FrenchFilmFestival 22

Inició el MyFrenchFilmFestival 2022. Es la duodécima edición de este proyecto para transmitir a través de Internet una porción de lo producido y novedades en los recientes años en la cinematografía de lengua francesa. Como ha sido organizado, se presentan secciones en competición en categorías largometraje y cortos, y secciones complementarias. Se incluye films de Bélgica, Suiza y Canadá, y principalmente de Francia, con las usuales coproducciones.

De lo visto en los primeros días del festival, me impresionó por el tratamiento “Loca por la vida” (Une vie démente, 2020), escrito y dirigido por Anne Sirot y Raphaël Balboni, con el tema del Alzheimer, una variante, la manera de sofocarlo, aceptarlo, vivir con él.

En la apertura, la ópera prima de Sirot y Balboni tendería a cuestiones de crisis de pareja, el definir si es tiempo –para Noemi y Alex- de tener un hijo o se agotan las probabilidades, más las concurrentes situaciones financieras y laborales. Con animosidad y gracia toma la batuta Suzanne, la madre de él en sus sesenta y pico, y se apodera del terreno y las decisiones como fruto de su forma de sentir, del amor hacia su hijo y su futuro nieto, sin picar de suegra malvada.

De ahí, se engarza con cautela al comportamiento extravagante de Suzanne, para involucrar el diagnóstico, la falta de cordura en su posición monetaria, en los disparates y olvidos de meses y años atrás, graves e irracionales desde la posición exterior, nuevos para Alex, refutados por la madre por su desgaste mental, inexistentes para ella.

El duo de directores impone la cámara subjetiva cuando van con la doctora o psicóloga y con el encargado de las pensiones y el del banco: ver a la madre e hijo o a veces con la nuera en cámara fija, y solamente escuchar las voces, las indicaciones, las explicaciones; observar el asombro de Alex y Noemí ante lo expuesto, el desinterés y ausencia de Suzanne. Para impacto visual golpeador, el vestuario, es del mismo color de las paredes –verde claro, naranja leve- a sus espaldas donde los colocan, según con quien anden y para amortiguar la dosis de información.

Ese mismo metodo expresivo visual lo utilizan en la casa de la pareja, en primera instancia con la pijama, las sábanas y almohadas y luego las paredes, las cubre lámparas, en el mismo diseño, como verde oscuro, floreado; para diferenciar los espacios, con sensaciones más intensas cuando hacen el amor.

En similar postura, las entrevistas para contratar la persona quien se encargará de cuidar a Suzanne, son en un plano con los involucrados, Alex (Jean Le Peltier), Noemí (Lucie Debay), el interrogado, y provee en frío, sin ambages, la manera de ser de los tres entrevistados; sus peculiaridades y capacidades ante la enfermedad y la mujer.

“Loca por la vida”, en retícula conexa a cintas como “Siempre Alice” (2014, Richard Glazer, Wash Wesmoreland), “Iris” (2001, Richard Eyre), “Las buenas hierbas” (2013, María Novaro), “”Il viaggio di Elena” (2019, Luca Tossani), “Lejos de ella” (2006, Sarah Polley), o la reciente “El padre” (Florian Zeller); se emplaza al rudo trance del hijo para cuidar a su mamá, al aprendizaje, la obligación de estar alguien siempre con ella, las turbulencias en su existencia, las altas y bajas del matrimonio; situaciones chuscas de Suzanne (en casa de vecinas, o los coches), recuerdos parciales afables (el affaire con la amiga), reiteraciones escapatorias, sus equivocaciones y repeticiones.

La trama se define a una conformidad favorable, sacudiéndose la tragedia, sin obviar la gravedad y el compromiso; con el cuidador Kevin (Gilles Remiche) de alma comprensiva, aguantador. Al renaciente cariño del vástago hacia su progenitora; la paulatina consideración del drama por encima de banalidades o del rompimiento marital; las tensiones superadas, el agoste aminorado y la elipsis de un año, la doble paternidad.

La caracterización superior de Jo Deseure (Suzanne) en sus extravíos, tiene su culminación en la última secuencia, eximida de perjuicios de la desnudez, libre en su interior; y del cierre del círculo en tinte optimista y anexo de la conformación de la familia.