Filosofía, religión y superstición, su impacto sobre el trato a los animales

Filosofía, religión y superstición, su impacto sobre el trato a los animales

La relación entre humanos y animales ha evolucionado a lo largo de la historia de nuestra especie. Esta relación ha sido influenciada por diversas necesidades (caza y recolección desde la prehistoria), la domesticación (hace unos 12,000 años), creencias (simbolismo religioso desde la edad de piedra como en Göbekli Tepe (Turquía) donde existen diversos vestigios de sacrificios animales; o en franco contraste erigidos como dioses en Egipto o Mesopotamia), reconociendo la vida animal como algo sagrado o valioso en sí mismo.

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Es de destacar que, en Oriente, muchas culturas y religiones muestran un profundo respeto por la vida animal, promoviendo prácticas y tradiciones de no violencia, compasión y bienestar animal incluso reflejadas en su alimentación.

En el hinduismo, la vaca es considerada un símbolo de fertilidad, paciencia y generosidad, y es vista como un ser sagrado. Ha sido un animal de gran importancia económica y social en muchas comunidades pues proporciona leche, estiércol y ayuda en el campo, por lo que representa generosidad al ayudar a sostener la vida humana. Bajo su perspectiva, en lugar de matarla para consumo, prefieren tratarlas con agradecimiento y respeto por su contribución.

Así, el hinduismo enfatiza el respeto y la compasión hacia todos los seres vivos, incluyendo los animales debido al principio de ahimsa o la práctica de la no violencia y el respeto hacia todas las formas de vida. Este concepto también es central en el budismo. Los budistas evitan causar sufrimiento a los animales e incluye no matar ni sacrificar animales por lo que se opta por estilos de vida vegetarianos o veganos. Tratar a todos los seres con respeto y compasión ayuda a los practicantes a cultivar un espíritu de paz y desapego, valores esenciales para alcanzar la iluminación.

LAS VACAS SAGRADAS
Curiosidades de India: la vaca sagrada - Panipuri Viajes

Muchos budistas, en regiones como China y Japón, optan por evitar el consumo de carne y el respeto a la vida animal, se refleja también en los monasterios y comunidades, donde a menudo se prohíbe la caza, y los animales son protegidos y tratados con compasión. La compasión karuna es uno de los valores más importantes en el budismo.

El jainismo, una religión originada en la India promueve evitar no sólo el consumo de carne, sino también el uso de productos derivados de animales. Incluso evitan comer raíces para no matar a pequeños organismos en el suelo.

En el taoísmo, filosofía y religión originaria de China, se promueve la armonía con la naturaleza, entendida como el flujo del «Tao» o «Camino». Los taoístas ven a los animales como parte integral del equilibrio natural y desaconsejan prácticas que perturban la paz y el flujo de la naturaleza. Asimismo, practican el vegetarianismo y evitan actividades que causan sufrimiento a los animales, creyendo que el bienestar de los seres vivos contribuye a la paz y al equilibrio.

La cultura rastafari, originaria de Jamaica, promueve el respeto por todos los seres vivos y enfatiza la conexión entre el ser humano y la naturaleza. Muchos rastafaris siguen una dieta «ital» (natural), evitando el consumo de carne para no dañar a los animales y también por motivos de salud.

En su filosofía, los animales son considerados como compañeros en el mundo natural, y la práctica de cuidar y respetar la vida animal es vista como una manera de honrar la creación.

Hoy en día, el veganismo y el movimiento animalista, retoman estos principios y han ganado adeptos en muchas partes del mundo, promoviendo el respeto por la vida animal y el derecho de los animales a vivir sin sufrimiento ni explotación. Este movimiento se ha expandido enormemente en la actualidad, con millones de personas en América, Europa y

Australia adoptando dietas y estilos de vida que evitan el uso de productos animales.

Comer Vegano - YouTube

El crecimiento del veganismo está ligado a la preocupación por la salud, el medio ambiente y los derechos de los animales. En general, entre el 1-4% de la población en varios países de América Latina se identifica como vegana, aunque hay un porcentaje más alto de personas que se consideran vegetarianas o flexitarianas.

Las grandes ciudades son los puntos clave donde el veganismo ha ganado más terreno, gracias a la disponibilidad de opciones veganas. A medida que la conciencia sobre el impacto ambiental y los derechos de los animales sigue aumentando, la tendencia es que el veganismo, continuará creciendo en los próximos años.

