Una apuesta por la ciudadanía global: ¿Qué es el BDS y para qué sirve?
Las y los ciudadanos, actuando de manera individual y luego organizada, podemos cambiar algunas cosas. Los relatos impuestos y dominantes, por ejemplo. Así, es mentira, como repite la propaganda sionista, que el asunto en cuestión empezó el año pasado después de la incursión de Hamas, como también que la potencia colonial ocupante “solo se defiende”. Lo cierto es que la deriva actual procede al menos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el decadente imperio británico no supo ni quiso ejercer responsablemente su mandato internacional sobre Palestina (regaló lo que no era suyo, según el asesinado presidente Kennedy) y entregó el territorio sin condiciones a los grupos de extrema derecha terrorista que lo han colonizado ilegalmente desde entonces, con más de cien resoluciones de la ONU pasadas por alto y violadas hasta la fecha, desde la 181 de 29 de noviembre de 1947 hasta las más recientes.
Así, al menos desde 1948, la facción sionista de extrema derecha(ultranacionalista, racista, fascista) que luego asentó a sangre y fuego el llamado estado de Israel en un territorio que no les pertenecía, le ha negado al pueblo palestino todos sus derechos fundamentales y se ha rehusado a cumplir con las normas del derecho internacional. Porque lo cierto es que dicha entidad sionista mantuvo por décadas un régimen de ocupación, colonialismo y apartheid sobre el pueblo palestino que de un año a la fecha convirtió en limpieza étnica usando el pretexto de la incursión de Hamas y la toma de rehenes. Solo ha podido hacerlo porque tenía y tiene apoyo del exterior, de los muchos gobiernos y compañías multinacionales que la financian y soportan y que no quieren ni pueden exigirle cuentas. Así, cuando quienes están en el poder se niegan a actuar, se hace necesaria una respuesta ciudadana global en solidaridad con la lucha del pueblo palestino por su mera existencia.
Ya en 2024, después de más de un año de bombardeo y asesinatos indiscriminados de civiles indefensos y desarmados en Gaza, pero también en Cisjordania, Líbano, Siria, Irán y otros países del medio oriente, lo que ha producido solo en la franja de Gaza más de 43 mil muertos (la mayor parte trabajadores de la salud, periodistas, cooperantes internacionales, mujeres, niños y ancianos) más de cien mil heridos y un número indeterminado de personas aun desaparecidas bajo los escombros de los edificios bombardeados, quedan pocas dudas de la extremagravedad de la situación, que tiende a escalar por toda la región en cualquier momento. Para desmontar las mentiras de la propaganda sionista, no sobrará explicar y repetir todas las veces que haga falta y de todas las maneras posibles, que no hay mássemitas en Palestina que los palestinos, habitantes ancestrales de la Cananea histórica y no los emigrantes polacos o de muchos otros países centro europeos que conforman la mayoría de la población actual de la entidad sionista, empezando por el propio Milekovski, quien se hace llamar falsamente Netaniau. Porque sionista no significa judío. Sionista es un régimen supremacista de corte fascista y genocida que por fortuna no representa a la mayoría de los judíos del mundo. De manera que ser anti sionista no es ser antisemita de ninguna manera, donde lo cierto es que el régimen sionista y su grupo dirigente cometen crímenes de lesa humanidad y de guerra contra la población palestina todos los días desde hace más de 80 años y de manera grave desde hace un año, mismos que están siendo plenamente documentados por la relatoría de la ONU para los derechos humanos y por la Corte Internacional de Justicia y la Corte penal Internacional, donde los responsables de tales crímenes contra la humanidad habrán de rendir cuentas tarde o temprano. Por lo demás, la sociedad palestina tiene derecho a resistir por todos los medios al invasor y ocupante según las normas del derecho internacional.
