Las perspectivas para 2026, según el paquete económico

Las perspectivas para 2026, según el paquete económico

El lunes 8 de septiembre, el secretario de Hacienda presentó el llamado “paquete económico” del gobierno federal que consiste en: los Criterios generales de política económica; la iniciativa de la Ley de ingresos; y el decreto de presupuesto de egresos de la federación (PEF). Todos esto documentos intentan formular la estrategia y los instrumentos de la conducción de la política económica y atisbar la evolución de la economía nacional durante el próximo año.

En este caso, el paquete nos presenta un escenario más pesimista para 2025 y más optimista para 2026. En efecto, para este año, de un estimado original de crecimiento de alrededor de 1.9% calculado en marzo por Hacienda, ahora lo deja en apenas 1% promedio. En cambio, para 2026 originalmente se había proyectado un crecimiento de 2% y lo eleva en el paquete al 2.3%. 

Junto a ello también prevén mejores condiciones, por ejemplo, en materia de tasas de interés: para 2026 antes lo calculaban en 7% y ahora en 6%. La inflación esperada no se modifica: queda en 3% y bajaría de la estimada para 2025 de3.8%. La paridad peso-dólar para el próximo año se revalúa,de 19.70 prevista en marzo, a 18.90 para el próximo año. 

Lo más importante, sin embargo, es que el déficit público (amplio) ya no se reduce tanto como lo planeado en marzo. Pasa de un estimado de entre 3.2 y 3.5 originalmente, a 4.1% del PIB para este año; para 2026 se preveía en alrededor de 4% y en el paquete se calcula que terminará en 4.3%.

Lo anterior parecería indicar que las políticas de austeridadse han abandonado parcialmente y ahora se apuesta a un crecimiento económico mayor sin una inflación más elevada. Asimismo, se espera un ligero incremento de la deudapública, la cual se ubicaría en 52.3% del PIB para 2026,  inferior a la prevista para este año (52.4%), aunque por encima de lo aprobado por el Congreso (51.4%). 

La estrategia apuntada tiene riesgos y algunas cifras pueden resultar optimistas. No obstante, es mejor que otro apretón al gasto, el cual este año ha sido muy severo, por lo menos en el primer semestre. De acuerdo con las cifras de Hacienda , hasta julio de 2025, el gasto neto total se había reducido en casi 4% en términos reales respecto a 2024 y el gasto programable en casi 8%. Así, el déficit (balance presupuestal del sector público) se había encogido en ese periodo de 2025 en casi un 35% respecto al año pasado. Los efectos de estos tijeretazos se reflejaron por ejemplo en que los recursos para el IMSS habían disminuido en 12.4% respecto al año anterior y para la CFE en casi 42%. 

Si los cálculos de Hacienda se cumplen, se puede esperar que en el segundo semestre de este año y en 2026 veamos un mayor gasto y una política fiscal menos restrictiva. 

Para sostener el aumento de las erogaciones del gobierno el próximo año se calcula un incremento de los ingresos,particularmente de los impuestos, los cuales se elevarían en5.7% respecto a 2025. Especialmente el IEPS (con una expansión de 10% respecto al estimado para este año) y los impuestos provenientes de las aduanas por importaciones (un incremento de casi 41%). El ISR y el IVA aumentarían en menor proporción, alrededor de 2-3%. De esta manera, la recaudación tributaria, según la SHCP alcanzará “un máximo histórico” de 15.1% del PIB frente al estimado para 2025 de 14.8%. 

Ahora bien, del lado de las erogaciones, el gasto programable aumentaría en 5.7% en términos reales respecto al aprobado en 2025. El renglón más importante sigue siendo la pensión para adultos mayores que absorbe más del 53% del total de los programas sociales prioritarios ; le sigue el programa de becas Benito Juárez (19% de ese total). La novedad es que los programas de inversión en trenesalcanzarán 142.5 mil millones de pesos. Representan casi el 27% del total de las inversiones prioritarias planeadas parta 2026. Otras son: PEMEX con 247.3 mil millones de pesos(mdp); las obras para el Istmo de Tehuantepec, 25 mil mdp; carreteras y caminos, 27.7 miles de mdp; y obras hidráulicas a cargo de CONAGUA con 20.7 miles de mdp.

