A HIMNAZOS CONTRA LOS EXTRAÑOS ENEMIGOS

A HIMNAZOS CONTRA LOS EXTRAÑOS ENEMIGOS

Se dice que cuando al presidente Adolfo Ruiz Cortines, quizás el último sensato en este país, le decían de alguien que era muy inteligente, preguntaba; ¿Para qué?. Ciertamente la inteligencia no se presenta de 360 grados y normalmente tampoco 24/7 como ahora se dice. Cuando alguien, generalmente un cuatrero, me pondera la inteligencia de la señora presidente yo pregunto: ¿para que?. Al menos en los dos primeros meses de su regencia no ha dado muestras de serlo, por el contrario, muchos desaciertos atemperados por la circunstancia de que esta comenzando, nada destacado, lo que se justifica porque le dejaron un cochinero, actitudes autoritarias y despóticas que se anunciaban, incluso en la campaña lo que es mucho decir, y pifias en el lenguaje impropias de alguien, no digamos científica sino simplemente con una mediana cultura o elemental preparación, contimás universitaria: Decir por ejemplo: “…o de otros países como Europa…” o “…si mal no me equivoco…” o “… los visitará un personal cada mes o dos meses…”. A veces uno pensaría que pretendía hacer un chistorete pero, con ese rostro al que el botox y las reiteradas restiradas impiden reírse, más vale no intentar parecer jocosa. No, definitivamente el chascarrillo, el humor, ni siquiera la gracia, se le dan. Sería tan vano como esperar que la jefa de gobierno de la CdMx tuviera apariencia o actitudes elegantes o que el gentil presidente de la cámara de senadores pareciera un caballero o que, finalmente, el presidente de la de diputados llegase a parecer doctor en derecho. 

En un arranque de patrioterismo ramplón la presidente responde para las galerías repletas de sus simpatizantes, (hay quien les dice chairos), recordando que tenemos un himno y que, seguramente, pensando no en el guerrero inmortal de Cempoala (López también pero Santa Anna) sino en el soldado (¿Cienfuegos? Poco grato a los norteamericanos) que la Patria en cada hijo le dió, pretendió avivar el fulgor de la llama incandescente que pervive en el pecho incendiado de humanismo nacionalista que prendió el héroe macuspano. No lo se pero pienso que los mexicanos ya no estamos aptos para la leva y que el patriotismo se agota en una borrachera del Grito o en una porra al “TRI” o en rementarle la progenitora a Red Bull por hacer menos a Lento Pérez. De mi se decir, como quizás de muchos que compartimos la opinión de Octavio Paz que el nacionalismo es una aberración de la cultura, que mi himno se reduce al poema Alta Traición de José Emilio Pacheco:

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.

Me parece meridianamente claro que la postura de los editorialistas de EEUU secundando el mensaje del presidente electo Trump, no puede tomarse al pie de la letra y esperar un general Pershing persiguiendo a un bandolero, por azares del destino elevado a la categoría de héroe, para lo que, ya se ve, no se requiere mucho en México, baste recordar que en nuestro héroeario (de acuerdo es horrible el neologismo), tenemos gente de la calaña Carranza que mató a Zapata, de Obregón que mató a Carranza, de Calles que mató a Obregón y de Cárdenas que mató las expectativas democráticas y fortaleció un partido que de sus cenizas renació convertido en Morena. No, por supuesto, podrían esperarse otras incursiones como la del “Sr. Ismael Zambada” (así, con trato presidencial) u otras con precisión quirúrgica que para eso se pintan solos los güeros.

Mientras, la presidente se publicita en una foto con el secretario de Relaciones, a risa y risa, después de haber hablado con Donal Trump, uno se pregunta: ¿de qué se ríen?. De que Trump les creyó que reducirán el contrabando especialmente de China porque se clausure un edificio comercial repleto de fayuca desde que la regenta era jefe de gobierno de CdMx, aunque por los puertos y aduanas del Pacífico siguen entrando contenedores y mas contenedores, con mercancía suplantada, con pedidos clonados y con el disimulo negociado de las autoridades militares y marinas. 

Mientras, las cámaras aprueban la enésima enmienda constitucional ahora para elevar al más alto rango normativo el tráfico de fentanilo que en México “ni se produce ni se consume” y la prohibición de los vapeadores. No, no es broma, los legisladores federales llenan los pocos espacios que les quedan para sus ansiadas vacaciones, parchando, otra vez, la maltrecha Constitución de la República que en dos meses ha tenido más de un 10 por ciento de modificaciones más que en los 107 años de su vigencia. Por cierto, no contentos los congresistas en imponer un impuesto de 42 dólares, a los despistados turistas que lleguen en algún Crucero a los puertos nacionales y pretendan bajar unas horas para tomar un refrigerio o adquirir un “suvenir”, ayer también aprobaron incorporar a la Constitución nuevos tipos penales violatorios de los tratados internacionales y, concretamente de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, estableciendo prisión preventiva oficiosa a quien altere comprobantes fiscales. En otras palabras la presidente y el Congreso se pasan por el arco de la 4T los tratados, los criterios de derechos fundamentales, las sentencias de la Corte Interamericana y el principio universal de la presunción de inocencia, tratándose de sospechosos de alteración de documentación fiscal.

Desde luego, me dirá el desprevenido lector, que esto es peccata minuta frente a los chilares de la vida que desde Palacio Nacional se han orquestado desmantelando todo un sistema de controles del autoritarismo, los jurisdiccionales y los no jurisdiccionales, aniquilando todo el Poder Judicial y desapareciendo los órganos constitucionales autónomos para que el autócrata en turno no tenga limitaciones en sus ocurrencias, caprichos y despropósitos. 

Pero, parafraseando al editorialista de la Jornada: No es lo mismo, chula, someter a un pueblo depauperado y atenido y a unos políticos envilecidos que, vérselas con Donald Trump y los intereses del todavía, país más poderoso del mundo y para nuestra desgracia, vecino y socio. 

jemartinj@aim.com                         facebook jemartinj                        X @jemartinj 

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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