PASOS PARA ATRÁS

PASOS PARA ATRÁS

[bctt tweet=»No estoy muy satisfecho de lo que pasa en el país, por acciones realizadas por el mismo gobierno federal y su instrumento electoral, dígase Morena» username=»crisolhoy»]

No estoy muy satisfecho de lo que pasa en el país, por acciones realizadas por el mismo gobierno federal y su instrumento electoral, dígase Morena. Ambos cometen errores sin que se vea el menor sentido autocrítico de su parte o tan siquiera una valoración objetiva de lo que está pasando. Están demasiado confiados. Le siguen apostando a la debilidad de la oposición, a su falta de propuesta política y a su desprestigio todavía no superado. Lo cual es cierto, pero todo tiene sus límites y eso no cabe en sus entendederas.

Y no es voltearnos para ubicarnos en la oposición frontal, pues todavía hay resquicios que aprovechar en el marco de la radicalización del proceso, para darle un contenido de izquierda a la llamada Cuarta Transformación, que por ahora, para lo que representa López Obrador, se refiere a una propuesta progresista, liberal, antineoliberal (por lo menos en lo discursivo), como paso transicional hacia la real liquidación del viejo régimen, pero que se puede sesgar hacia la derecha, si desde la izquierda socialista no hacemos y proponemos algo contundente, de ahí que no podamos irnos por ahora a la otra banqueta. Por parte de la cúpula del actual gobierno y su partido, hasta ahora no se espera ni vislumbra que se vaya a tomar un camino distinto, la reiteración de las mañaneras nos dice que están casados con una idea muy difícil de cambiar si no se les obliga.

¡No somos iguales! Es la cantaleta permanente del Presidente de la República para pintar su raya en relación a los gobiernos anteriores, en mucho es cierto, pero hay rasgos que nos dirían otra cosa, por lo menos en algunos rubros, como es el combate a la impunidad; el nulo trato solidario de muchos servidores públicos, la deficitaria imbricación de la ética con la política y por ende, la consecuencia de los mismos. Y por el lado de Morena, está su excesivo pragmatismo, su pulverización partidaria, su divorcio con el movimiento social, su exclusividad enfermiza a la participación electoral y su endeblez ideológica.

Empiezan a haber grandes decepciones de sectores de votantes que se incluyeron en los treinta millones de sufragios obtenidos en 2018 y que ahora ven desilusionados un cambio que no llega, más cuando el camino sexenal casi se ubica ya a la mitad. En mi caso no hay decepción pero si desesperación, porque desde el principio tuve claro cuál era la caracterización de nuestro presidente y de los alcances de su partido. De ahí que no dude por dónde debo votar y votaré, sin que esté totalmente convencido. En mucho es, de los males el menor, no le allanaré el camino para que regrese la derecha neoliberal expresada en el PRIAN. Ayudaremos al actual grupo en el gobierno y su partido, aunque ellos no quieran ayudarse mucho.

No hay mejor forma de convencer a los mexicanos y los electores que yendo en el camino por el cual votaron éstos y que correspondió a la lucha realmente frontal contra la corrupción y la impunidad, dando lecciones ejemplares, no llamando a las buenas conciencias sino a la aplicación de la ley contra los responsables, cuestión que con franqueza no ha ocurrido, no obstante que vaya trascurriendo ya el tercer año de gobierno. El pueblo no quiere perdón -y menos a la manera cristiana- sino justicia elemental. Y si eso debiera haber operado para los participantes del viejo régimen, más para aquellos que pertenecen al actual gobierno y han actuado mal. Lo resuelto recientemente con los funcionarios de la Conade es una burla y una falta de respeto para los mexicanos.

El pueblo no ve bien el desdén presidencial hacia el juicio a los expresidentes, los cuales sin duda están involucrados en actos de corrupción, Los mexicanos no estamos con esas apreciaciones que dicen que “mi fuerte no es la venganza” “ni veo hacia atrás”. Sin decirlo, AMLO le atribuye esas particularidades a los ciudadanos, cuando lo que queremos, insistimos, es justicia. Acude a la necesidad de una consulta y entonces se allanará a la voluntad popular, pero no mueve un dedo para que ello ocurra, como si lo hizo en otros casos menos relevantes.

No sólo es la corrupción y la impunidad, también son actitudes inadecuadas de muchos funcionarios, que explotan a sus trabajadores, adoptan actitudes déspotas y autoritarias, que nada los diferencia de los gobiernos del PRIAN, aunque se protejan con discursos presuntamente de izquierda. Su actuación y actitud aleja a quienes ya estaban en las instituciones de gobierno de la nueva administración, porque consideran a sus superiores iguales o peores que los anteriores,

En cuanto a Morena, no podemos hablar que fue una decepción Mario Delgado, pues al fin y al cabo está haciendo lo que le enseñaron y no precisamente desde la izquierda. Hay que recordar que pertenece al grupo de Marcelo Ebrard, asociado con el monrrealismo. En pocas semanas ha deteriorando la de por si endeble estructura de ese partido, reciclando saltimbanquis y chapulines, desoyendo a sus bases, apoyando a cuestionados candidatos como en Nuevo León, San Luis Potosí o Guerrero, en un afán cuentachilero al estilo de lo que fue en su momento el PST y la última etapa del PRD.

Es buscar ganar por ganar, a toda costa, aún la lesión orgánica que pueda sufrir su partido. Podrán ganar en junio próximo por los elementos antes referidos, pero su triunfo será pírrico y quedará acentuada su crisis interna que no tiene para cuando resolver. Asimismo, poco se habla de su propuesta política, lo que me hace recordar una opinión sobre López Obrador, de la exembajadora norteamericana en México, Roberta Jacobson, que afirmaba que, “el problema es que no tiene respuestas políticas de fondo” (Estévez. Dolía. Así nos ven, cf, p, 292).

Así, se distancia eso de que somos diferentes, pero como señalé, la responsabilidad no está únicamente en ellos: el nuevo gobierno, AMLO y Morena, también está en nosotros, la izquierda socialista.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!