2021: LO QUE NOS ESPERA
A mi amigo Gustavo A quien nunca le dije Don Gus
En mi semanal colaboración para El Sol del Centro, escribía el fin de semana pasado sobre el año nefasto, que fue el 2020. Por lo menos así lo considero aunque a mi en lo personal no me haya ido mal, pero si porque se llevó a varios amigos míos, entre ellos Gustavo. Pero nosotros seguimos vivos y debemos seguir adelante. En el caso de Crisol, como se lo dije este martes a Diego, manteniendo mis colaboraciones habituales.
El 2021 tiene que ser el año de la esperanza, por lo tanto hay que trabajar para que así sea, pues las cosas no vienen por si solas, hay que darles pues una ayudada, de tal manera que la tristeza y desesperanza hay que dejarla atrás, para que el recuerdo de los idos, se convierta en acicate y enjundia para retomar los retos que se nos presentarán por delante.
Heredaremos algunas cuestiones del pasado reciente, como la pandemia que no acaba por ser vencida, esperemos que la vacuna que inició la aplicación desde el pasado 24 de diciembre, empiece a abrir camino para la superación de esta grave enfermedad que se ha llevado a muchos y pretende seguir con otros más. La resistencia debe mantenerse por mera subsistencia humana. Todos debemos poner de nuestra parte para que ello se dé.
Junto con la pandemia también se han presentado otros lastres, debido a la misma y con sus propias fuentes generadoras. Me refiero a la crisis económica y todo lo que ello trae, como cierre de negocios, desempleo, pobreza y disminución de la calidad de vida. No es entonces sólo la Salud sino la necesidad de vivir con decoro y suficiencia lo que requerimos.
Estos dos lastres los tenemos que superar, actuando, no esperando que otros lo hagan y que cada quien realice lo que le corresponde, conforme la ubicación en la sociedad, desde el gobierno, los partidos, organizaciones sociales movimientos ciudadanos espontáneos, pero todos empujando en el mismo sentido.
A la par de estos dos elementos el primer semestre será de procesos electorales (y lo digo en plural porque corresponde a elecciones federal y locales), con la particularidad de una pandemia todavía activa que incidirá en la forma de hacer proselitismo, más alejado del trato directo y más relacionado con la comunicación virtual. Esto no ayudará mucho a la chiquillada partidaria. Será oportunidad para que los candidatos de los distintos partidos, no sólo muestren su propuesta política sino sensibilidad social real, no demagógica.
De esta manera es que este primer semestre mantendrá los rescoldos del pasado año, en todo lo que ello implica, pero al mismo tiempo, ir dejando entrever un futuro menos desastroso y en mucho promisorio, aunque es necesario aceptar que lo traumático del 2020 nos sellará para siempre y ya no volveremos a ser los mismos.
[bctt tweet=»No estaba ni estoy convencido que íbamos a estar en mejores condiciones con algún gobierno del PRI o del PAN.» username=»crisolhoy»]
En lo personal apoyo al presente gobierno pero con sentido crítico. Como le comentaba a Gustavo, una muestra de ello está en mis colaboraciones en Crisol. No estaba ni estoy convencido que íbamos a estar en mejores condiciones con algún gobierno del PRI o del PAN. He reiterado que la presente administración es como el Kerenski mexicano. De ahí que espero que se mantenga la mayoría en la Cámara de Diputados federal, pues de no ser así, dificultaría lo proyectado para la segunda parte del sexenio. Esto les puede decir por donde será mi voto el día de las elecciones.
Pero no pongo todas mis canicas en una misma bolsa ni apuesto ciegamente al actual gobierno, lo peor sería apostarle al maniqueísmo, menos para aquellos que nos reivindicamos de izquierda socialista, que debemos de impulsar e imponer nuestro sello a la llamada Cuarta Transformación, que también he reiterado, es como una hoja en blanco, aunque vaya imponiéndose la visión que al respecto tiene en Presidente de la República.
Lo anterior deriva en un reto grande para la izquierda mexicana: hacer crecer y fortalecer al movimiento de masas, darle un sentido y propuesta política, convirtiéndola en un verdadero contrapeso social hacia las acciones negativas del gobierno, pero también como mecanismo de contención hacia la derecha y la reacción. Asimismo, condición para que ello ocurra con efectividad es acabar con la dispersión y concreción de la unidad en la acción, como primer paso para objetivos mayores.
Entonces hay mucho por hacer este año, de lo anterior se traducen proyecciones y acciones de enorme envergadura.
