Argentina: la amenaza de una (contra) reforma laboral

Argentina: la amenaza de una (contra) reforma laboral

Apenas se conocieron los resultados de la elección del domingo 25 de octubre en Argentina, los cuales favorecieron al partido del presidente Milei, el mandatario anunció una reforma que busca, dijo, la “modernización laboral”. Por este último término, según comentarios que recogió el diario de Buenos Aires, Página 12, lo que se pretende es una nueva flexibilización laboral. A pesar de que el gobierno ha señalado que dicha reforma «no implica una pérdida de derechos», las centrales sindicales de ese país se han puesto en guardia. Consideran que se trata de un nuevo intento para “destruir la barrera que representa la legislación laboral y, naturalmente, el movimiento obrero» y ponerlo a tono con el “programa económico vigente que tiene como únicos beneficiarios a los grandes empresarios y al capital financiero”.

Según los dirigentes sindicales, el auge de las importaciones está afectando severamente la industria y el comercio domésticos “Han quebrado casi veinte mil empresas de distintas actividades. El poder de compra, los salarios reales y el consumo se han derrumbado y más de 200 mil empleos se han perdido. Los bienes transables (para exportación) no son competitivos al mismo tiempo que la política económica del gobierno ha abierto las fronteras y ha inundado al país de productos importados, todo lo cual ha generado una recesión, particularmente en la creación de nuevas plazas de trabajo”.

La Confederación General del Trabajo (CGT), la central sindical más grande e históricamente más influyente, expresó, a través de uno de sus dirigentes que su organización tiene preparado un “menú táctico” que incluye «primero la acción política, luego judicial, y si hace falta, paros y movilizaciones”.

Los sindicalistas sospechan que la reforma anunciada por Milei se basará en un proyecto presentado en el Congreso el año pasado por algunos legisladores afines a su mandato. Para imponerla será necesario, dice un comentarista de Pagina 12, “algo que sistemáticamente hacen los gobiernos liberales y es la estigmatización de los sindicatos, de los abogados laboralistas y, por ende, del andamiaje legal que protege a los empleados y también la justicia del fuero laboral”. El diario argentino agrega que dicho proyecto no es nuevo. Ya lo intentó la dictadura militar, el menemismo y la administración de Macri. El objetivo ha sido, siempre, la destrucción de los derechos de los trabajadores.

La propuesta mencionada incluye nuevas facultades para el empleador. En uno de sus artículos plantea que los patrones podrán «introducir todos los cambios relativos a la forma y modalidades de la prestación del trabajo, en tanto esos cambios no importen un ejercicio irrazonable de esa facultad, ni alteren modalidades esenciales del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador». Y agrega que «Cuando el empleador disponga medidas vedadas por este artículo, al trabajador le asistirá la posibilidad de optar por considerarse despedido sin causa”. A pesar de las salvedades, resulta claro que facilitan al empleador la imposición de sus condiciones a los trabajadores, los cuales no tendrían más opción que pedir su separación del trabajo.

Una de las cuestiones más preocupantes que han destacado los sindicalistas se refiere las enmiendas legales que permitirían modificar la jornada para que “se adecue a los cambios en las modalidades de producción … A tal efecto, se podrá disponer colectivamente del régimen de horas extras, banco de horas, francos compensatorios (días de descanso obligatorios)”, entre otras prestaciones.

Ante la posibilidad de que un proyecto semejante sea retomado por el gobierno y sus parlamentarios, uno de los dirigentes del sindicato de la industria de la construcción (UOCRA) advirtió que la CGT está dispuesta a desarrollar “la movilización y acciones contundentes” si el presidente Milei decide imponer una reforma laboral regresiva. Y agregó: “No queremos ir al conflicto, pero si se nos cierran todas las puertas y no nos dan garantías vamos a utilizar todas las herramientas que tengamos en la defensa de nuestro derecho”.

Los sindicatos argentinos tienen razón en prepararse ante un escenario adverso. Los votos obtenidos por La Libertad Avanza (LLA), un asomo de división en la CGT, y una parálisis programática e ideológica del peronismo, el principal núcleo opositor al gobierno, pueden animar al bloque gobernante a imponer severas (contra) reformas como la laboral.

Aparentemente, según comentaristas locales y extranjeros, la influencia de Estados Unidos en las elecciones fue un factor determinante para entender sus resultados. Como se ha señalado, pocos días antes de los comicios Trump anunció un salvamento de 40 mil millones de dólares, pero advirtió se retiraría dicho apoyo si Milei no ganaba los comicios. Aunque ningún indicador social ha mejorado durante su gobierno; existe una situación económica deplorable; y ha sido acusado de varios actos de corrupción, el oficialismo logró buenos resultados, mejores incluso de los que se esperaban

Todavía muchos se preguntan si los votos obtenidos representaron un verdadero apoyo a Milei o simplemente fueron producto del chantaje de Trump. Sin embargo, reconocen que muchos votantes se inclinaron en favor de la estabilidad después de años de una inflación desbocada. Hay que recordar que la administración actual bajó el ritmo de aumento de precios de casi 200% anual a 30%. También ha destinado miles de millones de las reservas del país para mantener un peso sobrevaluado. Ese indicador ha resultado muy importante. Hay quien ha afirmado que, en Argentina, “un dólar barato gana elecciones”. Igualmente, influyó el voto antiperonista el cual se explica por sus divisiones internas, sus malas cuentas económicas y las acusaciones de corrupción. Todo ello explicaría la aversión de muchos votantes a un nuevo colapso económico y la eficacia de las amenazas de Trump.

Lo que parece indudable es que los planes del gobierno van dirigidos contra los trabajadores. Su lenguaje aparentemente “libertario” oculta sus verdaderas intenciones: favorecer al capital y combatir a los sindicatos para imponer reformas legales que menoscaben los derechos laborales. Se trata, como han afirmado dirigentes gremiales y comentaristas opositores, de viejas recetas que tratan de ponerse en práctica otra vez. Nada realmente nuevo representan Milei y su partido.

El caso argentino puede considerarse excepcional en América Latina. No obstante, muestra la enorme influencia de Estados Unidos en el rumbo de los países de la región, y su cada vez mayor injerencia en nuestros asuntos internos. Al mismo tiempo, la economía mundial se ha visto sacudida debido a las medidas de Trump en materia comercial. Frente a una creciente incertidumbre, la estabilidad es vista como un objetivo, no importa el costo social y económico, la pérdida masiva de empleos y la caída del poder de compra de la población, en especial de los salarios. Finalmente, se revela que los errores y la arrogancia del poder de un gobierno o partido político que se proclama progresista pueden despertar reacciones populares muy dañinas para la convivencia democrática y las aspiraciones de un mejor nivel de vida para los trabajadores y sus familias.

Ante el deterioro de la oposición política de izquierda o progresista, los sindicatos tienen hoy la posibilidad de frenar los planes de Milei. En los próximos meses veremos si es posible, o finalmente ceden ante una correlación de fuerzas que aparentemente no les favorece. No obstante, hay que recordar que los trabajadores argentinos han logrado cambiar la historia en otros momentos aún más sombríos. La movilización callejera a veces se ha impuesto ante un panorama electoral que presagiaba la continuidad de las políticas neoliberales.

saulescobar.blogspot.com

Saul Escobar Toledo
Saul Escobar Toledo

Profesor investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto de Estudios Obreros “Rafael Galván” A.C. Es licenciado en Economía por la Facultad de Economía de la UNAM.

Saul Escobar Toledo

Profesor investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto de Estudios Obreros “Rafael Galván” A.C. Es licenciado en Economía por la Facultad de Economía de la UNAM.

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