ENTRE MUERTES Y HOMENAJES
[bctt tweet=»Miguel León Portilla fue distinto. En mucho, libros como La visión de los vencidos, Los antiguos mexicanos o el que escribió sobre Hernán Cortés» username=»crisolhoy»]
Días aciagos por la muerte del Príncipe de la canción, José José y el historiador Miguel León Portilla. Pero también de recordatorio, por lo menos para alguna parte de la izquierda socialista, para personajes entrañables que en distintos tiempos se fueron por estos días.
Nunca fui asiduo de José José, lo que no quería decir que n cantara sus canciones, sobre todo después de algunos tragos le entrábamos al karaoke. Pero si reconozco el enorme valor de su música en los mexicanos y en gran medida en Latinoamérica también.
Con don Miguel León Portilla fue distinto. En mucho, libros como La visión de los vencidos, Los antiguos mexicanos o el que escribió sobre Hernán Cortés (cuyo título no recuerdo), fueron para mi fundamentales en el conocimiento de nuestros ancestros y en el orgullo que debemos tener por ellos, por todo lo que aportaron en la constitución de nuestra cultura mestiza. Es una gran pérdida sin duda para el mundo académico mexicano.
También por estos días recuerdo a viejos amigos y compañeros de lucha en los diversos partidos de izquierda donde militamos y por lo cual, en dos sendos actos les hacemos un merecido homenaje en los próximos días. Me refiero a Jaime Perches, Eduardo Montes Manzano, Rafael Jacobo y a Miguel Ángel Torres.
Para los tres primeros citados, el Movimiento Comunista Mexicano realizará el próximo 11 de octubre en la Ciudad de México un merecido homenaje, el cual se lleva a cabo en el marco del Centenario de la fundación del PCM, que se cumple precisamente el 24 de noviembre.
Los tres fueron dirigentes en distintos niveles del Partido Comunista Mexicano, pero después en los distintos partidos que le siguieron en los sucesivos procesos de fusión. Jaime Perches provenía del movimiento ferrocarrilero, para después ser uno de los componentes más importantes del aparato del partido. Eduardo Montes incurrió más en el ámbito periodístico, siendo autor de trabajos relevantes, entre estos ¡Cómo combatir al charrismo? que se convertiría en un texto clásico para los militantes de izquierda en los setenta del siglo pasado. Murió siendo Presidente del Consejo de Administración del periódico La Jornada. Rafael Jacobo fue uno de los principales dirigentes campesinos comunistas de la segunda mitad del siglo pasado.
Los tres siempre estuvieron cercano al colectivo que hoy conformamos el Movimiento Comunista Mexicano, por mancomunión de ideas y de proyectos, de tal manera que, si siguieran vivos, actuarían militantemente en nuestra agrupación.
El cuarto personaje es Miguel Ángel Torres, zacatecano avecindado por muchos años en Aguascalientes, donde falleció en marzo pasado. El MCM ha iniciado un esfuerzo editorial con un primer título que reúne los textos publicados por este compañero en Tribuna Comunista y que lleva el nombre de Política, medio ambiente y comunidad.
Del mismo habrá dos presentaciones, la primera en la Ciudad de México el 29 de octubre en el local de Cencos y el segundo en la ciudad de Aguascalientes el sábado primero de noviembre, eventos convocados entre otros por el Movimiento Comunista Mexicano, en el cual militó los últimos años de su vida Miguel.
Los comentarios anteriores no van relacionados a la trillada frase de que “recordar es vivir”, convertida por eso mismo en un lugar común. La intención es subrayar que tenemos memoria y que esta nos permite traer a la actualidad lo que ha sido nuestra historia, no sólo general de los mexicanos sino de la izquierda.
El gran cúmulo de experiencias adquiridas por personajes (no únicamente los referidos), sino decenas de miles, que aún en el anonimato aportaron en mucho para construir lo que ahora es México y la enorme potencialidad de avanzar mucho más de lo que hasta ahora hemos logrado.
Esta es también la intención de recordar todo lo que ha significado cien años de teoría y trabajo comunista en el país, inserto en los movimientos sociales, en los conflictos huelguísticos, en la participación electoral, pero en general en la inserción en la sociedad civil.
También implica refrendar su pensamiento, su decisión de luchar hacia la transformación radical de la sociedad, para darle continuidad lo que ellos empujaron en su momento, en un motor dinámico donde ahora, nosotros, actuamos como un engrane más.