Los resultados electorales muestran desconfianza y dan lugar a incertidumbre futura

Los resultados electorales muestran desconfianza y dan lugar a incertidumbre futura

Ofrezco unas primeras REFLEXIONES sobe los resultados del proceso electoral. Mi visión no será sobre el posible triunfo de un partido alianza de partidos, sino que me centraré en los resultados de la votación global y en particular, en el abstencionismo.

Estoy de acuerdo con muchos analistas que señalan algunos aspectos positivos tales como:

  1. Fue un proceso pacífico salvo algunos incidentes lamentables en Oaxaca.
  2. El hecho de no presentarse alteraciones graves al proceso.
  3. Aunque Morena tuvo una clara mayoría de Estados, hubo una diversidad saludable en lo que respecta a Aguascalientes y Durango. La diversidad es riqueza.
  4. La casi totalidad de las casillas se abrió adecuadamente.
  5. Las controversias que hasta el momento se han presentado son normales y hay la expectativa que se resuelvan adecuadamente de acuerdo a la ley.

Debo señalar que tengo un punto de vista diferente con respecto a la mayoría de los analistas que he escuchado o leído, debido a que veo problemas importantes por los resultados. El principal de ellos es que hubo un abstencionismo muy elevado y preocupante.

Escuché de algunos comentaristas serios, que el nivel de abstencionismo era similar al que había habido en otras épocas en elecciones análogas y parece ser que este hecho es correcto. Sin embargo, si concuerdo en la visión de las cifras, mis reflexiones me conducen hacia un punto de vista muy distinto.

Veamos primero las cifras de abstencionismo según el PREP.

Abstencionismo. % Votos nulos. %

Aguascalientes 54.01 2.7

Durango 49.14 2.4

Hidalgo 52.42 2.8

Oaxaca 61.21 3.35

Quintana Roo 59.55 3.97

Tamaulipas 46.69 2.16

Si se saca el promedio simple de estas votaciones, el abstencionismo fue de 53.8% y los votos nulos de 2.9%

Esto indica que, dado que los votos mayoritarios en cada entidad sólo en algunos casos, superan el 50%. Los gobernantes ganadores aventajan, cuando mucho, a la cuarta parte del electorado inscritos. Esto implica que los seis candidatos ganadores tienen una representatividad social muy baja; es decir, cuentan con la cuarta parte de la población. Esto significa que las tres cuartas partes de la población por alguna causa, no los apoyaron.

Hay que distinguir entre legitimidad legal y legitimidad social. Los seis ganadores parecen tener legitimidad legal pero definitivamente, ninguno de ellos tiene legitimidad social ya que cuentan con una aprobación expresa de una mayoría social.

Agréguese a esto que el 2.16% en promedio, votaron en blanco manifestando con ello su desaprobación a todos los candidatos.

En los regímenes anteriores, se generó una desconfianza y un resentimiento muy elevado hacia las dirigencias partidarias y las clases altas del país que según mis perspectivas estaban muy justificados. AMLO, Morena y sus aliados denunciaron el caso y propusieron una nueva esperanza.

Se suponía que ahora debería de haber confianza en los políticos dirigentes y por tanto, el llamado a las urnas debería ser más efectivo. El caso es que los resultados del domingo muestran un abstencionismo similar al anterior. ¿Se está perdiendo la confianza y esperanza en la 4T? No es seguro, pero es una llamada de atención muy clara. Los procesos de consulta del año pasado van en la misma dirección.

Hay que tener en cuenta la presencia de los narcos que es creciente.

El partido Morena y sus Alados en la 4T, señalan que ha habido una transformación muy importante en los procesos económicos, sociales y políticos pero, el hecho es que esto no se refleja en las urnas. El abstencionismo sigue igual. Es cierto que el rechazo al PRI y al PRD que están es decadencia plena es fuerte y claro; pero también las elecciones muestran que no hay un clamor social por Morena y sus aliados.La visión maniquea de todos los partidos (el que no está conmigo está contra mí), y la búsqueda de desprestigiar a toda costa al adversario sin proponer programas claros conduce a lo que dirían los antropólogos seguidores de Victor Turnes es un “drama social”.

EL FUTURO ES INCIERTO.

He leído y/o escuchado a analistas serios y responsables que señalan que las posibilidades de que Morena y sus aliados ganen las próximas elecciones presidenciales, es muy alta. Ésta también me parece una afirmación discutible.

En otras REFLEXIONES anteriores he señalado que vivimos una crisis mundial compleja y profunda. Vivimos una mundialización no sólo problemática, sino que ha generado trastornos de gran calado como pocas veces en la historia de la humanidad. Desde mi punto de vista, encuentro 11 problemáticas muy graves que no únicamente se encuentran presentes al mismo tiempo, sino que interactúan unas con otras y se refuerzan mutuamente.

Estas problemáticas son: 1) la concentración de la riqueza en un porcentaje muy pequeño de la población y el dominio económico y político de grandes grupos económicos; 2) una crisis de gobernanza Estatal y mundial; 3) la mundialización económica, ya no funciona y genera contradicciones peligrosas; 4) el sistema monetario internacional tiene muchos problemas.; 5) en todo el mundo hay migraciones muy altas; 6) la inteligencia artificial puede provocar niveles de desempleo enormes; 7) hay una deuda privada y gubernamental de dimensiones enormes; 8) el cambio de clima ya llegó y nos está afectando seriamente; 9) las viejas ideologías de derecha y de izquierda ya no son creíbles para la mayoría de la gente; 10) el consumo de drogas ha llegado a niveles no conocidos en la historia, y con él, carteles muy violentos; 11) la crisis bursátil es al mismo tiempo, un componente de la problemática y un resultado de la interacción de todos estos problemas.

Hay fuertes indicadores que señalan que hemos superado la etapa más dura y difícil de la pandemia, pero las 11 problemáticas señaladas en el párrafo anterior siguen presentes y van a afectar a México. Ningún partido mexicano hace notar lo anterior ni tiene ningún programa al respecto, pero los problemas ahí están y son presentes.

Vivimos tiempos difíciles, y no cabe esperar que para México sea diferente. De aquí a dos años pueden pasar muchos fenómenos económicos, sociales y por supuesto, políticos.

¿Qué va a pasar en México?, imposible saberlo. Lo que sí se puede anticipar es que tendrá repercusiones políticas que afectarán a la ya muy endeble estructura política actual y que el aislamiento de todos los partidos con respecto a la población puede conducir a trastornos importantes.

Predecir en tiempos normales es muy difícil, hacerlo ahora es casi imposible.

 

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

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