El modelo neoliberal en México, el PRI y el PAN dos caras de la misma moneda.
La implementación del modelo económico neoliberal en nuestro país, que socavó la sustitución de importaciones y la economía mixta existente en México hasta antes de la administración de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), período en el que al igual que en otros países latinoamericanos se ponen en marcha las políticas neoliberales de liberalización del mercado y de “adelgazamiento del Estado” que en el caso mexicano, se inició a implementar con la venta y privatización de las empresas del sector público (paraestatales), medida que redujo grandemente la participación del Estado Mexicano en la economía, porque de poseer 1,155 empresas se quedó con apenas 412, política que se profundizó en las administraciones de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), y en administraciones subsiguientes correspondientes a los periodos de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón Hinojosa Quezada (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), el modelo económico y estos presidentes aspiraron a entregar al extranjero áreas estratégicas de nuestro país como lo son el petróleo y la energía eléctrica.
El fraude electoral con el cual se impuso a Carlos Salinas de Gortari como Presidente de la República, nos permite aseverar, que este hecho histórico fue propiciado por los grupos de poder nacionales e internacionales para poder mediante el modelo neoliberal colocar en las manos del mercado las riquezas naturales de nuestro país, así como a las fuerzas productivas de México. En la imposición y la posterior administración del gobierno federal Carlos Salinas de Gortari se puede hablar de un doble golpe de estado, ya que sin disparar un solo tiro fue impuesto mediante un fraude electoral y también sin disparar un solo tiro, hizo otro golpe de estado, de carácter técnico-jurídico, al llevar a cabo las reformas constitucionales, que prepararon el terreno para la profundización del neoliberalismo en México, reformas que trastocaron el orden social y la realidad de nuestro país de una manera retardataria y al margen de la opinión de los ciudadanos mexicanos, es así como, priistas y panistas reformaron los artículos 3, 27, 28, 41, 73, 74, 123, 130 y 82 referidos respetivamente: el 3° a la Reforma Educativa que flexibilizo la educación superior, separo la educación media de las universidades, y busco desaparecer o controlar las organizaciones estudiantiles y sindicales universitarias; el artículo 27, a la modificación de la propiedad de la tierra en el campo mexicano, la cancelación del reparto agrario y al inicio de la participación del capital privado nacional e internacional en la compra, arrendamiento y/o contratación de las tierras ejidales y comunales; los artículos 28 y 123 a la reprivatización de la banca, en este último artículo constitucional se reformó fracción XIII bis del Apartado B que quedó con el contenido siguiente, de conformidad con el Diario Oficial de la Federación de fecha 20 de agosto de 1993, ”El banco central y las entidades de la Administración Pública Federal que formen parte del sistema bancario mexicano regirán sus relaciones laborales por lo dispuesto en este Apartado”; el artículo 73, referido a la primera reforma electoral; los artículos 41 y 74 tocantes a la segunda reforma electoral que creaba nuevos partidos políticos como el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo; el artículo 130 que otorga a las iglesias y agrupaciones religiosas personalidad jurídica y el compromiso del Estado de no intervenir en su vida interna y; como colofón la reforma al artículo 82 que abrió paso a la sucesión de un “presidente” hijo de extranjeros (hecho a la medida para la asunción posterior del panista Vicente Fox Quezada a la presidencia de la república). En este periodo también se firmó entre las economías asimétricas de nuestro país, Estados Unidos de América y Canadá el tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ayer repudiado por los ciudadanos progresistas de México y recientemente en la extinta administración del presidente estadounidense Donald Trump.
De Ernesto Zedillo Ponce de León se puede mencionar que como fiel neoliberal priísta, privatizó los ferrocarriles, permitió la incursión del capital privado en las comunicaciones, inició la privatización de la industria eléctrica y asestó un duro golpe a los trabajadores mediante la creación de la Administradora de Fondos para el Retiro, (AFORES). Al terminar su administración se desempeñó como empleado de la empresa internacional beneficiada por la privatización de los Ferrocarriles Nacionales de México.
Cabe mencionar que en los 18 años de estas tres administraciones de extracción priísta gobernaron juntamente con los panistas, como muestra de ello quedan los ejemplos de Diego Fernández de Cevallos, “el Jefe Diego” con quien Salinas acordaba las concertacesiones de gobernadores priistas por panistas y la administración de Zedillo Ponce de León con Secretarios de Estado panistas en su gabinete.
El continuismo del modelo neoliberal en México, una vez desgastada y agotada su representación tricolor en la presidencia de la República, fue encarnado por la cara derechista blanquiazul del Partido Acción Nacional (PAN), representada por doce años de desgobierno de las administraciones de los presidentes Vicente Fox Quezada (2000-2006) y Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012). Este hecho sociopolítico nos permite demostrar que no hubo ningún tipo de alternancia cuando dos administraciones panistas interrumpieron la preponderancia del priismo en el gobierno federal mexicano, el modelo económico fue el mismo.