Estos programas representan un aumento sustancial con relación a los previsto en marzo. Por ejemplo, en esa fecha Hacienda proponía como “deseable” destinar al Programa de Adultos Mayores 503 mil mdp y en el paquete 2026 entregado hace unos días, se propone gastar 526.6 miles de mdp. Para el programa de becas Rita Cetina en marzo se proponía destinar 82 mil mdp y ahora se destinarán 129.4 miles de mdp. Para los trenes lo “deseable” era invertir alrededor de 116.1 mil mdp y en el PEF 2026 piensa destinarse un monto casi 23% superior. 

Lo anterior deja ver dos cuestiones: el gobierno de CSP mantiene el esquema consistente en gastar más en los programas sociales de transferencias monetarias y menos en proyectos de inversión. Esta estrategia puede resultar viable y exitosa en el corto plazo, pero pone en riesgo para los próximos años, la viabilidad de servicios básicos para la población (salud, educación y vivienda). Sin embargo, al mismo tiempo, el presupuesto 2026 hace mayor énfasis en la inversión productiva (particularmente en trenes), marcando una cierta distancia con la dinámica del sexenio pasado ya que habrá una mayor diversificación geográfica pues se considera invertir alrededor de 122 mil mdp en las líneas México-Querétaro; AIFA-Pachuca; Saltillo-Nuevo Laredo; Querétaro-Irapuato; Querétaro-San Luis Potosí; Irapuato-Guadalajara;  SLP-Saltillo; y México-Toluca. Al Tren Mayase piensa destinar 30 mil mdp. 

En resumen, una hojeada al paquete económico 2026 parece mostrar que el interés del gobierno no se propone,prioritariamente, lograr la consolidación fiscal. Ofrece un proyecto más flexible que no busca reducir drásticamente el déficit de las finanzas públicas. Ello propiciará, dice Hacienda, un crecimiento de la economía que será más del doble del que se prevé ocurrirá este año. Al mismo tiempo, confía en que lo anterior no se reflejará en una mayor inflación. Por su parte, la deuda pública apenas crecería unas décimas. 

Esta estrategia quizás responda al panorama que puede observarse en estos momentos: una caída del empleo, deterioro de los servicios de salud y educación, y pocos recursos para la inversión incluyendo los que se tienen planeados en el Plan México. 

Asimismo, se espera recaudar mayores recursos gravando más los refrescos y tabacos, así como mediante el combate al contrabando y elevando también algunas tasas a la importación de mercancías. 

De esta manera, el gasto aumentaría en términos reales en 2026 a diferencia de lo previsto para este año respecto al anterior. Se destinaría en una proporción muy importante a programas sociales y en particular a los que se implementan mediante transferencias monetarias. No obstante, parece despuntar una nueva política en materia de inversiones productivas particularmente en la construcción de líneas de ferrocarril. Si ésta se lleva a cabo en forma eficiente y con los recursos planeados, se impulsará el desarrollo económico en varias regiones del país y tendrá efectos positivos en el empleo y en su capacidad productiva y exportadora. 

Por lo anterior, en 2026 puede ocurrir un pequeño empujón para reanimar nuestra economía. No será suficiente y estará expuesto a riesgos, algunos provenientes sobre todo de la errática y agresiva política del Sr. Trump y otros de la dinámica interna, especialmente si la inversión privada nacional no responde a la estrategia trazada en el Plan México y a la posible reanimación de la inversión extranjera. 

Y es que, mantener una política tan agresiva de austeridadcomo la que se intentó este año, significaba transitar por un camino de empobrecimiento generalizado y de mayores brotes de descontento social. 

Esperemos entonces que 2026 sea un mejor año y el inicio de un futuro más prometedor. Para ello, se requerirán cambios estructurales que el paquete 2026 apenas insinúa. 

saulescobar.blogspot.com

Saul Escobar Toledo
Saul Escobar Toledo

Profesor investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto de Estudios Obreros “Rafael Galván” A.C. Es licenciado en Economía por la Facultad de Economía de la UNAM.

Saul Escobar Toledo

Profesor investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto de Estudios Obreros “Rafael Galván” A.C. Es licenciado en Economía por la Facultad de Economía de la UNAM.

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