Aranceles y una nueva armada
El presidente Donald Trump anuncia que continuará su ofensiva por medio de la guerra comercial de aranceles en contra de todas las naciones que abusen de su relación con Estados Unidos. Nuevamente fue contra China a la que ahora le ha creado un arancel al 10% de sus mercancías con un valor estimado de más de 200 mil millones de dólares por el primer año. Mientras tanto la Unión Europea aprobó un arancel para aplicar a productos chinos en Europa equivalente al 25% de la producción del país asiático con un valor estimado de 50 millones dólares.
Estados Unidos y la Unión Europea pareciera estar de acuerdo en estos momentos de estar juntos en una guerra comercial contra la potencia asiática, provocando una escalada en las ofensivas comerciales en la economía global.
Mientras tanto Pekín aprobó una tasa de arancel de 25% para más de 600 productos de origen estadounidense, los principales productos con nuevos aranceles son los agrícolas de Estados Unidos que ingresan al mercado Chino (sojo, maíz, arroz, carne de vaca y cerdo, entre otros productos), la medida arancelaria se estima tendrá un impacto de 50 mil millones de dólares.
China, realiza la misma medida que México y Canadá: castigar los sectores productivos que dieron impulso a las aspiraciones presidenciales de Donald Trump. ¿Las tres naciones más afectadas por la guerra comercial con Estados Unidos se unirán formalmente para enfrentar a Trump?
Al mismo tiempo que Trump anuncia su nueva ofensiva comercial contra China el presidente de los Estados Unidos también anunció la creación de una sexta división armada al servicio de la fuerza aérea de los Estados Unidos, se trata de una división integrada por fuerzas especiales con tecnología de vanguardia. Citando a Trump: “No queremos que China, Rusia y otros países nos lideren». Lo que claramente es una amenaza en contra de aquellas dos naciones y por consecuencia una advertencia a los que se atrevan a enfrentarse al poder de la Unión Americana, que si no logran por la guerra comercial el respeto que desean, están dispuestos a enfrentarse por medio de las armas en una nueva guerra. (Ver: Trump redobla la escalada y amenaza con aranceles a productos chinos por otros 200.000 millones)
El discurso nacionalista de Trump demuestra estar centrado en valores que sustentan su superioridad por una división de clases y raza. Tratando de defender por medio de amenazas y violencia la soberanía de un territorio que no se ha dado cuenta es autor principal de las condiciones materiales de los problemas económicos y políticos de su misma nación y que esconde sus consecuencias con bravuconadas y más odio y discriminación contra todo aquello que a juzgado es diferente por el principio etnocéntrico que todo pueblo tiene y se desborda en el discurso nacionalista cuando la pasión no es controlada por la razón.
Como parte de las amenazas de Tromp también regresa al discurso de la exploración del espacio, y promete viajes a Marte y una serie de aterrizajes a la Luna que dice no será nada más para poner banderas.
Desde que en 1969 se cumplió el objetivo puesto por el gobierno de John F. Kennedy de enviar a los primeros hombres a la Luna, han sido varios los mandatarios que lo han sucedido que también han querido hacer lo suyo. En 2004, George W. Bush sostuvo que los astronautas volverían a la Luna en 2020 y Barack Obama prometió en 2016 que Estados Unidos enviaría humanos a Marte en 2030. «Durante demasiados años los sueños de exploración y descubrimiento fueron realmente desperdiciados por la política y la burocracia, y no logramos», lamentó Trump. Que en consecuencia con su hiperbólico lenguaje y bajo lo que esconde el lema Make America great again (Hagamos América grande otra vez), afirmó que la creación de esta sexta rama del Ejército iba «a ser algo. Algo muy importante». Ver El Pais