Ante tal barbarie, ¿Que puede hacer un Estado mexicano que se dice progresista y que pretende ser respetuoso de los principios de política exterior señalados por la CPEUM? De entrada, mucho más de lo hecho hasta ahora: condenar firme e inequívocamente la deriva genocida y romper relaciones diplomáticas con el ente asesino. También exigir en todos los foros internacionales el cumplimiento de las más de cien resoluciones de Naciones Unidas que la entidad genocida ha venido ignorando e incumpliendo deliberadamente desde 1948 con la complacencia absoluta de la “comunidad internacional”.Entonces, el estado mexicano debe exigir en todos los foros internacionales en los cuales participe que Israel asuma sus obligaciones internacionales y actúe en consecuencia. Dejar de sostener la llamada solución de los dos estados, dada la inviabilidad en los hechos del estado palestino, y suscribir firmemente la iniciativa progresista de un solo estado que integre a ciudadanos que, sin importar su origen, etnia y religión, acepten vivir desarmados y en paz como iguales bajo un régimen democrático. México debe promover también laresponsabilidad penal internacional del falso primer ministro del estado sionista y de toda la cúpula de su gobierno, suspender toda cooperación y acuerdos comerciales dejar de comprar sus productos de intrusión masiva (los de espionaje telefónico, por ejemplo) y proceder a un riguroso embargo y boicot político, cultural y comercial. México puede impedir el ingreso al país de todos los productos de procedencia israelí. Y finalmente, fiel a su tradición de refugio, abrirse al asilo político, como lo hizo antes con otras minorías perseguidas como los judíos.
En cuanto a las y los ciudadanos en México y en muchos otros países del mundo, podemos seguir saliendo a las calles a manifestarnos masivamente contra el genocidio, podemos hacer uso de las redes sociales para amplificar nuestra protesta, pero no basta. Claro que habrá que seguir manifestándonos hasta que se produzca al menos un alto al fuego y cese la matanza indiscriminada de inocentes, pero hay hacer mucho más ante la barbarie perpetrada en tiempo real por una entidad genocidatotalmente desquiciada y armada hasta los dientes por los mercaderes de la guerra.
Una respuesta de la ciudadanía global puede estar en movimientos sociales como el BDS, porque la economía de la entidad sionista es particularmente dependiente del comercio y la inversión exteriores, lo cual la hace especialmente susceptible al boicot económico internacional. Así, las relaciones de normalidad comercial le dan luz verde para seguir violando el derecho internacional y le dan divisas que el gobierno utiliza para mantener su política de ocupación y genocidio. Por ejemplo, los ciudadanos podemos y debemos dejar de consumir y comprar masivamente todos los productos que procedan de la entidad sionista y también de las corporaciones multinacionales que soportan esta actuación, desde KFC a McDonald’s, pasando por Starbucks, entre muchas otras. Pero también se boicotea culturalmente al ente agresor, como han hecho figuras públicas como Roger Waters o Christina Aguilera. O bien deportivamente, denunciando la complicidad de multinacionales deportivas como PUMA en el pasado mundial de futbol femenino. Así también, negándose a normalizar la opresión, muchas asociaciones académicas, autoridades universitarias y gremios estudiantiles, así como miles de académicos/as de todo el mundo, apoyamos el boicot académico al ente sionista, dado que las universidades de esa entidad son cómplices importantes, intencionales y persistentes del régimen de ocupación, colonialismo de asentamiento y apartheid. Están involucradas en el desarrollo de sistemas de armamento y doctrinas militares desplegadas en los crímenes de guerra cometidos por Israel en el Líbano y Gaza; en justificar la colonización constante de las tierras palestinas; en racionalizar la limpieza étnica gradual de la población palestina; en proporcionar una justificación moral para los asesinatos extrajudiciales; en discriminar sistemáticamente a las y los estudiantes “no judíos”; y en otras violaciones implícitas y explícitas de los derechos humanos y del Derecho Internacional.
BDS (Boicot, Divestment and Sanction o en español: boicot, desinversión y sanciones) es el movimiento internacional quetrabaja para terminar con el apoyo internacional a la opresión de los palestinos y está inspirado en el movimiento antiapartheidsudafricano que fue capaz de derribar al régimen separatista y racista. Así, el BDS es ampliamente apoyado por sindicatos, asociaciones académicas, iglesias y movimientos de base en todo el mundo. Diez años después de su lanzamiento, el BDS está teniendo un decisivo impacto y cuestionando efectivamente el apoyo internacional al apartheid, el colonialismo y el genocidio sionista. Para aprender más sobre el BDS: https://bdsmovement.net/es.
@efpasillas