Por los pasos de Zapata

Por los pasos de Zapata

Y si éste fuera /  mi último poema, /   insumiso y triste,   /   caído pero entero,   /    tan sólo   /    una palabra   /   escribiría:   /    Compañero.  Mauricio Rosencof

El pasado viernes ocho de abril, apenas dos días antes del 103 aniversario del asesinato de Emiliano Zapata, seguí parte de su ruta morelense: Cuautla, Ayala, Anenecuilco y Tlaltizapán. Ya no alcancé ir a Chinameca y otros lugares igualmente importantes. Antes, había ido a la parte poblana de la historia zapatista; ubicados en la Mixteca, como fue el caso de Acatlán, Atencingo y dos veces a Jolalpan, lugar donde Zapata recibiría el mando del Ejército Libertador del Sur. Quedan en la lista lugares como Ayoxuxtla, Chiautla y Huehuetlán el Chico. Eso sin contar Tochimilco, que fuera un cuartel zapatista en tierras poblanas.

En mi viaje relámpago, compartido con mis amigos Fernando Sánchez Mejorada y Federico Alarcón Cremoux, con quienes estamos empeñados en un proyecto ambicioso cinematográfico sobre Zapata en Puebla, también nos acompañaba el profesor Gonzalo Sánchez Javana, cronista de Jolalpan y residente en Cuautla, quien nos guió a los lugares adecuados.

Aún con un plan preconcebido, de alguna manera íbamos en frío, lo cual fue cambiando conforme avanzábamos, hacia una mayor percepción a partir de la recepción de lo que íbamos observando y escuchando de quienes nos proporcionaban información sobre el tema, los lugares, la historia y sus protagonistas. Entendí entonces el enorme orgullo de su historia por parte de los lugareños; la lucha de sus padres y abuelos, así como la enorme herencia que nos han dejado.

Me impactó la majestuosa estatua de Zapata en la Plaza Señor del Pueblo, ubicada en Cuautla y que el profesor Gonzalo Sánchez que los restos del revolucionario están depositados ahí precisamente, aunque recordó que al principio fueron colocados en el Panteón Municipal, lápida que todavía existe y se puede visitar. También nos recuerda que el 25 de marzo de 1911, justo quince días después de levantarse en armas, Zapata es nombrado como Jefe máximo del Ejercito Libertador del Sur, precisamente en Jolalpan, Puebla.

Apenas quince minutos después de partir de Cuautla, estábamos en Anenecuilco, colindante con Ayala apenas por el río. Fuimos directo al museo donde se mantienen los restos de la vivienda, donde nació y creció Emiliano Zapata. Un viejo, casi extraído de los pasajes zapatistas, con bigote y todo, Francisco Gadea Quevedo, quien nos contó sobre la historia de la familia de Zapata, de su madre oriunda de Amatlán, la cual, por cierto le decía a Miliano cariñosamente “cuañini, que quiere decir, tilico.

No nos fuimos de Anenecuilco-Ayala, sin visitar a la señora María Félix (nada que ver con la Doña), descendiente de Zapata por la rama materna, en tanto es nieta de Chico Franco, primo hermano de Miliano y par en andanzas aventureras y de pleitos con otros. Con él compartió además, la charrería, los caballos y la fiesta.

Estamos en casa de Doña María, nos reciben un grupo como de cinco personas, todas ellas tienen algo que contar y decir sobre el zapatismo. Nuestra anfitriona nos cuenta como Zapata había dejado a su primo Chico Franco, la responsabilidad de salvaguardar los documentos de la comunidad que se tenían desde tiempos de la colonia, cuidarlos por sobre todo, incluso su vida, que perdió finalmente por ese motivo junto con dos de sus hijos, en diciembre de 1947.

También nos señaló la presunta rivalidad entre los habitantes de Ayala y los de Anenecuilco, que como ya señalamos, sólo están divididos geográficamente por el río. En una respuesta que no me quedó clara no me satisfizo, más cuando en todo lo leído sobre el zapatismo, no he encontrado ninguna alusión a dicha situación.

