EL CENTENARIO DE ARNOLDO MARTÍNEZ VERDUGO
Este domingo 12 de enero se cumple el centenario de Arnoldo Martínez Verdugo. Principal líder comunista mexicano en la segunda mitad del siglo pasado (sin demérito de Valentín Campa Salazar), que fallecido en mayo del 2013, sus restos actualmente se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres, decretado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque debieran, no necesariamente las nuevas generaciones ubicadas en la izquierda socialista conocen a este personaje, nacido en Pericos, Mocorito, Sinaloa; estudiante de La Esmeralda; que ingresó al Partido Comunista en 1946, cuando contaba con 21 años de edad; dirigió a este partido desde 1963 hasta su disolución a fines de 1981; fue dos veces diputado federal, candidato presidencial en 1982 por el PSUM y aliados, además de que a fines de los noventa fue Delegado en Coyoacán.
A Arnoldo se le debe la conclusión de la etapa estalinista del PCM, el divorcio con la ideología de la revolución mexicana en el campo de la izquierda socialista, el deslinde con la llamada la llamada “metrópoli ideológica” lo que produjo la manifestación en contra de la entrada de las tropas del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia en agosto de 1968 o contra soviética en Afganistán la década siguiente.
Para algunos un punto polémico de Arnoldo es la política unitaria, en mucho por la desaparición del Partido Comunista, aunque se haya trasladado hacia lo que sería el PSUM, PMS y el hoy desaparecido PRD (no en Aguascalientes y en otros doce estados). No coincido con ellos, pues este dirigente aceptaba la dispersión de la izquierda mexicana y luchaba contra esto. Incluso es una virtud que debería mantenerse en el ánimo de rebasar por la izquierda al progresismo e humanismo mexicano hoy prevaleciente en nuestro país.
En lo personal no puedo concebir el avance de las organizaciones sociales a partir del impulso del PCM, sin la dirección de Arnoldo Martínez Verdugo, como es el caso del MRM, la UMM, el Consejo Sindical Ferrocarrilero, la CIOAC, la CNED, entre otros. De ahí surgieron dirigentes relevantes como Othón Salazar, Adelina Zendejas, Norberto Vargas, Ramón DanzósPalomino, José Dolores López, Rafael Jacobo, Raúl Álvarez Garín y Arturo Martínez Nateras. Salvo el último señalado, todos ellos ya fallecidos.
Arnoldo aportó además en la transformación política y programática del Partido Comunista, lo cual podemos palpar desde sus informes y propuestas desde el XIII Congreso nacional, hasta el XIX, de donde surgiría los que se conocería como las Tesis del partido, de las cuales, no obstante el tiempo, algunas siguen siendo vigentes. Las primeras propuestas feministas o la interrelación del cristianismo y marxismo, se dieron en sus tiempos como dirigente partidario. Uno de sus textos tendría que ser leído y estudiado en nuestros días: PCM: Trayectoria y Perspectivas.
No se puede hablar del proceso democratizador del país, desde la Reforma Política del 77-78 y lo que transcurrió después en el país, sin referirnos a Arnoldo Martínez Verdugo. Lo mínimo que podemos hacer es recordarlo.