El papel de la Consorte
(primera parte)
Los acontecimientos en las últimas semanas en Nuevo León con Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez Cantú, nos obligan a realizar una mirada sociológica para tratar de entender la aparición de nuevos elementos en la política mexicana.
Después del rotundo fracaso de Samuel García por convertirse en candidato presidencial por su partido MC, nos enteramos que Mariana Rodríguez Cantú se postulará como candidata a la Presidencia Municipal de Monterrey e intentará suceder al bien evaluado Luis Donaldo Colosio Rojas.
La primera impresión de la mayoría es que ganará la elección con la mano en la cintura, aunque yo manifiesto muchas dudas al respecto, tenemos que hacer una revisión de ella y sus circunstancias para tener una mejor aproximación del fenómeno político que representa.
La conocemos principalmente en dos facetas; Es la primera dama del estado de Nuevo León, y es empresaria e influencer en las redes sociales.
Para situarnos en el contexto en el que opera y se desarrolla, tendremos que hacer una revisión de lo que es y ha sido el papel de una primera dama.
Los estudios de género consideran que el papel de la primera dama tiende a perpetuar el rol de género estereotipado, que reproducir papeles donde ellas tengan que adaptarse a un modelo tradicional asociado a los hombres para alcanzar cuotas de poder, no es el mejor modelo para su emancipación y empoderamiento.
De acuerdo con estudios realizados se destaca que las primeras damas han cumplido básicamente tres tipos de papeles; el primero consiste en acompañar al marido cumpliendo el papel de humanizar al personaje político. Dejar ver la parte familiar y humana, transmitiendo facetas de la vida íntima y personal del mandatario.
El segundo rol es la actividad centrada en causas benéficas o voluntariado, esa es tal vez la parte más común de ver a las primeras damas. El tercero es el papel de celebridad exponiendo su estilo de vida a través de la ropa, del maquillaje y del buen gusto en lo que porta y selecciona.
El desempeño del rol tradicional en las primeras damas, está asociado a las causas benéficas y voluntariado. Jugar un rol en la benevolencia y defensa de sectores vulnerables, generalmente le da una mayor popularidad y genera simpatías incluso con la oposición por asumir un papel más neutral en relación a los temas controversiales.
Cuando una primera dama juega un papel no tradicional es cuando juega un rol político. Hace uso de su influencia y posición de privilegio para generar iniciativas, programas o políticas públicas que sean de su interés o con las cuales está comprometida.
Hasta aquí una breve revisión de lo que históricamente ha representado una primera dama en la esfera política. Poder pasar a contrastar el modelo al caso concreto de Mariana Rodríguez Cantú, es necesario describir su segunda faceta que es la de empresaria e influencer.
Quiero retomar un estudio sociológico que analiza su papel en los primeros 100 días de gobierno de Samuel García, tarea que abordaré en la siguiente entrega. @normaglzz