Pensamientos de una noche cualquiera

Estimado lector; ¿Ha estado usted alguna vez enamorado?

¿Cómo pudiera definir usted la palabra amor?

A lo largo de mi vida, he podido encontrar muchas definiciones para este sentimiento, que pareciera el más bello pero también el más peligroso…

Es el causante de la autoría de muchas novelas, películas, pensamientos, poemas, versos, conquistas de países; pero también es causante de las peores tragedias en la humanidad.

Se han conquistado reinos enteros y se han construido palacios monumentales por una sola persona…

Pero nosotros en la actualidad no somos reyes, ni somos conquistadores del universo.

Solo podemos ser capaces de cambiar el universo de “una persona”

Entra el juego de la inteligencia, la prudencia, la sapiencia, el corazón y las ganas, para idear en el taller de la imaginación, aquellas cosas y eventos que sean pinceladas de arte para dedicarlas a aquella mujer que te roba el sueño y te roba la vida a pequeños suspiros.

Porque conforme pasa el tiempo, vas descubriendo cosas, que no sabías pero percibías…

La mente deja de pensar y el corazón toma el control de tu ser, para dar paso a un cúmulo de pensamientos contradictorios; y el corazón toma un papel que no le corresponde… intenta desesperadamente analizar y justificar cualquier acto o episodio que la mente se resiste a aceptar.

Y es el corazón el que intenta decirle al cerebro lo que debe de pensar.

Es ahí donde empezamos a cometer los más bellos errores.

Porque te das cuenta que durante mucho tiempo fuiste lo que pudiste, pero en ese momento preciso, empiezas a ser la persona que quieres.

Porque cuando quieres, irremediablemente esperas algo a cambio, cuando amas no esperas nada a cambio; solo buscas dar… y dar… aunque sepas que el riesgo es alto.

La siguiente frase es de un buen amigo Ernesto Cano que le reconozco que escribe pinceladas de arte:

“A nuestra edad sabemos que nada es para siempre. Nos enamoramos pero sabemos que no será para siempre. Por eso nos arriesgamos, por eso nos entregamos hasta quedarnos vacíos.”

Siguen las pinceladas de arte en los lienzos de la vida:

“Tengo ganas de querer

Porque de amar tal vez ya me cansé
y no de amar, los que lo hacen
no se cansan
de querer todos tal vez.

Amar no es cosa fácil,
amar es dar y nada más.
Dejar atrás tal vez lo que uno fue,
para ver en dos lo que será

Hoy sé que hay alguien que me ama
por la mirada que me da,
se ríe y con eso me dice
abuelo qué más da.

Así que para amar solo una cosa
saber que quieres más,
hacerlo,
y que la vida haga lo demás.”

Y este pequeño verso, de mi estimado compañero de pláticas nocturnas, aplica para muchas cosas…

¿Y sabe algo?

Esas pinceladas de arte, solo son capaces de escribirlas aquellas personas que han amado y vivido lo suficiente.

¿A quién quiere usted estimado lector?

¿A quién quiere usted lo suficiente como para dedicarle estas bellas palabras?

Porque estas palabras denotan tanto deseo y frustración… denotan tanto cariño y tantos recuerdos de la vida pasada…

Denotan pasado presente y futuro.

Describen el pasado conjugado con el presente en una amalgama que habla del deseo de futuro…

En un presente que no existe todavía o quizás existe… pero desnuda a la perfección el deseo de todos los seres humanos.

Describo hoy, el futuro idealizando el presente y con nostalgia en el pasado.

Pienso en cada minuto de mi vida pasada, sabiendo que todo ha valido la pena.

Y el presente se convierte en un mar de tranquilidad sabiendo que has hecho lo correcto.

Sabes que en el pasado pasó lo correcto de acuerdo al plan divino que está diseñado exclusivamente para ti.

Sabes que estás haciendo en el presente lo correcto, y sueñas con un futuro que no ha llegado… pero que irremediablemente estas fabricando.

Perdonas al pasado, amas el presente y añoras el futuro.

Decía Steve Jobs que no puedes amarrar los puntos hacia adelante… Solo puedes hacerlo hacia atrás…

Y miras para atrás, y empiezas a entender el presente…

Y ves el presente y empiezas a visualizar el futuro.

Y somos los humanos más incongruentes, porque nos alimentamos de sueños y deseos.

Pero nos empezamos a convertir en seres humanos incongruentes, que caminan en la soledad de la calle, rodeados de millones de personas, que escuchan en su mente sinfonías bellamente creadas de acuerdo a las vivencias y a los sentimientos que alberga cada uno en su mente y su corazón.

Empezamos a sufrir una transformación similar cual personaje de Franz Kafka en su libro Metamorfosis, en una metáfora de la condición humana, del hombre que vive incansablemente y que descubre que solo come para vivir y vive para trabajar. En el hartazgo de lo cotidiano, y llega el momento irreversible en el cual te descubres… te rebelas a seguir encasillado por que estabas matando tu espíritu… y renaces como el ave Fénix.

Y así es la vida… morir un poco cada día, y renacer como el ave fénix después de cierto tiempo…

Y el ciclo virtuoso se repite.

Y llegará un día, en el que tus alas no serán cortadas… solo serán transformadas…

Serán transformadas en alas que te darán fuerzas para volar, pero también serán lo suficientemente fuertes para quedarte “ahí” donde la tormenta sea transformada en paz absoluta.

El problema como seres humanos, radica en saber para qué quieres esas alas…

Tú y solo tú, sabes si te estancas y vives con miedo y rencor toda la vida, o solo perdonas y aprendes de esas vivencias que te hacen ser quien eres ahora, y valorar a aquella persona que está dispuesta a dar todo por ti.

Pero no busques la paz absoluta permanentemente.

Busca nuevos retos… busca enamorarte nuevamente cada día de la vida, de tu pareja, de tus hijos, de tu trabajo.

Busca la manera de resolver los problemas sin pisar la dignidad de las personas a quien amas.

Busca la manera de conquistar tu pequeño reino; que puede ser pequeño para los demás, pero inmenso para quien cree en ti y en tus sueños.

Imagina, sueña, vive… inténtalo una vez más.

Siempre ten una palabra en tu mente, que le haga despegarse del piso, a quien quieres, aunque sea unos segundos y después te olvide.

Quizás esa persona no la entienda en ese momento… quizás esa persona no alcance a entender la complejidad y el sentimiento de esa palabra que has dicho sin motivo aparente; pero tu si lo sabes… y esa complejidad en tus palabras y tus actos es la que deja huella permanente en algunas personas… Algún día lo entenderá… o quizás ya lo entiende… que se yo?

No todos pueden darte lo que tu das… per si tienes la fortuna de toparte con esa persona que si te lo puede dar; simplemente eres un hombre afortunado… eres una persona que ha tenido el mayor golpe de suerte en la vida.