Mi voto fue por Morena
Este domingo cinco de junio fue un momento de definiciones, por lo menos en lo electoral. Lo que resultó de las elecciones en seis estados de la República, dibujó un nuevo escenario político en el país, que puede convertirse en el preludio para el 2024.
Conforme las más recientes encuestas y opinión de politólogos, de las entidades en disputa, había la seguridad que cuatro serían ganadas por Morena, dígase Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo. Sólo Durango y Aguascalientes se preveía podían ser para la alianza entre el PAN, PRI y PRD, aunque la competencia era cerrada, más en el primer estado citado, donde había empate técnico. Hasta ahora se ha cumplido ese escenario, salvo lo que deje los recursos y el proceso postelectoral.
En lo personal, independientemente de los muchos años que he estado fuera de Aguascalientes, nunca he dejado de estar empadronado en dicha entidad, y ahí estuve el día de las elecciones para depositar mi voto, que sin dudas fue para la candidata de Morena, Nora Ruvalcaba, esperando que viniera de atrás y diera el campanazo.
Había estado cerca del desarrollo político y social de la entidad, incluso durante muchos años publiqué opiniones al respecto en las páginas de El Sol del Centro, en la revista electrónica Crisol y más recientemente en el periódico El Cardenche, órgano del MCM. Hay conocimiento de cuál ha sido la política y resultados seguidos por los gobiernos sucesivos del PRI y del PAN, particularmente de Tere Jiménez en la presidencia municipal de Aguascalientes, con el engaño en la sustitución de la concesionaria del servicio de agua potable y alcantarillado; con la mención que ha trascendido, sobre el negocio fraudulento con las luminarias de la ciudad capital, entre otras cuestionables acciones, que se le atribuyen. Incluso aquellos que han querido ridiculizarla, dicen que, lo único que ha mejorado en su gestión, es su fisonomía, gracias a las cirugías plásticas.
Se sabe que tiene la venia de Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, con el cual se le liga en algunos negocios. Pero también se le conoce sus diferencias con el gobernador Martín Orozco, a quien estaba ligada la senadora del PAN Martha Márquez, postulada por el PT-Verde, que días antes de la elección declinó a favor de la candidata de Morena.
La panista no es una mujer fiable ni de trayectoria intachable, como lo señalan sus partidarios, pero sin duda tiene el apoyo de sectores medios aspiracionistas, que tradicionalmente han sido un peso fundamental en la votación de la derecha, como también sucede ahora. Estos nuevamente se han manifestado y ahora con su voto, van a tener que soportar lo que podría ser un sexenio malo. Que con su Pan se lo coman.
Por lo menos en Aguascalientes nunca había vivido una jornada electoral tan desaseada, (aunque el gobernador Martín Orozco diga lo contrario) tan llena de incidencias malsanas, de presión, hostigamiento y franca agresión a los partidarios de Morena. Tere Jiménez adelanta cual será su estilo de gobernar y para quién.
Por lo pronto Nora Ruvalcaba, candidata morenista, no ha aceptado el resultado, por la forma que se dio la actuación de la coalición, pero también por el exceso en el tope de campaña utilizado por la panista y que, ya había sido denunciado por el vicecoordinador del grupo parlamentario morenista en la Cámara de Diputados, Leonel Godoy.
Es decir, se judicializará el proceso y sus resultados y cuando se definan los resultados en los cómputos distritales, entonces se definirá que camino seguir por esa vía. Es decir, queda un camino largo para que se dirima en definitiva el proceso electoral en Aguascalientes.
Quede como quede el resultado, si no hay cambios incluso, una realidad es la siguiente: el PAN, que hasta ahora es ganador con amplio margen, perdió en relación a las pasadas elecciones municipales 29 887 votos. En cambio Morena, incrementó sustantivamente su votación en 26 548 sufragios. Aunque tampoco hay que desdeñar el paulatino crecimiento de Movimiento Ciudadano, que con esfuerzos propios sigue posicionándose con un sector del electorado.
Esto cambia el espectro político en la entidad, de tal manera que no la tendría toda consigo Tere Ramírez, más cuando ha crecido su desprestigio, aunque ello no se haya visto reflejado plenamente en las urnas. Depende entonces que posturas y acciones asumirían el resto de los partidos, incluidos los coaligados, dígase el PRI y el PRD.
En el caso de Morena debiera desplegar una ambiciosa estrategia para mantener el electorado y sentar sus bases para el crecimiento del mismo. Dejar sus luchas fratricidas, integrar una dirección estable y representativa de la base de ese partido, pero sobre todo, insertarse en el movimiento social y de masas, del cual se ha venido alejando cada vez más.
Requiere además de una propuesta programática congruente a la situación de la entidad y una política precisa hacia con los sectores de la clase media, tradicionalmente ligados al PRIAN y a la derecha. Ello, porque la participación competitiva de este domingo no puede ser simplemente flor de un día. Aguascalientes debe aportar lo suyo en la continuidad en 2024.
No puedo dejar pasar la ocasión para subrayar que la izquierda socialista sigue ausente o por lo menos no incide como debiera. Este es otro reto que hay que abordar.