El gobierno foxista no logró concretar ninguna reforma pero si continuó los esfuerzos de vulnerar a la nación mexicana queriendo forzar la reforma energética para entregar el petróleo al extranjero, sin conseguirlo por la oposición de la ciudadanía encabezada por Andrés Manuel López Obrador y todos sus aliados, también busco continuar la privatización de la educación superior iniciada por el salinismo, dió inicio a la privatización del sector salud, particularmente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y efectúo ataques frontales a los derechos laborales de los trabajadores mexicanos.
De la administración panista de Felipe de Jesús Calderón sobresale la implementación de la guerra contra el narcotráfico que ha enlutado a todo el país y su actuar antipopular al imponer de espalda a los trabajadores al servicio del estado, la Reforma a la Ley de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), continuar la pretensión de la privatización del petróleo y la energía eléctrica e iniciar los trabajos para la Reforma Laboral en contra de los trabajadores, y a favor de los outsourcing (empresas sub-contratadoras de trabajadores), misma que sería aprobada en la administración del presidente neoliberal Enrique Peña Nieto. Calderón también impulso la reforma al sistema público de pensiones y la reforma fiscal. Y como todo empleado del capital extranjero una vez que dejo de ser Presidente de México, recurrió a sus amigos y se “integró como miembro independiente al consejo de administración de la estadounidense Avangrid, filial de la española Iberdrola” según información de Forbes México, Sección Negocios julio 20 de 2016, https://www.forbes.com.mx.
La empresa multinacional de origen español Iberdrola concentra sus negocios en Estados Unidos de América en la empresa Avangrid, y en el caso de México en su filial Iberdrola “México”.
Las firmas de cartas de intención, las reformas estructurales neoliberales en diferentes tiempos de este periodo neoliberal y el “Pacto por México” son parte del modelo neoliberal instrumentalizado en México de 1982 a 2018.
El pacto por México (2 de diciembre de 2012) y las reformas estructurales que de el surgieron, significan la formación en aquel entonces de un bloque histórico de partidos políticos (PRI, PAN, PRD,PVE), cuyos dirigentes apátridas colaboracionistas del estado neoliberal mexicano encabezado por Enrique Peña Nieto se dedicaron a conspirar a espaldas a la nación, de sus militantes y de la ciudadanía en general, creando reformas estructurales neoliberales contrarias a la soberanía e independencia de nuestro país y de la ciudadanía mexicana, esos dirigentes políticos fueron y son en primer término Enrique Peña Nieto, Jesús Zambrano Grijalva (Presidente del PRD), Arturo Escobar Vega vocero del Partido Verde Ecologista de México, Gustavo Madero Muñoz (Presidente del PAN) y Cristina Díaz Salazar (Presidenta Interina del PRI), y después en esos mismos tiempos, aunque no firmaron el “pacto” si lo respaldan en los hechos los dirigentes del Partido Nueva Alianza, el Partido Movimiento Ciudadano y del Partido Encuentro Social.
Las Reformas neoliberales apátridas, impuestas mediante este pacto fueron: la Reforma Laboral (13 de noviembre de 2012 Felipe Calderón respaldado por la bancada priísta), la Reforma Educativa, impuesta a sangre y fuego en contra de la opinión y la integridad física de los profesores (2012-2013), la Reforma Energética (2013), La Reforma Hacendaria o Fiscal (2012), La Reforma en Telecomunicaciones (2013), la Reforma Financiera (2013- 2014) y ya se instrumentaban la Reforma a la Salud y la Reforma al Campo.
Esta forma de hacer cambios en el país fue la misma instrumentalizada por Carlos Salinas de Gortari, mediante las reformas al orden jurídico, que les permitió a ambos partidos PRI y PAN, generar un nuevo marco jurídico e implementar este tipo de reformas con la complicidad de diputados y senadores.
En los treinta y seis años de neoliberalismo en México, podemos apreciar el afán de perpetuarse en el poder por parte de la derecha priista ejemplificada por Carlos Salinas de Gortari, que aspiro a reelegirse, pero ante la oposición tras bambalinas y de manera sutil por parte de los grupos de poder económico abandono esa aventura, en tanto que la derecha panista busco a través de la egolatría y la utilización de las esposas respectivas, perpetuase haciéndolas a ellas candidatas a la Presidencia de la Republica en el caso de Fox y su “pareja presidencial” insistiendo con el mismos Carlos Salinas de Gortari, para que Martha Sahagún pudiera ser apoyada en esa aventura y en el caso de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa al impulsar y hacer candidata a Presidenta de la Republica a su esposa Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, haciendo política con el gobierno estadounidense de aquel entones para contar con apoyo externo, y en ese afán de poder no les importo ni a uno ni a otra dividir al PAN y los panistas.
En base a lo antes expuesto podemos concluir que el PRI y el PAN son las dos caras de la misma moneda del modelo económico neoliberal fracasado globalmente, y que en México en los últimos treinta y seis años se implementó por tres administraciones priístas, dos panistas y la última del priismo de Enrique Peña Nieto , y que no representaron ningún tipo de alternancia, por ser impulsores del mismo modelo neoliberal contrario a los intereses de la mayor parte de la ciudadanía mexicana, modelo que ha demostrado ser incapaz de generar mejores condiciones de desarrollo humano, económico, social, político, cultural, medioambiental y ético en México.
- *Mtro. en Gestión Social del Hábitat y Lic. en Sociología ↑