El muro de la soberbia
Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; más donde hay humildad, habrá sabiduría. / -Salomón-
Desde los espacios gubernamentales, las oficinas burocráticas y los pasillos de los partidos políticos es “normal” por así decirlo, que se respire aire de grandeza; sabiduría y conocimientos, aunque, por supuesto quienes alardean sobre eso, normalmente no poseen estos atributos. La tendencia de sentimientos de superioridad acompaña desde hace algunos años al comportamiento de algunos políticos mexicanos.
Lejos estamos de tener a un mandatario lo suficientemente capaz de asumir sus errores, de alejarse de la falsa austeridad y convertirse en un hombre de Estado. El pasado fin de semana ni siquiera hubo gesto de respeto al fallecimiento del ex Presidente Luis Echeverría Álvarez, quien, a pesar de sus controversias, fue mandatario de nuestro país y, en algún momento portó la misma banda que el propio López Obrador, lo acepte o no, una simple mención sin la bandera a media asta no corresponde a un funeral de Estado.
Eso en el interior del país, y en nuestras relaciones exteriores, cada vez más las recomendaciones absurdas emitidas por el mandatario van desde lo ficticio hasta lo irracional. Aunque esto sea parte de su comportamiento, cuidado deberíamos de tener al permitirle al mandatario que juegue con la diplomacia y los asuntos internacionales.
Es notoria, la incansable necesidad de los llamados seguidores del Presidente y el partido de Estado, de defender a capa y espada todas y cada una de las decisiones tomadas por el mismo, siendo en su mayoría, cuestionadas por los mismos defensores pero acallados al instante. Es esta soberbia manejada desde la silla del águila la que hoy tiene a MORENA en una encrucijada por la permanencia de su instituto político en la Presidencia Nacional.
La ignorancia y el desconocimiento de los sucesos del país, es la fuerza que alimenta cada vez más las ambiciones políticas del partido del Ejecutivo, es sobre esta misma carencia del pueblo, este poder que hoy se preocupan en mantener, sobre el que se construye la fortaleza de los tiranos.
La fuerza de los Mexicanos debe salir a flote ante sus gobernantes. La Fuerza del pueblo no puede, por su acción irregular e incontenida, mantener y perpetuar la existencia de un gobierno unilateral tendiente a la tiranía. Esta fuerza debe ser dosificada como ley, acción y decisión de Estado. Pareciera que la contienda electoral Presidencial se encuentra aún lejana, la realidad es que el próximo año será fundamental para ver puesta en acción la fuerza que impida que se continúen con los abusos, la manipulación y la soberbia con la que tanto se desviven los integrantes de MORENA.
