Las y los innombrables en la historia de la fundación de Aguascalientes
Celebrar la fundación de Aguascalientes
El Seminario de Cultura Mexicana en Aguascalientes, durante el mes de octubre, se sumó a la celebración de la fundación de lo que hoy es nuestra ciudad, nuestro estado. Entre sus actividades, realizó una mesa para compartir crónicas de ciudad y una exposición fotográfica con la Universidad Autónoma de Aguascalientes, titulada “Somos ciudad”. El pasado jueves también tuvimos una excelente y entrañable velada artística de nombre “Aguascalientes, memorias de una ciudad que reverbera música y poesía” y, una semana antes, se realizó un panel sobre aspectos relevantes de la historia del estado, en el que participaron Martha Lilia Sandoval, Marcela López Arellano y Víctor Manuel González Esparza.
En esta ocasión comparto una breve entrevista virtual que tuve, precisamente, con Víctor González, quien puso puntos sobre las íes al referirse a los ausentes en la historia que se ha escrito y se comenta sobre los orígenes de Aguascalientes y sus primeros pobladores.
Él estudió la licenciatura en Sociología en la UNAM, la maestría en Historia de América Latina en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y el doctorado en la Universidad de Tulane; es miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras y profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

La entrevista que clarifica
Salvador Camacho Sandoval (SCS): En tu pasada participación en la mesa sobre la fundación de la ahora ciudad de Aguascalientes tú hablaste de Jerónimo de Orozco como una persona que no ha sido valorada con justicia en la historia de nuestro estado. Sabemos que él fue un hombre ilustrado, además, que fue un funcionario de la Corona de Castilla, durante el reinado de Felipe II, que ocupó diferentes cargos como oidor de la Audiencia de México y primer presidente de la Audiencia de Guadalajara, y que influyó para que gente como Juan de Montoro, Alonso de Alarcón y Jerónimo de la Cueva colonizaran este territorio. A este grupo se le ha señalado como el de los fundadores de Aguascalientes, pero se ha desdeñado la participación de Jerónimo Orozco. ¿Qué nos dices al respecto? ¿Qué has encontrado en tus investigaciones sobre aquella época y esto personajes?

Víctor Manuel González Esparza (VMGE): Efectivamente, me parece que Jerónimo de Orozco merece un mayor reconocimiento por parte de la ciudadanía y los gobiernos, ya que como presidente de la Audiencia de Guadalajara fue quien firmó el Acta de fundación de la “villa de la Ascensión” originalmente, en el sitio de las Aguascalientes. Es decir, él tuvo el sello real como presidente de Audiencia para fundar pueblos y villas. Ahora bien, lo importante en este acto fundacional, es lo que representa este acto, para lo cual son muy relevantes algunos contextos fundamentales.
Los trabajos de Jerónimo de Orozco se inscriben dentro de las reformas aprobadas por Felipe II e impulsadas por Juan de Ovando, quien fuera el presidente del Consejo de Indias, en un esfuerzo por limitar el poder de los encomenderos y de los mismos virreyes, sobre todo para acabar con la explotación exacerbada e incluso esclavitud de los indígenas. Hay que mencionar que conquistadores y encomenderos habían conformado “huestes indianas” de manera privada, autorizadas sí por la Corona inicialmente, conformadas por capitanes y soldados de guerra, sobre todo conformadas por indígenas aliados del valle central, y que exigían como botín de guerra la esclavitud de los indios mal llamados chichimecas.
Las cartas de Jerónimo de Orozco al rey y al Consejo de Indias son en este sentido un brillante ejemplo de cómo un funcionario real cuestionó seriamente estas prácticas de capitanes y soldados de guerra que arrasaban con las comunidades “a fuego y a sangre” para esclavizar a los indios, incluso ya evangelizados, como botín de guerra. Y aprovechando las “Ordenanzas de descubrimientos, nuevos poblamientos y pacificación” (1573), elaboradas por Juan de Ovando, propuso como nueva estrategia basada en fundar pueblos y villas para proteger a las comunidades indígenas y con ello acabar con la guerra “a fuego y a sangre”, que propició desde luego la rebelión de los indígenas.
Por ello la fundación de Aguascalientes es un acto estratégico y simbólico, en el sentido de representar un nuevo orden basado en estrategias pacíficas y de conformación de nuevos poblamientos que habría que celebrar. Ello incluso nos advierte que la historia no es sólo una memoria del pasado sino también cómo las acciones de algunos hombres y mujeres son un ejemplo para el presente, en el sentido de que la actual crisis que vive el país puede ser resuelta a partir de pensar reformas que permitan un nuevo orden político, sobre todo en atención a los jóvenes, las principales víctimas en estos momentos.
SCS: Otro tema importante que señalaste en tu intervención fue la necesidad de complejizar y profundizar en el análisis sobre el origen de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes. Se sabe que se fundó oficialmente el 22 de octubre de 1575, hace 450 años, pero poco se ha dicho sobre las personas que ya vivían desde mucho tiempo atrás en este territorio, es decir los indígenas a los que se les ha llamado erróneamente chichimecas. Por lo general, se ha concebido que estos grupos eran de naturaleza nómada y que ocupaban áreas temporalmente para cazar y recolectar frutas, que andaban desnudos y que no poseían una cultura avanzada.
Sabemos ahora que esto no es verdad del todo, gracias a las investigaciones antropológicas e históricas recientes. En tu participación, te referiste a un líder caxcán extraordinario, Tenamaxtle, que para mí representa la otra parte de la historia, es decir la presencia de la raíz indígena, que se olvida cuando hablamos de nuestro pasado y de la fundación de Aguascalientes. Pudieras compartir tu punto de vista.

