El reagrupamiento de la reacción
[bctt tweet=»La reacción hasta ahora ha estado muy activa en los medios masivos de comunicación incluidas las redes sociales; los columnistas y cabezas de las principales televisoras no cejan en mostrar lo negativo y magnificar lo nimio» username=»crisolhoy»]
Debo reconocer que la derecha no se cansa ni se conforma, al contrario, ha intensificado sus actividades apostándole al fracaso del actual gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Ha abierto varios frentes y como cuchillito de palo, espera que al final, sus objetivos de zapa se cumplan.
Tiene como ventaja la enorme dificultad que sufre el tabasqueño, para revertir la grave situación en que dejaron al país los gobiernos del PRIAN, no sencilla sino sumamente complicada, lo cual, evidentemente no se puede resolver en corto tiempo, aunque haya voluntad política para hacerlo.
Si se sigue en la misma situación, podría hacer mella la insistencia mediática de la derecha para cambiar la percepción sobre el gobierno federal, la efectividad de su gestión y de sus resultados. De darse este escenario es más fácil que avance la reacción, recupere terreno perdido y se ponga en un predicamento los avances logrados hasta ahora.
Es importante señalar lo anterior, porque aún si se diera esta situación, la oposición de derecha (sobre todo la partidaria) no plantea una propuesta programática congruente. Es más asustar con el petate del muerto o apostándole a la desmemoria de los mexicanos, para responsabilizar al nuevo gobierno de lo que ellos fueron los generadores y provocadores.
La reacción hasta ahora ha estado muy activa en los medios masivos de comunicación incluidas las redes sociales; los columnistas y cabezas de las principales televisoras no cejan en mostrar lo negativo y magnificar lo nimio; las cámaras patronales, a su estilo, manejan un doble discurso y presionan como pueden, el alto clero igual. Se ha empezado a crear un militante segmento en un sector social contrario a todo aquello que huela a Cuarta Transformación.
Vicente Fox ha pasado de lo declarativo a la ofensiva a través de la movilización, la cual está promoviendo desde su aparente intocada investidura como ex mandatario federal. Se espera que en los próximos días se concrete una movilización convocada por este individuo. Es grande el cinismo del guanajuatense al adoptar tales iniciativas, que no hubiesen sido toleradas durante su gestión.
Otra expresión que va en el mismo sentido pero que proviene de una vieja izquierda histórica que siempre se manejó en los linderos del poder y ahora no tienen empacho en actuar a la par de la derecha, son quienes decidieron conformarse en ese Frente denominado Futuro 21 impulsado por el PRD y sobre todo por Los Chuchos.
Implica una medida de sobrevivencia del partido del sol azteca, después de una sucesión de errores políticos que le han provocado un descrédito entre la población que, los ha ubicado a punto de la desaparición. Sin recurrir a un ápice de autocrítica, pretenden resurgir bajo la bandera de oponerse al actual gobierno y a lo que representa éste. Supongo que con los personajes que han logrado reunir aspirarían a ocupar el espacio del viejo PRI centrista y divorciarse definitivamente de la izquierda.
Renglón aparte pero que hay que incluir en el mismo paquete opositor del conservadurismo, está en el Poder Judicial, que conforme pasan los meses de la nueva administración, más se ve su papel proclive a defender los intereses del viejo régimen y del grupo económico y político que los puso donde están. Igual situación podemos hablar de entidades presuntamente autónomas e imparciales como la Comisión Nacional de derechos Humanos.
Afortunadamente, más allá la intensificación de las acciones de la derecha para mellar el trabajo de AMLO y su gobierno, la endeblez programática de la reacción permitirá contrarrestar sus intenciones y permitir que avance el proyecto expresado en la Cuarta Transformación. Sin embargo, para eso debe implementarse varias medidas, que den satisfacción a muchos electores que votaron por AMLO hace un año y que no necesariamente coincidían con su programa, pero si estaban hartos de la situación prevaleciente en el país.
Estamos claros que como dejaron el país, no es sencillo y seguro, pronto tener resultados efectivos en algunos rubros, pero tampoco podemos olvidar que el grueso de la población espera acciones contundentes en el combate contra el crimen organizado y la violencia; en la lucha frontal contra la corrupción, la impunidad y el tráfico de influencias, pues hasta el momento no ha habido ningún detenido y procesado de alto rango, menos aún algunos de los expresidentes como Enrique Peña Nieto o el aludido Vicente Fox.
También se requiere una actitud más proactiva de parte de la izquierda que acompaña al gobierno federal, pero con propuestas propias. Así lo veíamos el sábado pasado en la reunión del MCM, sabedores de la necesidad de impulsar un amplio frente que coadyuve al cambio de la correlación de fuerzas y que contrapese no sólo a la parte centrista del gobierno sino de la reacción, hasta ahora, insisto, muy activa.
