Apuntes acerca del fetichismo en las relaciones políticas y la alienación política Reflexiones

Apuntes acerca del fetichismo en las relaciones políticas y la alienación política Reflexiones

El capitalismo es producción de bienes, mercancías servicios, y por ello mismo producción de relaciones económicas, sociales y políticas que se retroalimentan. Son un todo integral la sociedad económica, la civil y la política.

La democracia representativa como personificación del poder (característica del fetichismo en la política liberal), permite a sus titulares aparecer y participar en una determinada forma de relación de clase. Dialéctica ideológica (en eso consiste su condición de fetiche, el encubrimiento o disfraz de la realidad) que va desde la soberanía del ciudadano como colectividad (pueblo) a la representación de esta voluntad en la idea de Nación que a su vez se traslada al parlamento como “depositario” de esa potestad original y al gobernante ejecutor de decisiones político-administrativas.

Los cambios en las relaciones económicas repercuten en las relaciones sociales y, sensiblemente, en las relacionespolíticas. En éstas, la lucha por el poder público y los mecanismos de distribución de ese poder: los contrapesos y los equilibrios institucionales. Criterios y procedimientos para impedir que las clases subordinadas obtengan el poder y propiciar que las decisiones sustanciales del Estado no se diriman en el acto electoral (el sufragio se limita a la elección de representantes) sino en el seno de las instituciones y en lo posible al margen del escrutinio público. Con el tiempo, más temprano que tarde, domesticar y privatizar el Estado.

En la democracia liberal no opera, como en la economía de mercado, el intercambio de mercancías. No al menos en su forma directa de compra-venta. El valor en juego no es el producto del trabajo sino el de las ideas, los referentes ideológicos que en rigor no son sino intereses que adquieren el ropaje de valores, ideologías que también poseen forma social, histórica y tecnológica concreta. Representan un bien que en el proceso de intercambio ante el electorado es característicamente una forma social manipulable. Poseen precio y valor de cambio de uso institucionalizado y categorizado en la ley, así como en el imaginario democrático-electoral determinado por la ideología dominante. Son hechos que se dan materialmente en toda sociedad específica, en toda forma de democracia electoral.Es su “forma de ser, determinaciones de su existencia” (Marx).

Y así como en el fetichismo de la mercancía, el intercambio sufragio-ideas se aprecia como simple actitud individual y hasta impersonal ciudadano-candidato, y no como relación socio-económica, el fetichismo de la competencia democrático liberal supone disparidad entre ideas y valores y no, como es en realidad, una confrontación de intereses de clase. Este fetichismo genera como algo real “en la mente de los hombres la ilusión, el grandioso engaño”, la apariencia fenomenológica de una democracia diseñada para conculcar el poder de las clases subordinadas. Su forma social es el sufragio individual como objetivación de la relación política de abajo hacia arriba, sobre la fantasía de elegirrepresentante y gobernante, en el supuesto de que se deben a los ciudadanos devenidos en electores consumistas.

Democracia electoral como intermediario en las relaciones sociales entre la élite y la ciudadanía de a pie como si fuese relación de mercado, es decir relación privada entre iguales que son sustancialmente diferentes y desiguales. No únicamente expresa las relaciones políticas de dominación, sino que las crea y las justifica. Relaciones sociopolíticas conscientemente reguladas y admitidas. No es movimiento de mercancías sino de valores ideológicos clasistas. No se ostentan como representantes sociales de factores de producción, y ni siquiera como clases sociales en pugna sino como ciudadanos libres e independientes. Esconde, uno, su condición de dominante; el otro no asimila su condición de dominado. Fetichismo puro, resultado del largo proceso de constante repetición y sedimentación de relaciones económico-productivas que se configuran como relaciones político-democráticas.

La democracia electoral aparece como forma social ya elaborada, como situación “natural” que influye sobre las motivaciones y las conductas de los ciudadanos. Se refleja directamente en la psique de los electores, inducidos en sus actitudes dado el reduccionismo ideológico, el cerco informativo y la estrechez de las opciones. A lo más eligen gobernantes, pero no modelo de sociedad ni de república ni de democracia. Ni siquiera opciones de políticas públicas.

Conflictividad y contradicciones de la realidad política son interpretadas por la teoría y la ideología. En cuanto a la teoría, las ideas políticas se vinculan con las ideas filosóficas, tanto las que provienen de la especulación comodel conocimiento científico. En ambos ámbitos es el esfuerzo para comprender al hombre, la sociedad, la historiay el universo. 

El ser humano creyó ser libre al escudriñar la naturaleza para dominarla, extraer sus bienes y apropiárselos, pero en ese afán unos hombres sometieron a otros utilizando el poder sobre la naturaleza y las cosas. Con ello, el ser humano convirtió la lucha contra la naturaleza en lucha contra el hombre, y perdió la oportunidad de discernir entre sí y las cosas. La dimensión humana fue sustituida por la apropiación y relación entre cosas. La finalidad de transformar el mundo y enaltecer la dignidad y los derechos del hombre, se empequeñeció por el valor de las cosas y de su propiedad. Cuestionamientos que reiteran el antiquísimo dilema de la moral como valor social o como deber individual.

Ciencia y tecnología son poderosos instrumentos para modificar la faz de la tierra, para producir enormescantidades de bienes, pero na han servido para amacizar la moral y la conciencia del hombre sobre sí mismo; ni han servido para que esos bienes lleguen a todos y sirvan a todos. Por el contrario, son armas de sometimiento y coacción a la libertad y la dignidad de la humanidad. Es el fantasma apocalíptico que recorre el mundo por la devastación de la naturaleza, la concentración de poder y riqueza en el uno por ciento versus la existencia en rebeldía de millones de seres humanos que viven en la miseria, sin otra expectativa que la sumisión, la incultura, la insalubridad y el hambre.

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Jorge Varona Rodríguez

Ex Presidente del Colegio de Ciencias Políticas y Administración Pública de Aguascalientes

Jorge Varona Rodríguez

Ex Presidente del Colegio de Ciencias Políticas y Administración Pública de Aguascalientes

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