Lo colectivo recobra sentido.

“El día de mañana no nos pertenece, ni lo podemos adelantar ni retrasar, solo podemos vivir el hoy y sin ansiedad, ocupándonos y no preocupándonos”

Es la hora de voltear a ver al otro, no queda alternativa alguna, llegó el cambio arrasador con todo el tiempo para reflexionar, gestar la conciencia de un modo que no había existido. El individualismo es una concepción disfuncional, inadaptada, atrapado en el pasado.

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Si se observa aquellos lugares donde se reunían los diferentes grupos se han manifestado, sin embargo, su respuesta no alcanza. Los gobiernos tomando decisiones populares en vez de racionales. El desamparo de entidades públicas y privadas son parte de una falta de rumbo en las acciones para todos los que habitamos en un entorno. Dicho entorno es volátil, incierto y sin fecha de término exacta.

Ahora bien, ¿Qué hacer frente al fenómeno inusitado? La creatividad se ha detonado. La escasez de recursos es algo con lo que debemos convivir un día tras otro. La posibilidad de maximizar lo que se tiene al alcance para desenvolver toda la capacidad de una persona conectada con otra para dar más de sí y para su comunidad.

La confrontación de ideas de lo que hacíamos y lo que debemos hacer es parte de la realidad, – de una nueva realidad- para no sólo permanecer en un mismo, pensar en la colectividad es buscar las soluciones que antes parecían impensables, fuera de foco y ridículas ahora tiene cabida en la forma en la que ellas mismas sean funcionales para la supervivencia. La riqueza de todas las alternativas es gestar desde lo más básico como el divertimento y ocio hasta lo indispensable como la alimentación y la salud. No existiendo excusas para lograrlo, porque esas mismas se fueron con el cataclismo mundial. Y aquí estamos de frente.

La imaginación es nuestra herramienta principal, es momento de echarla andar con amigos, vecinos, familiares, hermanos, socios, compañeros de trabajo o escuela de manera que podamos discutir, asentir, promover cambios, dar herramientas para el desarrollo de las personas y de sus actividades profesionales.

El quehacer es enorme para poder desarrollar ideas constructivas que generen la unidad ante la contingencia, alternativas de ingresos frente al paro mundial, la confrontación de las emociones del encierro frente a la posibilidad de aprender algo a distancia. La posibilidad de ser mejores personas, mejores padres, mejores para con el entorno al que nos enfrentamos el día a día es una oportunidad.

La limitación de esta propuesta es para todos aquellos que no tienen esos medios de conexión o la falta de habilidad para manejarlos. Es sin duda otra realidad, la pobreza digital con la que una gran porción de la población mundial tiene que lidiar. Es una más de las situaciones que el ser humano con su escasez debe sobrevivir.

En suma, completar un círculo virtuoso se necesitan: