¿Magistradas holgazanas?
En su primera salida al ruedo informativo la magistrada presidenta del Supremo Tribunal de Justicia de Aguascalientes, María José Ocampo Vázquez, tropezó, se fue de bruces. La enorme toga y el reluciente escapulario del PAN le jugaron una mala pasada. El penoso accidente intencional ocasionó que exhibiera a tres magistrados/as.
Antes de tocar la resbalosa arena, el birrete voló por los aires encontrados de la ignorancia y la falta de preparación. Pudo salir por la puerta grande con las orejas y rabo del manso y escobillado burel de la ganadería de la televisora pública financiada con el dinero de los contribuyentes, pero no pudo, porque en los asuntos públicos se requiere algo más que la potente recomendación, la imposición del dedo divino de su protectora y amiga, la gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel.
La hija de la excandidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, probablemente estudió la Constitución, pero del Estado de México, al justificar su nombramiento al frente del máximo tribunal estatal con el torpe argumento de que se derivó de “una cuestión de equidad de género y de la declinación de las dos magistradas que le antecedían”.
Esto quiere decir, de acuerdo a la declaración de Ocampo Vázquez, que las dos irresponsables magistradas, Mariana Fátima de León Barba y Cynthia Guadalupe Trujillo Lara, se negaron a hacer su trabajo, botaron las obligaciones conferidas en la Constitución de Aguascalientes, y declinaron el honor del encargo, sin importarles el regio salario mensual bruto de 195 mil pesos (más aguinaldo y prima vacacional) depositado en su tarjeta de nómina; a un obrero de Nissan lo hubieran despedido inmediatamente porque rechazaba las labores contempladas en su contrato laboral.
En la transcripción de la entrevista electrónica, publicada el reciente martes 9 en el portal de Bi Noticias, la doctora en derecho por la Universidad Anáhuac, sentenció —alejada de una lectura honesta del andamiaje legal— que su “designación no fue inconstitucional”. pese a que ignoró lo establecido en el artículo 51 de la Constitución local, donde se advierte explícitamente que la presidencia de dicho tribunal será para quien haya obtenido más sufragios.
«Es muy importante establecer que el artículo 51, como bien lo mencionas, establece que tendremos un presidente que el cargo será de dos años y cambiará de hombre a mujer. El magistrado entrante —Felipe Ávila Orozco— que tiene el mayor número de votos es quien decide, porque el magistrado saliente era hombre —Juan Rojas García—, decide que vaya una mujer. Es decir, hay un cambio en el principio de equidad de género», argumentó.
En buen cristiano, Ocampo Vázquez cambió la toga por el fuero al asumir las funciones de diputada constituyente para modificar la Constitución de Aguascalientes; obsequiarle al magistrado triunfador de la elección en las urnas, Ávila Orozco, la facultad unipersonal de nombrar al Magistrado Presidente; y vulnerar el principio de equidad de género, aplicable para el nuevo Supremo Tribunal de Justicia de Aguascalientes.
Desde que se reveló que Ocampo Vázquez sería la nueva presidenta, BI Noticias ha intentado contactar a la magistrada presidenta para una entrevista, pero como no es lo mismo el cómodo sillón del canal del gobierno estatal que la silla inquisitoria de la radiodifusora, la espuria se negó a concederle una entrevista a BI Noticias por “cuestiones de agenda”.
Como a toda reacción corresponde una reacción acción igual de intensa, comprobó Newton en su Tercera Ley, el movimiento telúrico recorrió la aldea hasta convertirse en escándalo nacional.
La designación de la presidencia del STJA es impugnada ante el Tribunal Electoral Local mediante distintos recursos legales promovidos, de manera individual, por la senadora y abogada Nora Ruvalcaba Gámez, el diputado federal Arturo Ávila Anaya y los letrados Erick Monroy Sánchez y Alan Capetillo Salas, para salvaguardar la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano, en los que se argumenta que “el procedimiento violó disposiciones de la Constitución estatal y federal, así como el espíritu de la reforma judicial que estableció la elección ciudadana de magistraturas”.
El Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes también fustiga de manera categórica la espuria designación al señalar que con el procedimiento en el Poder Judicial queda evidenciada “una alarmante tendencia al someter la justicia a intereses políticos”; y exhorta a que se respete la Constitución para elegir la presidencia del STJA.
Para el senador panista Toño Martín del Campo, “es necesario respetar la Constitución”. Es una “lástima que al tratarse de un Poder Judicial que es en donde tienes que impartir justicia, estén empezando con el pie izquierdo”.
Escasos días le fueron suficientes a la magistrada presidenta Ocampo Vázquez, para bailar el jarabe tapatío sobre la Constitución del estado y la federal, y demoler la confianza, el respeto y la credibilidad del nuevo STJA.
Porque alguien tiene que escribirlo: Por decreto de la gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel, los asistentes a la ceremonia del grito de independencia fueron obligados a vitorear a El Gigante de México, junto a los héroes que nos dieron patria y libertad en 1810. La propaganda del gobierno mancilla el simbolismo del 15 de septiembre.
El último día de septiembre de 2027 el Gigante habrá fallecido a los cinco años de edad. Sus cenizas descansarán, finalmente, en el panteón del olvido. Al día siguiente, 1 de octubre, será sustituido por otro producto de la molesta propaganda gubernamental.
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