En la plática salió un autor clásico, que en lo personal encontré de manera repetidas las citas de su trabajo Raíz y razón de Zapata, de Jesús Sotelo Inclán, que había vivido años en la región, visitado y entrevistado lugares y protagonistas, hasta sacar una obra de enorme valía, pero que no había podido encontrar, más cuando la edición primera era de los cuarentas del siglo pasado. Ahí se señaló que había habido una reedición en los setenta y otra más reciente por parte del gobierno del Morelos.

Obviamente por estar donde estábamos, acabamos comiendo cecina, queso fresco, frijoles, cebollas asadas y tortillas hechas a mano. Salimos de inmediato, con el libro El archivo inédito de Chico Franco, de Mario Casasús, aun cuando no completábamos el programa armado para ese día. 45 minutos después llegamos a Tlaltizapán, después de seguir un camino sinuoso y en mal estado.

Vamos directo a la exhacienda que fuera propiedad de Alarcón, que a principios del siglo XX había sido gobernador del Estado y ascendiente de nuestro amigo Federico. Ahí Zapata instaló el que fuera el principal cuartel del zapatismo, a decir de quienes atendían el hoy museo, por espacio de cuatro años, de 1914 a 1918. Impresiona por el estado impecable como se mantiene el inmueble

Me traslado de inmediato a los tiempos de entonces, cuando Zapata dirigía la revolución suriana desde ahí. Me imagino su ir y venir, las presiones de su hermano Eutimio, las aportaciones de sus seguidores intelectuales como Otilio Montaño, Paulino Martínez, Soto y Gama, Gildardo Magaña o Manuel Palafox. No se si por ahí anduvo Dolores Jiménez y Muro. Me imaginé la vida de la tropa y de la oficialidad.

Me imagino lo que sucedió después, los juicios y fusilamientos de tiempos distintos del Tuerto Morales y de un personaje tan valioso como Otilio Montaño. Los narradores del Museo nos aclaran que efectivamente ahí fueron juzgados los revolucionarios referidos, pero fueron fusilados cerca de ahí, a un paso de la plaza principal de Tlaltizapán. Y en el caso de Otilio Montaño, su cuerpo fue colgado en un árbol de la comunidad de Huatecalco.

Despidiéndonos del encargado del Museo, nos presentó antes a Jesús Zavaleta Castro, de la Sociedad para el Patrimonio Cultural A.C., amplio conocer del tema y quien nos dio la sorpresa de contar con un ejemplar del libro tan buscado de Jesús Sotelo Inclán, el cual nos proporcionó, al igual que otro texto que ya habíamos consultado en internet: Así firmaron el Plan de Ayala, de las investigadoras norteamericanas Rosalind Rosoff y Anita Aguilar, donde entrevistan en los setentas a tres firmantes del Plan de Ayala oriundos de Puebla.

De regreso pasamos a Cuautla a dejar al profesor Gonzalo y a las 20:30 horas estábamos entrando a la ciudad de Puebla, sintiéndonos cansado por la ardua jornada, pero enormemente satisfechos por lo aprendido, pero sobre todo, por la pertinencia del proyecto en el cual estábamos metidos, pues sin duda sería un rico aporte a la permanencia del zapatismo en nuestros días. Digno homenaje a Emiliano Zapata.

 

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM). Trabajó en Comunicación social de Pemex; en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones de Puebla; publicó otro libro: Zapata en la Mixteca poblana; se tiituló en 2023 de Licenciado en Ciencias de la Comunicación y actualmente es Coordinador de Proyecto de lo Contencioso, Fiscalización y Partidos Políticos en la Coordinación de Comunicación Social del INE.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM). Trabajó en Comunicación social de Pemex; en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones de Puebla; publicó otro libro: Zapata en la Mixteca poblana; se tiituló en 2023 de Licenciado en Ciencias de la Comunicación y actualmente es Coordinador de Proyecto de lo Contencioso, Fiscalización y Partidos Políticos en la Coordinación de Comunicación Social del INE.

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