UAA y Maestra María Teresa Isabel Martínez Mercado y Arturo Orenday
Las organizaciones están adoptando políticas sobre el acoso sexual asesoradas por sus abogados, y en ocasiones fabrican acusaciones como una forma fácil para despedir a alguien que les molesta por otra causa. El panorama que Schultz plantea magistralmente es ominoso. A ella le preocupa que en las últimas dos décadas, sin darse cuenta siquiera, muchas feministas se han vuelto cómplices de ese proyecto nefasto, que califica de neotaylorista: «No hay lugar para las expresiones sexualizadas en el trabajo. Aquí se viene a trabajar». Además de que se ignora la afectividad e intimidad positiva que surge entre compañeros de trabajo, Schultz señala que la prohibición sobre acoso sexual le deja a los gerentes el poder de controlar no sólo las expresiones sexuales, sino otros afectos de la vida, que son los que nos hacen humanos, con la excusa de que interfieren con el trabajo. Lamas, Marta. (2018). Acoso. ¿Denuncia legítima o victimización?. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.
En otro ambiente universitario pero relacionado con el artículo “ARRIBA EL PATRIARCADO” En La Universidad Cuauhtémoc Campus Aguascalientes; Regresemos a la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
El pasado 6 de marzo de 2020 en el diario El Heraldo de Aguascalientes; se reproduce nota a partir de un boletín de la casa de estudios sobre la Maestra María Teresa Isabel Martínez Mercado responsable de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA. En la cual se afirma sobre la denuncia en redes sociales y otros medios, incluido el presente, que señalan nombres de docentes y administrativos de dicha casa de estudio, se desprende que la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA no investiga porque no son denuncias formales. Así que herramientas como #METOO no son elementos suficientes para que la Maestra María Teresa Isabel Martínez Mercado inicie procedimientos de investigación o sanción en contra de los señalados en dichas listas y protestas públicas hasta que no exista una denuncia formal. Lo cual tiene razón, ya que como hemos señalado en otras oportunidades #METOO es una herramienta de visualización pero también es un arma de linchamiento y exterminio para eliminar enemigos políticos y económicos.
“Incluso, en el listado de los presuntos agresores se encuentra una persona fallecida y otros docentes más que ya no pertenecen a la institución, quienes en todo caso tendrán que ser sujetos a procedimientos legales de parte de la Fiscalía del Estado”. Maestra María Teresa Isabel Martínez Mercado responsable de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA. En El Heraldo de Aguascalientes
Estoy de acuerdo que deben ser denuncias formales para evitar cacerías de brujas.
En la misma nota del El Heraldo de Aguascalientes se afirma: “Durante el año pasado, la Defensoría de la UAA resolvió 122 quejas formales que concluyeron en la separación de 5 docentes y 4 alumnos. En lo que va de este año, se han recibido 16 denuncias por hostigamiento, acoso, discriminación entre otras más, de las cuales se ha emitido la recomendación de dos separaciones de docentes y una más de un estudiante, así como amonestaciones en faltas consideradas no graves. (Op cit)
Comprendemos que como autoridad defensora de derechos omita el nombre de los denunciantes para garantizar el anonimato y evitar represalia. Lo que no queda claro y es donde la Universidad Cuauhtémoc campus Aguascalientes pone el ejemplo es que ellos a diferencia de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA, si dan nombres de los responsables de los hechos y aclaran públicamente en que parte del proceso se encuentran.
Sólo en el 2019 “122 quejas formales que concluyeron en la separación de 5 docentes y 4 alumnos”. si es un proceso público su actuar ¿porque no contamos con los nombres de los integrantes de la comunidad de la UAA que han sido encontrados culpables como cualquier recomendación de la CNDH ?, ¿cuáles han sido las recomendaciones de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA aparte de la expulsión de estos culpables para tratar de reparar los daños?, ¿cuales son las medidas recomendadas para que la autoridad de la UAA actúe para evitar estos casos?, ¿las medidas de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA responden claramente a lo requerido por la LEY GENERAL DE VÍCTIMAS?, ¿quienes han sido encontrado inocentes?, estos últimos debieran tener un mecanismos para reparar los daños en contra de su imagen.
En los casos del 2020, ¿cuál ha sido el desenlace o en qué proceso van las 16 denuncias de hostigamiento, acoso, discriminación entre otras más?, ¿cuales son los nombres de los dos docentes separados de la institución y el nombre del alumno?, ¿en verdad existen?. La nota del El Heraldo de Aguascalientes concluye: «Difundir datos inexactos lo único que hace es desalentar a las verdaderas víctimas a que se animen a denunciar. Hacerles creer que no pasa nada les hará desistir de denunciar, lo que al final termina siendo un beneficio para los victimarios y no queremos que eso suceda», concluyó. El Heraldo de Aguascalientes. A lo que podríamos agregar, difundir información con medias verdades tampoco ayuda a la credibilidad.
