que millones de animales son sacrificados anualmente en la industria peletera. Esta ha sido objeto de controversia debido a las preocupaciones éticas relacionadas con el sacrificio de animales para la obtención de sus pieles. Estimar el número exacto de animales sacrificados en esta industria puede ser difícil debido a la falta de transparencia y la variabilidad en las prácticas de crianza y matanza en diferentes países y regiones. En la industria peletera, los animales comúnmente sacrificados incluyen visones, zorros, chinchillas, conejos, castores y otros mamíferos.

Animales de carga y tiro: El abuso en animales de carga y tiro ha sido una preocupación a lo largo de la historia y, lamentablemente, aún persiste en algunas partes del mundo. Los animales de carga, como burros, mulas, caballos y bueyes, son utilizados para transportar cargas pesadas, mientras que los animales de tiro son empleados para trabajos agrícolas y forestales, entre otros. El abuso en estos animales puede manifestarse de diversas maneras, como la sobrecarga, la falta de descanso adecuado, la falta de alimentación y agua, el uso de equipos inapropiados que causan heridas y lesiones, y la exposición a condiciones ambientales extremas sin protección adecuada. Además, a menudo los animales de carga y tiro son maltratados física y emocionalmente por su cuidador.

Los defensores de estos animales se enfocan en crear conciencia sobre este problema y abogar por leyes y regulaciones que protejan a estos animales además de proporcionar educación a las comunidades que dependen de los animales de carga y tiro para su sustento, para que aprendan a cuidar de estos animales de manera adecuada y humanitaria.

Matanzas encubiertas de “plagas”: La cuestión de si es válido matar animales considerados plagas es un tema ético y moral que genera debate en la sociedad. La respuesta variara según las creencias y valores de las personas, así como las leyes y regulaciones en diferentes países y regiones. Algunas personas argumentan que es necesario controlar las poblaciones de animales considerados “plagas” para proteger los cultivos, prevenir la propagación de enfermedades y evitar daños a la

propiedad. En estos casos, se pueden utilizar métodos humanitarios y efectivos para el control de plagas que minimicen el sufrimiento de los animales, como trampas y métodos de repulsión. Por el otro lado los defensores de animales argumentan que matar animales considerados plagas no es ético y que se deben encontrar soluciones no letales para manejar estas situaciones. Estas soluciones pueden incluir la reubicación de los animales, la modificación del entorno para disuadir su presencia y la educación pública sobre la coexistencia pacífica con la fauna silvestre. Además, fomentar la conservación del hábitat natural y la biodiversidad puede ayudar a reducir los conflictos entre los humanos y la fauna silvestre. Angustiosamente en nuestra ciudad la población y peor aún, los que deben velar por su protección matan gatos, perros, ardillas, palomas, tlacuaches y cualquier animal que les parezca “plaga”.

Ascione propuso la siguiente definición de maltrato animal: “Comportamiento socialmente inaceptable que causa de manera intencional un sufrimiento, dolor o distrés innecesario y/o la muerte del animal”. La pregunta aquí es ¿el maltrato animal es realmente inaceptable socialmente? ¿Es inaceptable en una sociedad donde se mata toros y gallos, o se maltrata a caballos y reces (charrería) por tradición?, ¿dónde se mata a perros, gatos, ardillas y palomas porque ensucian el patio?,

¿Dónde se enjaula y reproducen animales silvestres para entretenimiento humano? ¿dónde los adolescentes filman el desollamiento de un animal vivo para demostrar superioridad y no es castigado debidamente? ¿Dónde los niños queman vivos a gatitos porque les pareció divertido? ¿Dónde la ley de protección animal excluye los casos que no convienen proteger como el caso de los animales silvestres o los utilizados en las “tradiciones”?

Es una realidad que el maltrato animal esta introyectado en la conciencia pública y normalizado y peor aún legalizado en nuestro país.

La definición de crueldad en relación a los animales también debería incluir los actos de maltrato por abandono o negligencia, así como el abuso físico y emocional. A medida que las sociedades han evolucionado, las leyes y regulaciones relacionadas con el maltrato animal también se han desarrollado para abordar diversas formas de abuso ampliando las categorías de maltrato como las peleas, cría inhumana, mutilaciones médicas, e incluso cierre de zoológicos. Entre muchos otros.

Hay varias formas del maltrato animal, pero, aunque son distintas, tienen un mismo origen: la acción humana.

Con poca o nula educación sobre el respeto y conciencia animal desde pequeños, el animal humano puede llegar a realizar actos con dolo como parte del morbo o del sentimiento de superioridad ante una criatura indefensa que, por sus características o condiciones, no puede defenderse. Ser indiferentes ante acciones de maltrato producidas por otra gente o justificar tales actos, también tiene lugar en esta categoría.

¿Hasta cuándo las personas seguirán sintiéndose con derecho a destruir la naturaleza a su antojo y matar o divertirse a costa del sufrimiento de otros seres vivos?

En contraparte ¿qué puede hacer un individuo cualquiera? Creo que, como todo, debe decidir eso cada individuo por sí mismo. Hay una cosa que cada individuo puede hacer: puede procurar tener sentimientos buenos. Cada ser humano debería estar rodeado por una atmósfera de influencia compasiva, y el ser humano que tiene sentimientos fuertes, sanos y justos sobre las grandes cuestiones de la humanidad, es un gran benefactor para evitar y contrarrestar la violencia y el maltrato animal.

Comparto algunos links para la reflexión

https://sinmaltrato.org/ (atlas sobre maltrato animal en México)

https://unamglobal.unam.mx/global_revista/colibries-en-peligro/

https://www.facebook.com/100063800640580/posts/pfbid0229Rwc1QRijVWBDJJMddJeqi3UDGFUUgX4f3ZuUc E4HCbAxxbP9H9RgyY64FmhANJl/?mibextid=Nif5oz

Ana Romo jaulericavida1@outlook.es

Ana Romo G
Ana Romo G

Médica veterinaria y zootecnista, académica, escritora y bioeticista.

Ana Romo G

Médica veterinaria y zootecnista, académica, escritora y bioeticista.

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