En contraste, en otras regiones del mundo, se desarrollaron culturas carnívoras. Ejemplo de esto es el sintoísmo japonés que, aunque no impone una dieta específica, tiene una visión de respeto hacia la naturaleza y todos sus elementos. Los animales y la naturaleza se consideran sagrados porque poseen «kami» (espíritus), y los santuarios sintoístas a menudo están dedicados a estos.

Muchas culturas indígenas en América, África y Asia practican el “animismo”, la creencia de que todos los elementos de la naturaleza, incluidos los animales, tienen espíritu. Esta perspectiva conduce a un profundo respeto por los animales, que son vistos como «hermanos» o como seres espiritualmente iguales a los humanos.

Por ejemplo, en las culturas indígenas de Norteamérica, los animales eran cazados para subsistencia, pero con respeto y agradecimiento. Se realizaban ceremonias para honrar al animal y pedían permiso a los espíritus antes de la caza, además cada parte del animal se utilizaba para minimizar el desperdicio.

En el Génesis (1:26-28), se dice que Dios creó al ser humano a su imagen y le dio «dominio» sobre todos los seres vivos: los peces del mar, las aves del cielo y todas las criaturas de la tierra. Este mandato de «dominio» lamentablemente no se ha interpretado como una responsabilidad de cuidar y proteger a los animales, sino como una licencia para explotarlos o maltratarlos.

En el islam y el judaísmo se “permite” el consumo de carne, aunque ambas religiones tienen regulaciones que buscan minimizar el sufrimiento animal. Los rituales de sacrificio Halal (en el islam) y Kosher (en el judaísmo) incluyen oraciones y procesos específicos para asegurar un sacrificio “compasivo”, y se prohíbe cualquier crueldad innecesaria, además, en estas religiones se promueve el “buen trato hacia los animales”, prohibiendo la caza sólo por deporte y alentando el cuidado y la alimentación de los animales de trabajo.

Cómo se puede ver, el respeto a la vida animal en Occidente ha tomado mucho más tiempo para consolidarse.

También por creencias, se ha favorecido el maltrato animal por el uso de animales como ofrendas. Algunos de los factores principales que explican cómo y por qué se iniciaron éstas prácticas, incluyen creencias en el poder de la sangre como fuente de vida, y útil para aplacar a los dioses, purificar a la comunidad o restaurar el orden cósmico. Esto se remonta a prácticas rituales y espirituales antiguas que buscaban obtener protección, prosperidad o el favor de las deidades.

El sacrificio de animales se consideraba un acto sagrado, ya que la vida del animal era vista como un regalo preciado. A través de este acto, se creía que la energía o el espíritu del animal se entregaba a los dioses o seres sobrenaturales, y esto establecía un vínculo entre los humanos y el mundo espiritual.

Para el catolicismo, en la Biblia, los sacrificios de animales fueron una práctica común en el Antiguo Testamento como parte de la adoración a Dios y la expiación de los pecados. A lo largo de varios libros, especialmente en el “Levítico”, se establecen leyes detalladas sobre cómo realizar estos sacrificios.

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En la tradición judeocristiana, el sacrificio de un cordero inocente simbolizaba el deseo de expiación y reconciliación, lo que reforzaba la idea de que el sacrificio podría “limpiar” o purificar a la comunidad o al individuo. También el “sacrificio” simbolizaba el ritual de alianza con dios, así se sacrificaba un cordero para recordar la liberación de Egipto y el pacto entre Dios y el pueblo de Israel.

La práctica de sacrificar animales, como gallinas, en rituales chamánicos, incluso sigue siendo una tradición en algunas culturas indígenas y afrodescendientes, especialmente en América Latina y África. El sacrificio de gallinas y otros animales se asocian a prácticas de limpieza o purificación espiritual, pues cree que la muerte de la víctima, puede absorber o desviar energías negativas y actuar como un intermediario con los dioses o espíritus.

Lamentablemente matar animales se ha justificado por supersticiones y creencias tales como las que surgieron en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento, cuando la gente asociaba a los animales en específico negros, con la mala suerte, la brujería y el mal. La Inquisición y la Iglesia Católica reforzaron la idea de que los animales negros eran “demoníacos”.