Maestra María Teresa Isabel Martínez Mercado bien porque no se preste a la cacería de brujas y linchamientos públicos, pero rogamos sea más exacta y explícita en la información que da, como lo ha hecho la Universidad Cuauhtémoc campus Aguascalientes dirigida por su rector Juan Camilo Meza Jaramillo. (Ver Crisol Hoy)
Schultz recuerda el cambio cultural que sucedió: al principio, las cortes se resistían a aceptar el contenido sexual de la discriminación, para poco después solamente enfocarse en el aspecto sexual, sin registrar otras formas de hostigamiento. Según la autora, esto ocurrió porque el sexual harassment no se conceptualizó en términos amplios, ya que el paradigma interpretativo hegemónico fue el del feminismo radical, que se centró en la sexualidad masculina como la causa del problema. La autora reconoce que en un inicio ese paradigma, que subraya la centralidad de la explotación sexual en la creación de la desigualdad, representó un avance para que las cortes reconocieran que las propuestas e insinuaciones sexuales eran una forma de discriminación. Lamas, Marta. (2018). Acoso. ¿Denuncia legítima o victimización?. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.
Arturo Orenday González
Como parte de esta ola de denuncias le ha tocado salir a la arena y reflectores de la controversia a la persona del Licenciado Arturo Orenday González: docente de la UAA en la licenciatura de Derecho. Originalmente desde el 9 de marzo de 2020 se filtró en trascendidos en redes sociales la noticia del inicio de una supuesta investigación en contra del también Notario Público número 18.
En la mañana del 11 de marzo de 2020 en el diario Página 24: se afirmó que Arturo Orenday González “está siendo investigado por verter comentarios misóginos, mismos que molestaron a sus alumnas del sexto semestre de la licenciatura en derecho y quienes firmaron una petición en protesta por lo dicho.” (Op cit)
Se han corrido rumores como lo reconoce la misma nota de Página 24, que el docente fue suspendido. Lo cual no se ha confirmado aún de manera oficial. Pero hasta el momento son rumores que no ayudan a resolver la situación. De ser simples rumores son hechos que lastiman y denigran a la persona. Pero si existe al menos una investigación en progreso por alguna denuncia formal ¿quién filtró la información y con qué intención?, ¿investigación real o venganza?.
No hay certidumbre al momento si es verdad o mentira que exista un procedimiento de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UAA en contra de Arturo Orenday González. Es aquí donde la Maestra María Teresa Isabel Martínez Mercado ¿se le olvida defender derechos de personas vilipendiadas públicamente?, ¿no debe ser responsabilidad de la autoridad competente aclarar la situación?
En lo personal conocí inicialmente al Licenciado Arturo Orenday González por relaciones familiares y recibí siempre trato cortés y respetuoso. Luego existió un trato más estrecho cuando formamos parte del Consejo de Representantes del Centro de Ciencias Sociales. Él como jefe del Departamento de Derecho y su servidor como consejero alumno de la carrera de Sociología. El trato que entable en esta relación social con él siempre fue de respeto mutuo; ciertamente nunca fue en espacios que se permitiera interactuar más allá de la formalidad social y la institucionalidad, desconozco como fuera o sean el comportamiento o comentarios que vierta en sus clases. Pero la relación que se construyó de manera pública con el Licenciado Arturo Orenday González, me permitió construir una imagen de su persona como un docente exigente y duro, difícil si no que imposible de convencer con lisonjas y alabanzas. Cualidades que me mostró y respeto.
Ahora bien, ¿hasta donde esas cualidades de docente inflexible y comprometido con su hacer y quehacer como docente y profesional han originado este tipo de acusaciones?, o ¿se trata de una venganza política o económica en su contra generada por su actividad profesional como Notario Público 18?.
En mis tiempo de estudiante en la UAA vi cómo se generó la moda iniciada en ese momento por la decana del Centro de Educación Media Leticia Vázquez Méndez de anular cursos de docentes exigentes, bajo el pretexto que “los cursos por la misma exigencia del maestro no cumplian los objetivos academicos de la materia”. Como consecuencia desencadenó una estrategia de la UAA en diferentes centros y carreras que replicaban ante la reprobación de importante número de alumnos que cursan materias con docentes exigentes como el Dr. León Botello excelente maestro y que no se merecía ese trato que le dio la institución, por ser un docente en el cual se notaba el dominio de su materia y al mismo tiempo exigencia a sus alumnos directamente proporcional con su compromiso una dedicación que se contraponía a los instintos de la juventud a la falta de disciplina escolar. Del Dr, León Botello mi respeto y agradecimiento ahora, por haberme topado con un maestro que mostró disciplina y trabajo como su mejor cualidad para preparar a una juventud que por edad eran muchas las imprudencias que nos ganaban. Y confieso que yo no fui parte de la masa de alumnos que exigieron su destitución y menos aún la anulación de sus cursos por la educación que exige para acreditar su materia.
Pero la estrategia de anular cursos ante la reprobación de alumnos se popularizó, creando una actitud por parte de los docentes de aceptar los cambios y disminuir la exigencia en sus clases, facilitando mejores notas y abaratando la ciencia, en virtud de la exigencia, en su momento, por parte de la dirección de la institución en disminuir la reprobación y la deserción escolar. Posiblemente existían casos de docentes que que no dimensionaban las “competencias” que los alumnos deberían desarrollar en su materia, para ello hubiera sido mejor crear espacios para los docentes y enseñarles diferentes estrategias pedagógicas, antes de caer en la tentación de la espada de Damocles motivada por las masas de alumnos que exigían una relajación en los controles de calidad académica.
¿Ahora las denuncias públicas por supuestos crímenes de violencia de género en contra de Arturo Orenday González no tendrá el mismo trasfondo?, o ¿venganza por su actuar profesional que lo alcanzó en la esfera académica?, ¿en verdad hay denuncias formales en su contra?
ADDENDUM
El día de hoy en su grupo de WhatsApp y en el de sus compañeros de generación en la Prepa el Lic. Arturo Orenday González, compartió las siguientes líneas:
«Va amigos ex IACT, lo escrito en el chat grupal de maestros de Derecho; … “Compañeros: Utilizaré este chat para tocar un tema, que algunos quieren convertir en problema.
He visto y vivido, no sufrido, tres días de difusión, de desinformación, de mi persona, por un tema relacionado con mis actividades como maestro universitario.
30 años de maestro frente a grupo y, exalumnos, ellos y ellas, cuando nos encontramos en tribunales o en oficinas de la administración pública, nos saludamos con gusto y respeto; ahora, alguna exposición o expresión en clase y sin dolo, ha herido a algunas alumnas.
Sabemos que la enseñanza del derecho, que el ejercicio de la abogacía no es un camino fácil. El derecho, decía mi maestro de sociologia Luis Recasens “es vida humana objetivada; es vida incorporada a la norma”, porque el derecho incorpora todo lo que el ser humano es: sus valores, sus aspiraciones, sus ambiciones, su maldad, daños y agravios, bienes y derechos.
Probablemente quien lee estas líneas ha escuchado o leído en medios que he sido suspendido de mi cátedra. No, eso no ha sucedido, aún. Informalmente sé que hay un procedimiento en curso por una queja, por expresiones o temas tratados en clase, que varias alumnas y por los vientos que corren, han señalado como discriminatorias o misoginias, eventualmente ofensivas.
Mis destacados maestros, Fernando Castellanos Tena, Ernesto Gutiérrez y González, Guillermo Colín Sánchez y algunos otros bien recordados, habrían sido expulsados de la Facultad de Derecho de la UNAM por lo mismo. Yo, en buena parte, transmitió el conocimiento jurídico como de ellos lo aprendí.
Sigmund Freud, quien causó intensa polémica con Eros y Thanatos sería puesto en picota e inmediatamente expulsado de la universidad, por esa oficina que atiza el fuego en lugar de apagarlo; frente a la hoguera convergen además dos notarios, él y ella, quienes, impugnados por su ilegal nombramiento, soplan jubilosos.
Pero, bien. Reflexiono en que los tiempos han cambiado. Erich Fromm estudió la naturaleza del amor en sus diversas formas: amor fraternal, amor de padre y de madre, amor a uno mismo, amor a Dios y amor erótico; a lo expuesto por este psicólogo y filósofo agregaré y ofreceré respeto, un profundo respeto por todo ello y por el ser femenino.
Mtro. Arturo Orenday».
Contactado por Crisol Hoy sobre la publicación de este texto, en el cual hacemos alusión a su caso el Lic. Arturo Orenday González, nos contestó ampliando su comentario publicado en grupos de WhatsApp con el siguiente párrafo:
«Las declaraciones y actuaciones de la defensora de los derechos universitarios parecen olvidar que su deber institucional se orienta a toda la comunidad universitaria, puesto que conforme a la normatividad que a la universidad le ha permitido establecer su autonomía, tienen y deben de protegerse los derechos tanto de estudiantes como de maestros a lo que no conduce revivir la santa inquisición» Mtro. Arturo Orenday