América, águila que cae

América, águila que cae

Eran las seis de la tarde del reciente sábado 9. Los automóviles, las camionetas y los camiones de los hinchas del ave rapaz fueron avanzando lentamente por Tlalpan y avenida de los Insurgentes para llegar al su sagrado santuario, ondeando las banderas amarillas desde las ventanillas de sus trocas, empezando por el propietario del nido y sus pollitos, Emilio Azcárraga Jean, de Televisa.

En los rostros de los cientos, miles, de aficionados se notaban la satisfacción, el orgullo y la alegría al regresar de San Luis Potosí, donde golearon 5 a 0 al Atlético que regaló el partido y la fase de la liguilla sin ningún pudor, sin algo de pundonor.

A las ocho de aquella gélida noche, en el estadio Azteca estaban agotadas las localidades. Lucía repleto. 59 mil almas agitaban los globos amarillos y azules amarrados a una esperanza, a una ilusión, a un deseo que se les ha negado desde hace cinco años «diciembre de 2018», 10 torneos cortos de liga: levantar la 14. Presumir otro título en su palmarés.

Los americanistas, con porras y cánticos, estaban a la espera de otros cinco pepinillos en el arco rival, pero el adelantado gozo se fue al pozo, porque el entrenador André Jardine y los desvergonzados jugadores salieron al terreno a jugar una cascarita. A hacerle al pendejo. A darle patadas en el trasero a sus fieles seguidores. A los que pagaron hasta mil 750 por el boleto de la humillación y el desaire, al ser derrotados en su propio nido por el Atleti (0-2), perder lo invicto después de 19 partidos y desvanecer el «¡Vaaamos, vaaamos Amééérica!», entre fuertes corrientes de aire, lluvia copiosa y frío intenso, originados por el invernal clima de otoño.

Al concluir el partido los jugadores bajaban al vestidor abucheados. Entre mentadas de madre. «Malas palabras». El homofóbico «puto». Acallado varias veces por el sonido local y el himno del América. Con esta patética escena, la de la mezquindad, el timo, la irresponsabilidad y el golpe a los bolsillos de los aficionados del Ame, llegan a la segunda parte de la gran final.

La empleada doméstica «mejor conocida como La felicidad del hogar«, suele decir que «Dios no castiga», pero por esta ocasión falla su lectura de la Biblia; más sin embargo, parcialmente concedo a su apreciación —tímidamente para no contrariarla con la funesta reacción del “adiós, para siempre adiós”—, al agregar que la justicia divina existe en este y en el otro mundo.

América ha tenido una mala liguilla.

Sufrió ante el León. Con el empate en el volcán a manos de los Tigres y la derrota en el Azteca frente al Atlético San Luis, hila dos partidos sin conocer la victoria. De los últimos cinco cotejos este minitorneo organizado por la industria del futbol, solamente ha triunfado en dos ocasiones: uno de local y otro de visitante.

Los universitarios de Nuevo León llegan a la segunda parte de la gran final sin morder el polvo, invictos, pues.

Gignac, Nahuel, el aguascalentense Córdoba, Factor Laynez y los suyos, están acostumbrados a obtener títulos fuera de casa. Ya alzaron el trofeo en el palacio del Monterrey, hace seis años; en la granja del Guadalajara —liguilla reciente—; y en el Azteca, donde derrotaron al Atlante en 1982.

Ya se verá si el VAR fue colocado en las instalaciones de Televisa y el árbitro aguascalentense, Adonai Escobedo González, porta el uniforme de la empresa.

La soberbia amarilla mostrada aquella noche del pasado 9 de diciembre en el Azteca puede recibir su merecido hoy. Dios no castiga, pero si sanciona. En la noche sabremos su decisión divina.

Porque alguien tiene que escribirlo: La política descansa. Es domingo. Día de Dios. No del César.

Aviso: Feliz Navidad, el mejor año nuevo y todo el calendario 2024, les deseo a los apreciados lectores y directivos de este santuario de la libre opinión.

Nos encontraremos en 2024. Bueno eso espero.

marigra1954@gmail.com

Mario Granados Roldán
Mario Granados Roldán

39 años dedicados a la comunicación social pública en los tres niveles de gobierno. Desde hace más de 44 años viene publicando textos en diarios, revistas y portales noticiosos de Aguascalientes y otros estados del país, incluido el desaparecido Distrito Federal.

Mario Granados Roldán

39 años dedicados a la comunicación social pública en los tres niveles de gobierno. Desde hace más de 44 años viene publicando textos en diarios, revistas y portales noticiosos de Aguascalientes y otros estados del país, incluido el desaparecido Distrito Federal.

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