Los gatos negros: Leyendas, mitos y supersticiones

En nuestro país, actualmente se ofrecen gatos y otros animales en ‘amarres’, rituales para garantizar el amor de otra persona, o para lanzar maldiciones, sin embargo, en octubre y noviembre hay un aumento de estos casos debido al simbolismo que se asocia a estos meses, por las propias tradiciones de Día de Muertos, donde se dice que los espíritus de las personas regresan a la Tierra. Los activistas declaran que común encontrar animales que han sido sacrificados en lugares tan peculiares como cementerios, edificios abandonados o estacionamientos remotos.

Estas supersticiones y mitos persisten y peor aún en el Senado de la república, bajo el amparo de defender usos y costumbres https://www.radioformula.com.mx/nacional/2024/4/24/sacrificios-en-el-senado-matan-animalitos-en-ofrenda-

organizada-por-legislador-de-morena-812284.html

Pero mantener el abuso y la crueldad animal con la finalidad de sostener “la tradición” constituye una falacia que apela al arcaico y anquilosado argumento ad antiquitatem, es decir, que, si algo se ha venido haciendo desde hace muchos años y se ha convertido en una tradición, es porque está bien o es verdadero.

Esta falacia anula la posibilidad de cuestionar comportamientos humanos erróneos en el pasado y que impiden a la sociedad a reflexionar en una ética de respeto a los animales no humanos e inclusive humanos.

Por poner un ejemplo, en el pasado nuestra cultura fundacional, los sacrificios humanos se realizaban como un intercambio: dar algo tan valioso como una vida humana a cambio de protección, prosperidad o victoria en la guerra.

En la época colonial, se realizaban sacrificios de fundación, se basaban en la creencia de que el espíritu de la persona sacrificada continuaría protegiendo la estructura

Es de destacar que todas estas matanzas de inocentes (generalmente de seres vulnerables), ayudaban en la legitimación de la autoridad y poder social pues los sacrificios eran utilizados por las élites y la clase sacerdotal como una forma de demostrar poder y control. Al realizar sacrificios, las autoridades podían reafirmar su conexión con lo divino y consolidar su posición en la sociedad, ya que solo ellos podían “comunicarse” con los dioses a través de estos rituales.

Estos usos políticos de los sacrificios reforzaban la jerarquía social y justificaba el poder de reyes, emperadores o sacerdotes, quienes podían interpretar la voluntad de los dioses.

Así, las creencias han ido moldeando nuestra forma de tratar a los animales, desde ubicarlos como deidades, comerlos o sacrificarlos (como la magia, brujería y hechicería, que echan mano del sacrificio y maltrato de animales para su práctica).

En franco contraste, en estas fechas incluso, se les reconoce como parte de la familia, fenómeno que ha adquirido fuerza reconociendo el 27 de octubre como el Día de Muertos para Mascotas.

Ofrenda para mascotas cuándo ponerla

Es innegable que hay intentos como el veganismo y el activismo animalista como ejemplos que promueven una cultura de respeto y protección hacia los animales.

Las creencias se verán reflejadas en las leyes de protección de los animales, reconociendo la sintiencia de los animales por lo que se establece que toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales, que tienen un valor intrínseco. Este mandato obliga a las autoridades a actuar en congruencia con este contexto.

Acorde a la Reforma publicada en 22 julio 2024 primera sección del Periódico Oficial del estado se prohíbe en el ARTICULO 44 (REFORMADA, P.O. 3 DE SEPTIEMBRE DE 2018) VIII.- El uso de animales en la celebración de ritos y usos tradicionales que puedan afectar el bienestar animal.

Sin embargo, México tiene muy poco desarrollo jurídico y doctrinal sobre los derechos y protección de los animales no humanos. Siguen predominando concepciones antropocéntricas históricas, las que han considerado a los animales no humanos sólo como un medio para la realización de cualquier fin que satisfaga los deseos, ideas o creencias de las personas.

El derecho, más allá de una visión restriccionista, tiene la obligación de generar políticas que concienticen sobre la necesaria armonía entre los humanos y el resto de los seres que habitan el planeta. Algo que, sin duda, parece más utópico que posible, pero creo que la visibilidad de un problema, es el primer paso para atenderlo.

Ana Romo jaulericavida1@outlook.es

Ana Romo G
Ana Romo G

Médica veterinaria y zootecnista, académica, escritora y bioeticista.

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Médica veterinaria y zootecnista, académica, escritora y bioeticista.

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