VMGE: Primero hay que señalar que gran parte de los relatos existentes son sobre todo desde la perspectiva de los conquistadores, por lo que ha sido relevante que el propio Miguel León Portilla rescatara a un personaje tan relevante, y sobre todo que logró llegar hasta la península para, junto con Bartolomé de las Casas, elaborar uno de los alegatos (en 1555) más consistentes sobre porqué la rebelión indígena era una “guerra justa” contra los conquistadores, fundamentalmente por el mismo argumento que años después esgrimiría Jerónimo de Orozco acerca de la “guerra a fuego y a sangre” y la esclavitud de los indígenas.
Tenamaxtli o Tenamaztle fue un líder caxcán de Nochistlán que fue quien organizó la resistencia en la llamada “guerra del Mixtón” (cerca de Juchipila en 1540-1541), y que logró en un momento amenazar toda la colonización en el septentrión. De ahí que su testimonio es fundamental, como el de Jerónimo de Orozco, para ofrecer una nueva narrativa que nos permita comprender las causas de la rebelión indígena y, sobre todo, de cómo se pudieron encontrar alternativas más allá de la guerra de exterminio. Por ello, junto con Jerónimo de Orozco, habría que reconocer a Tenamaxtli como uno de los impulsores de un nuevo orden político basado en la convivencia pacífica, y que es lo que debemos celebrar en estos momentos.

Por otra parte, la existencia de diversas comunidades en la región, que están muy bien representadas en el recientemente descubierto Mapa de Teocaltiche, nos habla de grupos indígenas diferentes al lugar común de los llamados “chichimecas” como indios bárbaros, mote que existía desde la visión mexica, y que en buena medida tenían una organización compleja que fue la que en un momento supo poner en riesgo toda la conquista española.
SCS: En esta mesa, también se habló de la necesidad de visibilizar a las “mujeres fundadoras”, y así lo hizo Marcela López Arellano, quien nos compartió el trabajo de investigación colectivo que fue a dado a conocer en el libro Presencia femenina y vida cotidiana en la Villa de Aguascalientes, Siglos XVI y XVII. En él se rescata la presencia de mujeres de ascendencia española, que vinieron con esos hombres que colonizaron el territorio. Tú, por tu parte, te ha interesado investigar la presencia de la llamada “tercera raíz”, es decir la población afrodescendiente que fue traída para hacer los trabajos pesados que no hacían los demás.
Tú has publicado artículos y libros al respecto. Has investigado la esclavitud en Aguascalientes y sus procesos de liberación, así como la mezcla de razas y el surgimiento de las llamadas “castas”. Recuerdo en estos momentos tus libros La subversión barroca o de la Pintura de castas, y Más allá de las identidades. Resignificar el mestizaje tierra adentro Aguascalientes, Nueva Galicia, siglos XVII y XVIII. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
VMGE: Básicamente que es fundamental conocer y comprender la diversidad con la que fue poblada la región en la que hoy se encuentra Aguascalientes. Nuevamente, el Mapa de Teocaltiche es un excelente referente de las comunidades indígenas que poblaron Aguascalientes, sobre todo de los cañones zacatecanos.
Si analizamos las crónicas iniciales, como las de Mota y Escobar y de Gaspar de la Fuente, los registros parroquiales y el primer Padrón o Censo de 1648 de la parroquia de Aguascalientes, este grupo de personas constituía cerca de una tercera parte de la población de la parroquia, por lo que conformó lo que hoy denominamos “tercera raíz”. Su presencia propició un sincretismo que, junto con la población nativa, dio lugar al surgimiento de las llamadas “castas”: mestizos, negros, mulatos, esclavos y libres, moriscos, lobos, etc. Entonce lo que debemos celebrar en estos días es precisamente la diversidad y, desde luego, la capacidad para enfrentar los retos.

https://dialogosenpluralidad.com/author/victormgonzalesesparza

