Breve apunte de la antropología y sociología sobre el Infanticidio

[bctt tweet=»crear verdaderas oportunidades para que las familias puedan tener oportunidades reales para reproducir la vida en nuestra entidad y no preocuparnos solo de la vida humana cuando ella se encuentra en el vientre materno.» username=»crisolhoy»]

Desde la antropología, sociología y etnólogia existe una importante colección de casos relacionados con el infanticidio, hechos que quisiéramos esconder debajo de la alfombra y cubrirlo con el velo cultural para permitirnos creer que ese tipo de actos son hechos acontecidos en civilizaciones del pasado y que no tienen nada que ver con la cultura occidental globalizada, sustentada en el capital industrial y sector de servicios al que pertenecemos.

Quisiéramos creer que el infanticidio femenino o masculino son cosas que no ocurren en Aguascalientes, pero la evidencia mostrada continuamente en los medios de comunicación dan cuenta de forma periódicamente de la existencia de hechos que a la mayoría de la gente nos causa indignación; dichas notas, generan en la mayoría de los casos la respuesta de condolerse de la víctima, condenar al agresor con injurias y despreció para posteriormente continuar con nuestro camino sin el mayor indicio de remordimiento o reflexión personal que pueda tratar de esclarecer la razón de la realización de hechos que terminan con la vida de un ser humano y menos aún buscar remedio a la situación.

“De hecho, debido a los peligros que afrontan las madres al practicar el aborto en las sociedades preindustriales, las mujeres prefieren muchas veces destruir al recién nacido, en vez del feto. Quiero resaltar que en la mayoría de los casos los infanticidios no se cometen por métodos directos tales como estrangular al recién nacido, ahogarlo, abandonarlo o golpear su cabeza, sino por métodos indirectos tales como dejarlos morir de hambre lentamente, descuidarlos física y psicológicamente y permitir que ocurran «accidentes».” Harris, Marvin. 1990. Nuestra especie.

El antropólogo norteamericano Marvin Harris señala que el infanticidio se encuentra ligado a condiciones de reproducción económica y social en donde los bienes de consumo al ser escasos ponen en situación de riesgo la sobrevivencia de la familia o grupo social; quienes ante la precaria situación de su endeble economía y sistema recurren a soluciones drásticas para garantizar la sobrevivencia de los adultos y de la siguiente generación de la familia acudiendo a la practica del infanticidio. La medida busca crear condiciones que puedan en un futuro mediato crear oportunidades para que los sobrevivientes puedan continuar con su vida y conservar las expectativas de reproducirse ante un medio ambiente hostil. Ver Harris, Marvin. 1975.rris, Marvin. 1975. Vacas, cerdos, guerras y brujas. 1977. Caníbales y reyes: los orígenes de las culturas. Y 1985. Bueno para comer: enigmas de alimentación y cultura.

Por los tipos de organización que se establecen por las leyes de parentesco se realizan al mismo tiempo ordenadores categóricos del pensamiento que permiten a los grupos practicantes del infanticidio decidir quién será la víctima en sacrificio. Los sistemas de pensamiento que realizan estos grupos en su raciocinio una vez que se les observa con detenimiento muestran juicios impecables de razonamiento lógico que demuestran el poder del pensamiento abstracto de la mente humana en condiciones no tecnológicas a las que estamos acostumbrados los occidentales.

Otras forma similar de sacrificio aparte de los infanticidios son los asesinatos y abandono a los ancianos, que se puede comenzar a rastrear su descripción siguiendo Muss, Marcel. 1971. SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA. Y al hablar de sacrificio por el bien del grupo ver una de las obras clásicas de la sociología de Durkheim, Émile. 1897. El suicidio.

Índice de contenido

Infanticidio en Aguascalientes

“Hasta hace poco, los antropólogos no han empezado a admitir la posibilidad de que una parte considerable de los fallecimientos de recién nacidos y niños que antes se atribuían a los efectos inevitables del hambre y las enfermedades representen en realidad formas sutiles de infanticidio fáctico” Harris, Marvin. 1990. Nuestra especie.

En redes sociales y en espacios de reproducción social en el 2019, hemos tenido al menos dos notas tomadas de medios locales que trascendieron el medio de comunicación por su virulencia, convirtiéndose en su momento en tendencias de opinion.

La primera de ella ocurrida en abril y fue titulada: Mujer asesina a menor en Aguascalientes ^{^[1]}, la cual nos relata la historia de una madre que asesinó a su hijo autista de nueve años, mientras la narrativa nos la aderezan presentando un cuadro de pobreza y marginación en el Barrio de la Purísima, de la ciudad de Aguascalientes. Una madre de 29 años desesperada y en una relación sentimental con un hombre y padre de familia de 60 años de edad.

En su momento las redes sociales no se cansaron de satanizar a la madre y compadecer al varón que por edad “no podía vigilar a una madre desesperada” (síntoma de la dominación masculina existente en la entidad). Muchos condenaron la situación económica de la familia y no faltó quien acusara que ¿para que una pareja con esa diferencia de edad tenía un hijo?. Desafortunadamente la madre del niño autista por lo que se sabe en las notas del caso nunca fue apoyada por aquellos grupos y organizaciones sociales que les preocupa tanto la vida humana. ¡Como si el problema fuera solo defender la vida en el vientre materno!, y no crear condiciones sociales reales para un sano desarrollo de individuos que puedan integrarse con mejores oportunidades a la sociedad con respecto a la generación que relevan.

