Vamos a darnos un tiempo
Cuando su pareja le diga “vamos a darnos un tiempo, para encontrarnos con nosotros mismos” ¡Ya valió de su relación, lo mismo que se le unta al pan, querida lectora, apreciable lector. Era una vez una hermosa pareja de casados, en la que tanto el hombre como la mujer, eran muy queridos, para esta cocinera. Un día de tantos el galán le dijo a la bella: me voy a tomar un tiempo fuera de casa, alquilaré un departamento y ahí viviré, hasta que logre superar la depresión por la muerte de mi padre. ¡Pero! Exclamó ella confundida, tu papá murió hace más de dos años. Sí, mi bella –aclaró el galán- pero aún no lo supero.
Una tarde de verano, la bella contorsionaba en su clase de yoga, cuando recibió una llamada de Vicky O, amiga personal y la mujer más enterada de la comarca: ¿Quieres saber de qué color tiene el pelo, la depresión de tu marido? Preguntó la comunicadora local (la chismosa del pueblo, pues), ¡pues rubio! fue la respuesta. ¡Para qué le cuento! Estimada y estimado, de ahí en adelante aquello fue un drama tipo telenovela del canal de las estrellas y, tarde, pero imborrable, la bella de esta historia comprendió que eso de “vamos a darnos un tiempo” es una forma sutil de hacer ver a la pareja, que como dice la canción de Miguel Gallardo “otro ocupa tu lugar” y ¡ni para dónde hacerse!
Triángulo amoroso. Como es público y conocido, bajo el cobijo y financiamiento de algunos poderosos empresarios encabezados por Claudio X González, se ayuntaron tres partidos políticos que nomás no van juntos pues, son como una vinagreta cuyos ingredientes jamás se mezclarán: El revolucionario PRI, el izquierdista PRD y el conservador PAN. De “Sí por México” se pasó al “Va por México” y a partir del 2020, estos tres, cuyo eje central está formado por los señalamientos de corrupción, se posicionaron en el escenario electoral como la alternativa al crecimiento de Morena a lo largo y ancho del territorio nacional.
Dormimos juntos. Uno de los grandes éxitos de la alianza “Va por México” fue el rechazo a la iniciativa de reforma presidencial constitucional que pretendía nacionalizar la explotación de litio. En esa ocasión, a mediados del mes de abril de este año, los diputados federales de las fracciones de los tres partidos, durmieron en sus oficinas de San Lázaro; para evitar que los legisladores morenistas y sus aliados obstaculizaran su arribo al pleno legislativo.
En los medios de comunicación, pudimos observar a los diputados federales aliancistas, cómo lucían en pijamas y pantuflas y cómo tendían sus lechos para pernoctar, codo a codo y brazo a brazo entre ellos y ellas.
Vamos a darnos un tiempo. A raíz de la discusión político-legislativa sobre la permanencia del ejército en las calles para combatir al crimen organizado, y sobre la militarización de la guardia nacional; Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, miró a los ojos a Marko (así con k) Cortés y le dijo: bello, me voy a tomar un tiempo fuera de casa, alquilaré un departamento y me buscaré a mí mismo. Antes que Marko reaccionara, Alejandro Moreno “alito” tomó sus maletas llenas de legisladores priistas y se marchó con rumbo desconocido.
No sé estar sólo. Según declaraciones de Martín Orozco Sandoval, aún gobernador de Aguascalientes, no tiene sentido que prevalezca “Va por México” pues, Alejandro Moreno traicionó al PAN y al PRD, al sumar sus votos para que el ejército enfrente a los malandros hasta el 2028 inclusive.
Según ha explicado alito Moreno, no sabe estar sólo y, mientras se encuentra consigo mismo, y decide si regresa o no con la alianza; lo pasa bien con Morena, le apoya en sus iniciativas y se reencuentra con los amigos de siempre.
Trascendió a esta cocina, que alguien llamó a Marko Cortés y le preguntó ¿sabes de qué color tiene la piel la depresión de alito Moreno? ¡Pues morena!, fue la respuesta.
¿Chamaqueados? Martín Orozco Sandoval declaró, y la de la pluma coincide, que Marko Cortés fue tratado cual mozalbete en este entramado de las alianzas primas, las traiciones y las alianzas de nueva vuelta. ¡Fue chamaqueado! Dijo el gobernador saliente.
Por lo pronto en esta cocina, observamos con atención, el desenlace de este culebrón que nos montó “Va por México”. Esperamos que pronto, alito supere su depresión, se encuentre a sí mismo y decida volver al fuego del hogar o bien, estos padres divorciados nos reúnan en la sala familiar para anunciar que “Va por México”, ya NO va.