Rebelión cívica en las urnas (III Parte y última)
En la entrega anterior hacia la pregunta final de esta reflexión ¿Qué sigue?
Los vientos de cambio que soplan hoy por todo el país, comienzan a sacar lo mejor del ser nacional, parecen ser vientos saludables. La agitada transición a nivel federal ya tiene a una gran parte del país movilizado, opinando, proponiendo, ventilando grandes y pequeños problemas de todo tipo relacionados con las primeras iniciativas del aun candidato ganador.
El foro de ayer en Ciudad Juárez, o la reunión con los Ingenieros Civiles el día anterior, son expresión de esos cambios. Los planes de descentralización, el plan de austeridad republicana que implica el adelgazamiento de la burocracia federal y la reducción de sueldos ominosos y privilegios, son apenas el despliegue de propósitos bien intencionados, que todavía falta ver en que terminan, ya que encontrarán resistencias mil.
Solo ver el desfile interminable de ciudadanos llegando de todo el país a la denominada “Casa del Cambio” en la Ciudad de México a ofrecer, pedir, sugerir, aportar, proponer y apuntarse para colaborar, unos en forma gratuita, otros pidiendo empleo, pero todos con ánimo y enorme expectativa que contagia, da la impresión que efectivamente algo está cambiando.
¿Y en los estados, qué está pasando, que pasa en Aguascalientes?
Como en casi todos los estados, el tema más recurrente es el de los delegados federales y su próximo recorte, su sustitución por los coordinadores estatales de programas de desarrollo que operarán el cambio de formas de relacionarse la federación con los estados para romper con las hasta ahora, opacas y corruptas maneras de aplicar los recursos federales, pero casi nada se sabe cómo se están operando esos cambios.
¿Quién es Aldo Ruíz, que va a hacer, qué está haciendo, como van a trabajar en Aguascalientes?
De igual manera, la virtual bancada morenista, aun siendo minoría y sin capacidad de decidir, puede y debe ofrecer una agenda legislativa para Aguascalientes acorde a su Proyecto de Nación. No debiera bastarles con sumarse a las iniciativas del nuevo gobierno federal y a la agenda legislativa nacional de MORENA.
Aguascalientes tiene sus propias necesidades y prioridades, rezagos, problemas que se han pospuesto o ignorado, uno de ellos el del agua. Pero junto a ese, está el grave problema de la movilidad y el transporte urbano, los bajos salarios, la calidad de los servicios de educación y salud por mencionar algunos de los principales.
El de Aguascalientes es unos de los 13 estados de la República en que la bancada morenista no tiene mayoría, y aunque en 19 congresos locales tiene mayoría y puede promover y aprobar reformas constitucionales de carácter nacional, el de Aguascalientes será seguramente una fortaleza que los panistas querrán conservar y, si la virtual bancada de MORENA no hacen su tarea, éstos serán los primeros beneficiarios de la omisión o falta de iniciativa de aquellos y los ciudadanos seguirán esperando soluciones a los problemas de fondo.
Los panistas ya definieron prioridades en su programa sexenal de gobierno y tienen una agenda legislativa también definida ¿en qué temas difieren con las nuevas prioridades nacionales? La actual Ley del Desarrollo Social para el Estado de Aguascalientes, difiere o es omisa en temas sustantivos que impulsará el nuevo gobierno federal?
Entre más tiempo tarde en definirse la oposición en Aguascalientes o peor, sin una agenda opositora clara para los ciudadanos, aquí solo veremos pasar el cambio y seremos protagonistas de pleitos aparentemente sin razón, entre una mayoría panista y una minoría morenista.
La oposición política que representan el PAN y el PRI a nivel nacional, disminuidos políticamente, muy descreditados los segundos, difícilmente podrán presentar una oposición que abandere las causas sociales, antes al contrario, estarán expectantes esperando que el nuevo régimen tropiece.
En el ejercicio de gobierno, los nuevos gobernantes tendrán muchas tentaciones y podrían comenzar a querer que nada cambie. No son pocos los que quieren que esto suceda: la actual oposición panista y priista, algunos de los nuevos representantes populares morenistas improvisados y que no se hagan responsables de la enorme responsabilidad que tienen encima, los conversos de última hora y quienes tienen interés en que algo suceda para poder decir “todos los partidos son iguales, nomás prometen y llegando al poder, se olvidan”, para poder decir que esa rebelión cívica en las urnas no sirvió más que para renovar una esperanza inútil de cambio mediante el sufragio, para seguir igual, como cada sexenio.
¿Qué sigue?
No dejar que las agitadas aguas de la rebelión se calmen prematuramente y aprovechar los vientos saludables del cambio de régimen, para cambiar también nosotros, como ciudadanos y hacernos responsables de los que nos toca y saber exigir y aportar al cambio, desde abajo.
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