EL PODER EN MANOS DE LA IZQUIERDA MEXICANA
La llegada de Amlo a la presidencia de la república logra que por primera vez la izquierda acceda al poder en México. Pudo también ser una etapa de alternancia política en donde los otros partidos que están dentro del sistema, pudieran competir con posibilidad de éxito para alcanzar el poder político.
No fue así, la llegada al gobierno de una de las izquierdas mexicanas, la más representativa, no solo se mantuvo con un gran respaldo popular refrendado fehacientemente en las urnas, un elemento que mantiene este respaldo es que oposición están totalmente desaparecida.
Ubico tres elementos centrales que determinan la fuerza política electoral de Morena, el primero es el desgaste de los dirigentes del PRI y el PAN y la necedad de seguir al frente de sus respectivos partidos, totalmente desprestigiados los deja sin autoridad moral y política para hacer planteamientos críticos al gobierno y mucho menos para competir y poder convencer al electorado.
El segundo es la distribución de los recursos públicos en programas sociales que benefician a la población más pobre del país. Aunque los programas todavía no son tan determinantes en el abatimiento de la pobreza, si le han cambiado la vida a algunos sectores que están en condiciones de alta vulnerabilidad.
El incremento en las pensiones entre la población económicamente activa y los apoyos a los jóvenes han sido elementos que también han influido en el refrendo al voto de la izquierda.
Un elemento importante es el discurso. Un discurso que pone como parte central a los pobres “por el bien de todos primero los pobres” en donde muchos se sienten incluidos y que significa esperanza y posibilidad de mejoramiento entre un gran sector de la población.
Por primera vez tal vez desde la época de la revolución, se vuelve a hablar al pueblo y las masas se sienten incorporadas en el discurso de quien detenta el poder. Este discurso se da en momento de hartazgos por procesos de corrupción de gobiernos que los antecedieron.
Hoy Morena concentra una cantidad de poder con muy pocos contrapesos y eso no es sano para ninguna democracia. La conformación de una nueva élite política mezclada con otros liderazgos dentro y fuera de la izquierda puede significar la consolidación de un grupo político que pueda ostentar el poder en un largo plazo.
La toma de protesta de Claudia Sheinbaum inaugura además de la continuidad de la izquierda en el poder, la construcción de referentes que le dan sustento ideológico a las acciones de esta fuerza política.
Así como el PRI basaba sus discursos en los postulados de la revolución mexicana para legitimar su poder y darles sustento ideológico a sus acciones, el PAN en los postulados de Gómez Morín y la doctrina de la democracia cristiana.
Hoy Morena empieza a construir su discurso y su identidad política sobre elementos de recuperar las raíces indígenas, la reinterpretación de la historia de las luchas sociales como la independencia, la reforma y la revolución y con la llegada a la presidencia de Claudia Sheinbaum, la reivindicación de derechos de las mujeres.
En política nunca es primordial esclarecer la veracidad de los discursos, lo que cuenta al final de todo es si la gente los cree o no. Si el electorado los toma como ciertos, eso es lo que va a contar en las urnas. @normaglzz