La madre “desesperada” tuvo un ataque de ira ocasionado por el cúmulo de las presiones que se cargaban en sus hombros y estalló en cólera contra su hijo, apuñalandolo para darle muerte. En reflexiones posteriores se supo que la madre por sus condiciones de marginación e impotencia para resolverlas atacó a su menor hijo. No es desconocido que Aguascalientes mantiene una alta tasa de suicidio, pero este tipo de caso por los hechos y el detonante, hacen suponer que pareciera compartir elementos con otra forma de anomia social que por su configuración de hechos se asemeja en consecuencias y motivos al suicidio anómico al que hace referencia Émile Durkheim, ¿estamos ante un infanticidio anómico?

Es el que se da en sociedades cuyas instituciones y cuyos lazos de convivencia se hallan en situación de desintegración o de anomia. En las sociedades donde los límites sociales y naturales son más flexibles, sucede este tipo de suicidios. ^{^[2]}

Falta mucho más por explicar y concretar la idea, sin embargo hay otros hechos que pudieran estar relacionados con los tipos de suicidios en Aguascalientes. pero al solo estar enfocados en el problema del suicidio con los adultos como sociedad no hemos atendido como es el problema de los asesinatos a menores en la entidad.

( . . . . )

“Los casos de denegación indirecta, secreta e inconsciente de alimentos a recién nacidos y niños son sumamente comunes, especialmente en países del Tercer Mundo que combinan la condena del infanticidio y la de los métodos anticonceptivos y el aborto.” Harris, Marvin. 1990. Nuestra especie.

El pasado 19 de junio de 2019, las redes sociales continuaron con asombro la nota CONFIESA MUJER QUE TIRÓ A SU BEBÉ EN EL CONTENEDOR DE VILLA MONTAÑA PARA QUE LE PERDONARAN INFIDELIDAD ^{^[3]} y ^{^[4]}. El título refleja mucho de lo que ocurrió; nuevamente una madre “desesperada” por encubrir el producto de su infidelidad decide abandonar a su hijo recién nacido con la esperanza de que el problema desaparezca y poder continuar con la vida de familia que su marido proveedor le otorgaba, pero estando presente la prueba de la infidelidad esa relación de parentesco basada en el rol de proveedor y ama de casa difícilmente se podría dar, por ello la madre decide abandonar al hijo. No se sabe si es una decision racional o pasional por los elementos mostrados en las notas, ¿si que desaparece el infante deja de existir el impedimento para continuar en la vida conyugal?, con el fin de que la madre pueda continuar como individuo dentro de un grupo familiar para posteriormente convencer al varón de que la futura descendencia que tendrán juntos compartirán genética y con ello la mujer de nuestra historia para tener el apoyo del varón y la manutención de sus nuevos hijos.

Este caso además de las manifestaciones de odio en contra de la madre que se vierten en las redes sociales, pone de manifiesto una semejanza en su estructura por sus causas con lo definido por Émile Durkheim con respecto al suicidio fatalista. ¿estamos ante un infanticidio fatalista?

Se produce allí donde las reglas a las que están sometidos los individuos son demasiado férreas para que éstos conciban la posibilidad de abandonar la situación en la que se hallan. ^{^[5]}

Ademas que es un problema económico que refleja al mismo tiempo nuevamente el tipo de dominación masculina existente sobre las mujeres en la entidad.

( . . . . )

También hay quien busca ¿regalar hijos?

“Una forma de infanticidio indirecto peculiar a los europeos consistía en asfixiar a la criatura de la siguiente manera: las madres se llevaban a sus niños de pecho a la cama y los ahogaban echándose «accidentalmente» encima de ellos.” Harris, Marvin. 1990. Nuestra especie.

El pasado 29 de enero de 2019, en nota titulada Abandonan a un bebé ^{^[6]}, nos cuentan otra historia infantil, sobre una madre que abandona en un una tienda de abarrotes en el fraccionamiento Paseos de Aguascalientes, en el municipio de Jesús María, a un niño de 10 meses de edad. La madre por condiciones de marginación busco darle una mejor calidad de vida a su hijo, y recurrió al igual que la madre de Moisés a encontrar una nueva madre sustituta para su hijo.

Las reacciones en redes sociales, nuevamente fueron de escarnio en contra de la madre, ¿que condiciones sociales vivió la madre para preferir buscar un nuevo hogar a su hijo?, esta puede ser otra forma de anomia social en relación a los infantes que por sus causas puede estar emparentado con los tipos de infanticidios presentes en la entidad.

Lo cierto es que el satanizar dichas conductas no aporta nada en la comprensión y posible solución para evitar dichos comportamientos, los cuales albergan tanto circunstancias individuales como sociales, a las que debemos atender. Refugiarnos como sociedad en el escarnio de las redes sociales poco ayuda, se debe promulgar acciones de investigación que delimiten mejor este tipo de hechos y aíslen las condiciones que reproducen estas conductas para crear verdaderas oportunidades para que las familias puedan tener oportunidades reales para reproducir la vida en nuestra entidad y no preocuparnos solo de la vida humana cuando ella se encuentra en el vientre materno.

( . . . . )